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Hemorroides: 7 formas de prevenirlas
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Es poco frecuente oírlas nombrar, pues resulta embarazoso hablar de ellas. Después de todo, se localizan en una parte del cuerpo de que a nadie le gusta hablar. Y lo cierto es que es un problema extraordinariamente frecuente: hasta un 80% de la población tiene hemorroides en algún momento, aunque en muchos casos no tienen síntomas. Pueden causar inflamación y sangrados, además de otras secreciones. Y también pueden ser muy dolorosas.
Te proponemos 7 cosas fáciles para prevenirlas.
1. Mantén un peso adecuado
Una de las causas más comunes de las hemorroides es el exceso de peso, pues ese sobrepeso somete a más presión de la normal a los músculos del recto. Si es tu caso, haz un esfuerzo para mejorar tu dieta, hacer más ejercicio y adelgazar. Mantenerte en el peso óptimo para ti es una de las mejores maneras de prevenir el problema.
2. Haz ejercicio
Insistimos en lo que te acabamos de decir. Es ocioso hablarte ahora de lo conveniente de hacer ejercicio, pues es bien sabido que previene las enfermedades cardíacas, la diabetes tipo 2 y un sinfín más de problemas potencialmente graves. También el ejercicio puede prevenir las hemorroides. Estar sentado mucho tiempo seguido presiona los músculos de la zona rectal (y, por consiguiente, los vasos sanguíneos). Levantarte de la silla de vez en cuando, pongamos cada media hora, reducirá el riesgo de que se presenten. Incluye en tu rutina un buen paseo de media hora, o un rato de natación tres veces por semana. Además, te ayudará a bajar de peso.
Pero hay que tener cuidado con algunas formas de ejercicio. Por ejemplo, levantar peso obliga a trabajar extra a los músculos abdominales y puede acabar por provocar el trastorno.
3. Bebe mucha agua
Beber mucho te ayudará con el estreñimiento, un problema igualmente frecuente. Mantenerse bien hidratado incrementa los movimientos intestinales (o peristálticos) que son los responsables de la digestión, y acelera el tránsito hacia la evacuación. El estreñimiento es, en sí, una causa frecuente de las hemorroides, pues quien lo padece hace un esfuerzo mayor para defecar, lo que aumenta la presión den los vasos de la zona rectal.
4. Come más fibra
Igualmente te ayudará con el estreñimiento, pues aumenta el volumen del evacuado, de modo que resultará más fácil eliminarlo, requiriendo menos esfuerzo. Si aún no lo haces, incluye en tu dieta más verduras, cereales (siempre integrales), legumbres y frutos secos, todo lo cual mantendrá un buen volumen de fibra en el intestino.
5. Evita el alcohol y la “comida basura”
El alcohol provoca, entre otros problemas, el desequilibrio de la flora intestinal (recuerda lo que te contábamos hace un par de semanas sobre el microbioma). Y, además, es causa de deshidratación, lo que provoca estreñimiento. Si eres bebedor, bebe menos, lo que te servirá de ayuda.
Por su parte, la “comida basura” –que en general contiene grasas poco recomendables y pocos nutrientes, además de poca fibra- es un factor adicional en personas proclives a las hemorroides. Si es parte de tu dieta habitual, plantéate eliminarla o, al menos, limitarla en gran medida.
6. En principio, déjalas estar
Te lo decíamos al principio: hay personas con hemorroides que ni lo saben, pues pueden no provocar ningún síntoma; pero también pueden resultar extremadamente molestas y dolorosas. En muchos casos los síntomas pueden desaparecer al cabo de pocos días si haces caso de lo algunas recomendaciones:
- Espera a que la necesidad de defecar sea real para hacerlo (pues harás menos esfuerzo).
- No uses papel higiénico, sino toallitas húmedas desechables; mejor aún, lávate con agua y jabón.
Si con estas simples recomendaciones (más las indicadas arriba), no mejoran, habla con tu farmacéutico, que podrá recomendarte algún producto sin receta que te ayudará. Hay muchos disponibles, en forma de pomadas, geles o cremas.
Y, si a pesar de todo te siguen doliendo, es el momento de acudir a tu médico de familia, que recomendará lo más adecuado en tu caso. Hay varios tratamientos disponibles, desde inyecciones locales para la cicatrización hasta la intervención quirúrgica para su extirpación total.