Salud y medicina

Tras el confinamiento: La alergia al polen, causas, síntomas y tratamientos

alergia

Aunque el confinamiento nos ha tenido encerrados y cabe pensar que la hemos padecido en menor grado que en años anteriores, no está de más recordar algunos hechos sobre ella, también llamada fiebre del heno.

Afecta a ocho millones de personas en España, según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Cónica, lo que la convierte en la alergia más frecuente en nuestro país.

Qué es la alergia al polen

Dicho de una manera simple, es la inflamación de las membranas mucosas que revisten la nariz y los ojos. La desencadena el polen de algunas plantas y es por tanto más común en primavera.

La intensidad de la inflamación es diferente en cada persona alérgica y algunos padecen solo algunas molestias, mientras que otras personas pueden tener problemas al aire libre si no tienen su medicación.

Qué la causa

Es la exposición al polen lo que desencadena la reacción inmune que constituye la alergia. Hay pólenes que pueden afectar en gran medida a algunas personas, que podrían no verse afectadas por otros tipos de polen.

Hay otros agentes alérgenos que pueden desencadenar rinitis alérgicas, entre otros:

  • Los ácaros del polvo
  • Mohos y hongos
  • Algunos perfumes
  • Pelo de mascotas
  • Fumar

Cuando los alérgenos entran en contacto con las mucosas (boca, nariz, ojos, garganta) es cuando se desencadena la reacción alérgica. El sistema inmune libera anticuerpos para evitar la expansión de lo que identifica erróneamente como una infección y los anticuerpos generan agentes químicos como la histamina, que provoca los conocidos síntomas.

También hay un componente genético, de modo que si tienes familiares alérgicos se eleva el riesgo de que también lo seas tú.

Qué desencadena la alergia

Hay que distinguir tres tipos de alergias: estacional, perenne y ocupacional. Los síntomas dependerán del tipo de alergia que tengas. La rinitis alérgica (alergia al polen, también llamada fiebre del heno) es estacional y es más frecuente entre finales de marzo y septiembre, especialmente cuando el clima es húmedo, ventoso y cálido: el polen estará entonces en sus máximos.

En los pacientes alérgicos sensibles a alérgenos domésticos (pelo de mascotas, ácaros del polvo) los síntomas no variarán a lo largo del año. Con todo, algunos alérgenos “de puertas adentro” pueden proliferar los meses más cálidos y húmedos.

Algunos agentes irritantes pueden causar que los síntomas de una alergia nasal o una inflamación existente empeoren. Por ejemplo:

  • Olores fuertes
  • Contaminación
  • Fumar
  • Cambios de temperatura o de humedad ambientes

Síntomas de la rinitis alérgica

Pueden ser similares a los de un resfriado y entre ellos están:

  • Secreción nasal o, por el contrario, nariz taponada
  • Estornudos y tos
  • Picor en la garganta o en boca, nariz u oídos
  • Ojos llorosos y picor de ojos
  • Pérdida del olfato
  • Dolor de cabeza
  • Sensación de cansancio

Cómo se diferencia de otros trastornos

Echando una ojeada a los síntomas, la rinitis alérgica puede parecerse a no sólo a un resfriado, como decíamos antes, sino también a una gripe o incluso al coronavirus. A efectos de diferenciarla, ten en cuenta que:

  • Síntomas: La secreción nasal de la rinitis es muy líquida y ligera, mientras que un resfriado provoca una secreción amarillenta y más espesa.
  • Fiebre: La rinitis no produce fiebre ni dolores corporales, al contrario que los resfriados.
  • Duración: La rinitis puede durar semanas y hasta meses, al contrario que un resfriado que se resolverá en un par de semanas.
  • Tiempo: La rinitis aparece inmediatamente después de la exposición al alérgeno, mientras que las infecciones víricas lo hacen de uno a tres días después del contacto con el virus.

Complicaciones de la rinitis alérgica

Cuando la rinitis es duradera, puede acabar provocando infecciones en los oídos o sinusitis.

Puede repercutir significativamente en la calidad de vida del paciente. Un estudio mostró que más de un tercio de pacientes adultos reportaban un considerable impacto negativo en sus trabajos y en su vida diaria y social.

Rinitis alérgica en niños

La rinitis puede afectar hasta un 30% de los niños, pero se manifiesta muy raramente antes de los tres años. Los niños alérgicos suelen tener otros problemas, como asma, eczemas o alergias alimentarias.

Si no se trata, puede provocar falta o baja calidad de sueño, cansancio y somnolencia, lo que puede afectar a su aprendizaje y desarrollo. Y puede además:

  • Aumentar el riesgo de infecciones de los senos nasales
  • Afectar a su rendimiento escolar
  • Dificultar el control del asma
  • Causar frecuentes infecciones en los ojos.

Tratamiento de la rinitis alérgica

Actualmente no hay tratamiento específico para este trastorno, ni se puede prevenir.

El tratamiento de choque es una píldora diaria de un antihistamínico, aunque la frecuencia y la dosis pueden alterarse en función de la intensidad y gravedad de los síntomas. Existen además otros paliativos. Por ejemplo, si tienes picor en los ojos, te podrá ayudar un colirio a base de cromoglicato de sodio (habla con tu farmacéutico).

Otras posibilidades son colirios, esprays nasales, enjuagues de nariz con agua con sal o, en casos graves, inmunoterapia. También se pueden administrar altas dosis de corticoides, inyectados vía intramuscular o intravenosa, aunque hay controversia por el riesgo de efectos secundarios y discutible efectividad. En cualquier caso, los casos graves deben ser evaluados por un médico.

Remedios naturales para la rinitis

Hay otras cosas que puedes hacer cuando el polen se dispara. Entre ellas:

  • Ponte vaselina alrededor de las fosas nasales para que retengan el polen
  • Quédate en casa siempre que sea posible, y mantén las ventanas cerradas
  • Cuando salgas, usa gafas de sol
  • Al llegar a casa, dúchate y cámbiate de ropa
  • No tengas flores frescas en casa
  • No cortes el césped, ni camines sobre él
  • No tiendas la ropa al aire libre.

Se piensa que algunos alimentos y suplementos pueden ayudar con los síntomas. No existe evidencia real, pero hay casos que reportan beneficios. Son:

  • Espirulina
  • Vitamina C
  • Aceite de pescado
  • Pimienta
  • Miel.

Cuando debes ir al médico

Si los síntomas empeoran, o no mejoran con lo que te pueda aconsejar tu farmacéutico, es llegado el momento de ponerte en manos del médico, que podrá instaurar un tratamiento más eficaz.