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¿Existe el peso ideal?
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Según datos de la OMS, cada año casi tres millones de personas mueren en el mundo por causas relacionadas directamente con la obesidad, una enfermedad metabólica que ha alcanzado proporciones epidémicas. Aunque el grado de obesidad se suele medir de forma general a través del IMC, individualmente un peso saludable es mucho más que eso y se deben tener en cuenta, además, otros factores.
El control del peso es una actividad que nos acompaña desde que nacemos, ya que es un factor directamente relacionado con la salud. Pero actualmente, el culto a la imagen por un lado y el culto a la salud por el otro, puede hacer que en la edad adulta el peso se convierta en una obsesión. Continuamente oímos hablar de que tenemos que lograr nuestro “peso ideal” para prevenir el sobrepeso y la obesidad, como si existiera una fórmula mágica que nos proporciona un dato preciso. Pero ¿realmente existe un “peso ideal”? ¿Por qué debemos tomar con precaución este concepto?
Para comenzar, vamos a ver algunos datos sobre la obesidad:
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El problema de la obesidad
Según la OMS, la obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa en el organismo, que puede ser perjudicial para la salud. Son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, apnea del sueño, ictus y osteoartritis, así como para algunas formas de cáncer, patologías dermatológicas y gastrointestinales. Aunque la obesidad sea una condición clínica individual, se ha convertido en un serio problema de salud pública que va en aumento y ya es el quinto factor principal de riesgo de muerte en el mundo.
Una forma simple de medir la obesidad es mediante el índice de masa corporal (IMC), un dato que se calcula al dividir el peso de una persona en kilogramos por el cuadrado de su talla en metros. (Calcula tu IMC)
Según el IMC, los grados de obesidad se clasifican en:
- 18,5-24,9 kg/m2: Normopeso
- 25-26,9 kg/m2 : Sobrepeso grado I
- 27-29,9 kg/m2: Sobrepeso grado II
- 30-34,9 kg/m2 : Obesidad tipo I
- 35-39,9 kg/m2: Obesidad tipo II
- 40-49,9 kg/m2: Obesidad tipo III o mórbida
- > 50 kg/m2: Obesidad tipo IV o extrema
El “peso ideal”, un concepto poco realista
A la hora de valorar el riesgo para la salud, los nutricionistas suelen confiar más en el cálculo del perímetro abdominal que en el peso concreto o el IMC. Y es que, aunque el índice de masa corporal se utilice para medir el grado de obesidad, hay que tener en cuenta que los valores son generales y los rangos amplios (una misma persona puede estar en el mismo rango con casi 20 kg de peso de diferencia), por lo que tienen gran validez en estudios poblacionales pero no tanto a título individual, ya que en cada persona existen factores que no recogen los resultados. Por ejemplo, la cantidad de grasa de una persona y su contribución al peso total, su distribución y tipología, son también valores a tener en cuenta –como la edad o el estilo de vida– y son así mismo determinantes en la salud de cada persona, más allá de su peso o IMC.
Por tanto, la búsqueda del “peso ideal” conlleva un riesgo, porque depende de muchos factores individuales. Ceñirse simplemente a unas cifras generales puede hacer que se consideren personas cardio metabólicamente sanas a algunas que en realidad no lo están, así como determinar que no están sanas otras personas que realmente gozan de una buena salud. Por no hablar de la presión social que ejerce la búsqueda del deseado “peso ideal”, fruto del actual culto a la imagen y que puede generar sentimientos de baja autoestima, insatisfacción, culpa, aislamiento social o depresión que deriven en ingestas compulsivas, lo que a su vez llevará al abuso de dietas, y que llevados al extremo pueden tener consecuencias graves en la salud, como los trastornos alimentarios.
Por este motivo, además de alejar el concepto de “peso ideal” y sustituirlo por otro más realista, por ejemplo “peso saludable”, siempre se aconseja solicitar la opinión de un profesional de la salud para valorar y pautar las medidas correctas que debemos seguir, de forma individualizada y según nuestra condición, a la hora de regular nuestro peso y cuidar nuestra salud.