Salud y medicina
Autoexploración mamaria
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[Reproducción del artículo elaborado por la Mútua y publicado en La Vanguardia el 24 de octubre de 2012.]
La autoexploración mamaria y visitar regularmente al ginecólogo, claves para la detección precoz del cáncer de mama.
Según la Asociación Española Contra el Cáncer, una de cada 8 mujeres desarrollará un cáncer de mama a lo largo de su vida. No obstante, la supervivencia ha mejorado notablemente en los últimos años. Las mamografías periódicas y el avance en los tratamientos permiten tasas de curación del 90%. Las medidas necesarias e ineludibles para detectar su aparición o, en su defecto, el tratamiento precoz, son: visitar regularmente al ginecólogo y el autoexamen mamario.
La mayoría de casos de cáncer de mama se diagnostican entre los 35 y los 80 años, con más incidencia entre los 45 y los 65 años. En España se diagnosticaron 15.000 casos en 2005 y en 2010 fueron 20.000, un incremento del 33% que denota la necesidad de continuar investigando sobre la prevención y de seguir concienciando a la población en riego sobre la importancia de la detección precoz.
En cualquier caso, una vez diagnosticada la enfermedad, el impacto emocional y psicológico es enorme y supone un cambio radical en la vida de la paciente, que pone a prueba su capacidad de resistencia tanto por el tratamiento al que se ve sometida como por la incertidumbre sobre su futuro.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo asociados con el desarrollo del cáncer de mama podemos destacar los siguientes:
- La edad, mayoritariamente a partir de los 50 años.
- Antecedentes familiares.
- Evolución de la menstruación: si comienza temprano y/o tiene un final tardío, aumenta el riesgo de sufrir esta enfermedad.
- Los embarazos tardíos, por encima de los 30 años, suponen más riesgo.
- Lesiones en el tejido mamario como la mastopatía fibrquística.
- Los tratamientos hormonales para evitar los síntomas de la menopausia, aunque existe cierta polémica al respecto, implican un riesgo.
- Las personas sometidas a una radiación intensa también presentan mayor riesgo.
- Un consumo elevado de alcohol.
- El tabaco es otro factor de predisposición a la aparición del cáncer de mama.
- La obesidad, por la relación que tiene con una mayor producción de estrógenos (producidos por el exceso de células grasas), aumenta el riesgo.
- Haber sufrido otros tumores.
Autoexploración y mamografía
La prevención es en esta enfermedad una constante y así lo demuestran las continuas campañas institucionales y privadas de detección precoz. La experiencia ha demostrado que es la medida más eficaz para mejorar la supervivencia. La autoexploración mamaria una vez al mes, como primera medida de detección, se aconseja a partir de los 20 años.
La Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria, a propósito de la mamografía dice lo siguiente: “El cribado del cáncer de mama ha planteado muchas polémicas y controversias, la mayoría de ellas relacionadas con la edad de comienzo, sus posibles efectos adversos y su propia eficacia. En europa la edad de entrada en lso mismos se encuentra a los 40-45 años, siguiendo las recomendaciones de europa contra el cáncer. Como cualquier técnica, la mamografía no está exenta de riesgos, y pueden existir falsos positivos y negativos, sobrediagnósticos, etc. No obstante, cuando la mamografía y estos programas se realizan en las mejores condiciones y siguiendo las normas de calidad, los beneficios superan con creces a los posibles riesgos, y se ha demostrado que estos programas se acompañan de un aumento en la detección de tumores en estados iniciales, una disminución de la mortalidad por cáncer de mama y una mejora en la calidad de vida de las pacientes diagnosticadas, al permitir tratamientos menos agresivos”.
No obstante, a pacientes con síntomas la SESPM recomienda realizar el estudio mamográfico a partir de los 35 años, o de los 30 si tienen antecedentes familiares.
Dieta adecuaday buenos hábitos
Como en cualquier enfermedad, la dieta es un factor importante a considerar como medida preventiva. En el caso del cáncer, se ha comprobado que algunos alimentos potencian su aparición, mientras que otros promueven la regeneración celular y son óptimos para evitar este tipo de formaciones malignas.
- Hay que minimizar el consumo de carnes rojas.
- Regular el consumo de azúcar y harinas.
- Evitar las frituras y el exceso de grasas.
- Aumentar el consumo de frutas y verduras.
- Incluir más fibra en la dieta.
- Evitar llevar una vida sedentaria.
En conclusión: es importante es visitar al ginecólogo regularmente y pasar periódicamente exámenes médicos preventivos. Suele haber un largo periodo silencioso entre la etapa de iniciación del cáncer de mama y la aparición de los primeros síntomas que, además, suelen ser sólo la punta del iceberg. Los exámenes preventivos lo que hacen es encontrar el cáncer en esta etapa, cuando es más fácil tratarlo con éxito. No lo dude, no obvie la visita periódica a su ginecólogo.