Bienestar, Salud Mental
Los beneficios de ejercitar el cerebro
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La salud física no es la única que debemos cuidar para disfrutar de una buena calidad de vida. Nuestro cerebro también debe ejercitarse, sobre todo en la edad adulta, para mantenerse en forma y prevenir el deterioro cerebral asociado al envejecimiento. En el Día Mundial del Alzheimer, te invitamos a conocer todos los beneficios de ejercitar el cerebro.
¿Por qué es importante ejercitar la mente?
La esperanza de vida se eleva de forma gradual y el sector de población de la tercera edad aumenta. Todos queremos vivir muchos años, pero con la mejor calidad de vida posible. Y así como ejercitamos nuestro cuerpo para mantenerlo en forma, cada vez hay más personas que se preocupan de mantener la actividad mental para prevenir el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento y responsable de enfermedades neurodegenerativas como la demencia senil o el Alzheimer.
A partir de los 25 años aproximadamente, empezamos a perder volumen cerebral de forma natural, es por eso por lo que es importante ejercitar la mente. La materia gris se deteriora y se reduce, cambia la microestructura de las neuronas y las conexiones de la corteza cerebral. Ésto va provocando la pérdida progresiva de funciones, como nuestra capacidad de razonar, la rapidez mental o la memoria episódica, muy lentamente al principio y de forma más aguda a medida que pasan los años, a partir de los 50. Síntomas como la dificultad para recordar hechos recientes o nombres de objetos, personas o lugares son algunos de los más habituales, aunque no hay que alarmarse ya que es un proceso usual y benigno al que se le llama “pérdida de la memoria asociada a la edad”.
Por este motivo, aunque a cualquier edad ejercitar el cerebro ayuda a desarrollar nuestra inteligencia, a mejorar nuestra concentración y nuestra capacidad de atención, es especialmente importante mantenerlo activo en la edad adulta.
¿Qué beneficios aporta a los mayores ejercitar el cerebro?
Gracias a la actividad mental, el cerebro de una persona mayor puede ser un cerebro en forma. A diferencia de lo que se pensaba tradicionalmente, se ha comprobado que la estimulación cerebral continuada favorece el desarrollo de nuevas interconexiones neuronales, por lo que es posible compensar el deterioro natural por la edad.
Estos son los principales beneficios de ejercitar la mente y el cerebro.
Reduce el riesgo de sufrir deterioro cognitivo
Ejercitar el cerebro, junto a unos hábitos de vida saludable, reduce el riesgo de sufrir deterioro cognitivo:
- Ayuda a mantener la memoria
- Puede reducirse hasta en un 63% el riesgo de demencia
- Un aumento de tan sólo el 5% en la reserva cognitiva puede prevenir un tercio de los casos de Alzheimer. Y con el entrenamiento cerebral, aunque los daños cerebrales causados no se detienen, se pueden retardar los efectos negativos de esta enfermedad.
Mejoran las habilidades en las funciones de la vida cotidiana
Las personas mayores que realizan un entrenamiento cerebral son capaces de mantener a lo largo de los años habilidades como cocinar, manejar las finanzas o el buen uso de sus medicamentos.
Los efectos positivos se mantienen hasta 10 años
Los últimos estudios han revelado que los efectos positivos del entrenamiento cerebral pueden mantenerse incluso hasta 10 años después de haberlo realizado.
¿Cómo ejercitar el cerebro? Consejos para el entrenamiento cerebral
Rutinas para ejercitar el cerebro
Existen rutinas de ejercicios muy beneficiosas para los adultos mayores que estimulan las actividades en las áreas de memoria a corto y largo plazo, el pensamiento crítico, la orientación visual y espacial, el cálculo y el lenguaje. Es recomendable ir cambiando estas rutinas para desafiar al cerebro y crear nuevas conexiones neuronales.
Para la memoria, no es imprescindible hacer juegos en los que recordemos nombres, ya que la lectura, visitar lugares nuevos, aprender algo nuevo, estudiar o escuchar música también la estimulan.
El pensamiento crítico se desarrolla cuestionando todo aquello que damos por sentado, modificando el punto de vista y desarrollando nuevas ideas.
No obstante, los juegos de memoria, el cálculo mental o el aprendizaje de nuevos conceptos, no son las únicas vías para ejercitar el cerebro. Dentro de los hábitos cotidianos también es posible introducir algunas variaciones que contribuyen con su estimulación.
Así, el cepillarse los dientes con la mano contraria es un ejemplo. Acostúmbrate a abrir la pasta y coger el cepillo con la que no sea tu mano principal. Este pequeño cambio ya supone un esfuerzo mental.
Otros ejemplos son cambiar el orden que se sigue en la rutina diaria o a la hora de dirigirnos a un lugar en concreto; ducharse con los ojos cerrados para tomar conciencia del entorno; jugar con monedas y adivinar de cuál se trata solo por el tacto; leer en voz alta o poner en práctica actividades artísticas, como cantar, pintar, dibujar o bailar.
Otras formas de mantener el cerebro activo son simples y se pueden integrar en nuestra vida cotidiana. Las actividades de ocio, las relaciones sociales o el buen descanso. Pero también las siguientes:
Leer a menudo
Leer algunas páginas antes de irte a dormir son una excelente forma de ejercitar el cerebro. Si además optar por lecturas que propicien el pensamiento crítico, los beneficios serán aún mayores. Por otra parte, elegir este tipo de hábitos frente al uso de los dispositivos electrónicos también te ayudará a dormir mejor.
Aprender un nuevo idioma
Los idiomas no solo potencial la memoria, ya que es necesario aprender multitud de palabras y estructuras nuevas. Además, favorece las capacidades cognitivas, de manera que se trabaja la atención y la capacidad para ejecutar tareas de forma eficaz.
Clases de música
Las clases de música o aprender a tocar instrumentos ralentiza la aparición de enfermedades degenerativas y es eficaz como terapia en neurorrehabilitación. Así mismo, la propia música activa la producción de dopamina, una hormona que contribuye a crear conexiones sinápticas. Estas favorecen el aprendizaje, la memoria y la asimilación de conceptos.
Aprender a utilizar dispositivos electrónicos
El uso de los smartphone, las tables y los portátiles supone todo un reto a determinadas edades. Sin embargo, no solo es estimulante para el cerebro aprender una nueva actividad, sin o que por sus características permite adquirir nuevas destrezas.
Ejercicio físico
El ejercicio físico es fundamental para mantenerse activo, física y mentalmente. Un mayor flujo de sangre al cerebro suministra oxígeno y nutrientes y fomenta el crecimiento de nuevas células cerebrales. No hace falta que sean ejercicios aburridos, se puede buscar una actividad (mejor aún si es social) con la que se disfrute: caminar, nadar, bailar…
Hoy en día, a diferencia de épocas anteriores en las que la vejez era una condición pasiva y dependiente, los adultos mayores son más activos y gozan en general de una mejor salud. Ejercitar el cerebro puede ayudar tanto a mejorar considerablemente la calidad de vida y conseguir que los rasgos propios de la edad aparezcan con un retraso considerable respecto a épocas pasadas, como a prevenir las enfermedades neurodegenerativas. Realmente merece la pena.
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