¿Qué tipos de mascarillas hay y cuál debemos utilizar?

Las mascarillas son un medio complementario de protección que va a estar muy presente en el plan de desescalada del confinamiento y cuando se vuelva a la “nueva normalidad”. Los tipos de mascarillas y sus diferentes funciones pueden generar dudas a la hora de adquirirlas. ¿Cuál es la más útil según nuestra situación personal en relación al COVID-19?

Aunque el Gobierno no considera obligatorio el uso de mascarillas en la población general, salvo en el transporte público, en los taxis y los VTC y en los vehículos privados donde viaja más de una persona, el Ministerio de Sanidad las señala como una “fuerte recomendación” de protección, sobre todo en la fase 1 de la desescalada, prevista para una parte del territorio a partir del 11 de mayo.

En este artículo recopilamos información facilitada por el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona y por la guía publicada por el Ministerio de Consumo con recomendaciones sobre el uso de mascarillas, que nos pueden aclarar las dudas.

Los tres tipos básicos de mascarillas son:

1. Higiénicas. Recomendadas preferentemente para personas sanas. 
2. Quirúrgicas. Recomendadas para las personas enfermas: personas sintomáticas o asintomáticas positivas.
3. Autofiltrantes o EPI (Equipo de Protección Individual). Recomendadas para personas que estén en contacto con el virus: quienes cuiden o estén en contacto con personas sintomáticas o positivos por COVID-19.

Mascarillas higiénicas o de barrera

Este tipo de mascarilla cubre la nariz, la boca y la barbilla y está provista de un arnés que rodea la cabeza o se sujeta en las orejas. Suelen estar compuestas por una o varias capas de material textil y pueden ser reutilizables o de un solo uso.

El uso de las mascarillas higiénicas está indicado para la población sana en general y siempre como una medida complementaria a las normas de higiene y distanciamiento físico recomendadas. Su función es reducir el riesgo de transmisión del virus en personas asintomáticas sin diagnosticar. Se recomienda su uso en entornos comunitarios donde pueda haber aglomeraciones o no se pueda guardar correctamente la distancia física de seguridad. 

Este tipo de mascarillas son las más sencillas y las que ofrecen una menor protección. Las mascarillas caseras entrarían dentro de este grupo.  

Aunque siempre debemos mirar las indicaciones del fabricante, se recomienda utilizarlas un máximo de cuatro horas, aunque si se humedece, se ensucia o se deteriora, debe desecharse inmediatamente. Si son reutilizables, estará especificado en el etiquetado, donde el fabricante indicará  también el número máximo de lavados.

Uso recomendado en los niños

Si los más pequeños utilizan mascarillas, la recomendación es el uso de mascarillas higiénicas para los niños y niñas sanos de 3 a 12 años. Es importante que un adulto supervise la colocación, el uso y la retirada de las mascarillas.

Mascarillas quirúrgicas

Las mascarillas quirúrgicas son las que acostumbramos a ver en ambientes clínicos. Son planas o plisadas y deben tener un mecanismo que permita ceñirla estrechamente sobre la nariz, la boca y la barbilla a quien la lleva puesta. Este tipo de mascarillas es el que podemos encontrar a la venta en farmacias y otros establecimientos (sólo las farmacias pueden vender mascarillas quirúrgicas individualmente sin envasar y deben suministrarse en un formato que garantice su protección frente a la contaminación antes de su uso).

Su función es evitar que el personal sanitario y los pacientes infectados (o sospechosos de estarlo) transmitan agentes infecciosos a otras personas sanas. No previenen el contagio al usuario de la mascarilla, ya que protegen desde dentro hacia afuera, filtrando el aire exhalado para evitar la emisión de gotículas respiratorias al estornudar o toser. 

Su uso está recomendado para sospechosos de COVID-19 o personas con síntomas de infección respiratoria y para personal sanitario o sociosanitario que acompaña a los pacientes en las zonas de aislamiento.

El Ministerio de Consumo indica que en el etiquetado debemos mirar:

• El marcado CE, que asegura que el producto cumple con la legislación. 
• La referencia a la norma UNE EN 14683, que asegura el cumplimiento de un estándar de calidad. 
• El tipo de mascarilla: Tipo I y Tipo II.  Estas últimas pueden ser también resistentes a salpicaduras (sangre y otros líquidos biológicos) si se denominan IIR.

De la misma manera que las mascarillas higiénicas, no se recomienda un uso superior a las cuatro horas y se debe sustituir si está humedecida o deteriorada. 

Mascarillas autofiltrantes o EPI

Este tipo de mascarillas son Equipos de Protección Individual (EPI) y se recomiendan fundamentalmente para su empleo por profesionales para crear una barrera entre un riesgo potencial y el usuario. También pueden estar recomendadas para grupos vulnerables por indicación médica.

Contienen un filtro de micropartículas que protegen al usuario de la mascarilla de la inhalación de microorganismos patógenos en aerosoles. Es decir, protege de fuera hacia dentro. Su función es evitar que las personas sanas se contagien gracias a su filtro de micropartículas. Pueden llevar o no una válvula de exhalación para reducir la humedad en el interior de la mascarilla y hacer más cómodo su uso.

Según el nivel de filtración, las mascarillas EPI se clasifican en tres subtipos: 

FFP1: 78% eficacia de filtración y 22% porcentaje máximo de fuga.

FFP2: 92% eficacia de filtración y 8% porcentaje máximo de fuga (recomendada para personal sanitario en contacto con posibles casos de COVID-19). Es equivalente a la mascarilla N95.

FFP3: 98% eficacia de filtración y 2% porcentaje máximo de fuga.

El etiquetado debe indicar: 

• Nombre o marca registrada
• Identificación del fabricante 
• El marcado CE, seguido de cuatro números, asegura que el producto cumple con la legislación.  
• La referencia a la norma UNE EN-149 asegura el cumplimiento de un estándar de calidad. 
• El marcaje NR indica que el producto es No Reutilizable y el marcaje R, que es Reutilizable. 
• El tipo de mascarilla (FFP1, FFP2, y FFP3) y el filtro (P1, P2 y P3).

Es importante volver a recordar que el uso de mascarillas no protege completamente del contagio, por lo que siempre se deben utilizar en combinación con las demás medidas de seguridad sanitaria:

• Higiene personal: lavado frecuente de manos, evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, y cubrirse la boca con el pliegue del codo o un pañuelo desechable al toser y estornudar. 
• Mantener la distancia física de seguridad (al menos 1 metro y preferiblemente 2).
• Cumplir con las medidas higiénicas de los espacios privados y públicos.