Salud y medicina
Diabetes: todo lo que necesitas saber
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Hay dos tipos de diabetes, como probablemente ya sepas. Diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2. Las dos tienen que ver con el metabolismo del azúcar y ambas son enfermedades que deben tomarse muy en serio. En España hay probablemente más de cinco millones de diabéticos, (diabéticos de tipo 2, fundamentalmente), dos de los cuales no saben que lo son.
En los últimos 30 años ha habido un incremento muy notable en el caso de diabetes infantil. Es especialmente preocupante en el caso de niños y adolescentes con diabetes tipo 2, antaño sólo, o casi, presente en personas de más edad. Esta tendencia refleja el aumento de la obesidad infantil. También han aumentado ligeramente los casos de niños con diabetes tipo 1; el porqué de esta última tendencia no está claro del todo.
Aquí te explicamos lo que debes saber sobre estas enfermedades.
Qué es la diabetes
Es una enfermedad de larga duración en la cual el nivel de azúcar en la sangre es más alto de lo normal. Hay dos tipos fundamentales:
- La diabetes tipo 1, o insulino-dependiente. Normalmente se presenta en la infancia o en la temprana juventud (aunque no siempre).
- La diabetes tipo 2, o no insulino-dependiente, que suele presentarse en personas de más de 40 años y también en personas con exceso de peso, aunque se dan cada vez más casos de pacientes más jóvenes.
Hay también otros tipos de diabetes:
Diabetes del embarazo (o gestacional)
Las mujeres pueden desarrollar diabetes durante el embarazo. Normalmente, el trastorno desaparece después del parto, pero haberlo padecido incrementa la probabilidad de padecer más tarde el tipo 2.
Las embarazadas pacientes de diabetes tipo 1 normalmente ven agravada la enfermedad durante el embarazo.
Diabetes secundaria
Se llama así a la diabetes que aparece como consecuencia de otra enfermedad, por ejemplo la inflamación del páncreas, o por el uso de ciertos medicamentos como diuréticos o esteroides (la causa más común).
Qué causa la diabetes
La glucosa es azúcar, por lo que hablar de nivel de glucosa en sangre (o glucemia) es sinónimo de nivel azúcar en sangre. El nivel está regulado por una hormona que secreta el páncreas, llamada insulina.
El nivel de glucosa en sangre aumenta si se da lo siguiente:
- El páncreas produce poca (o ninguna) insulina. Esto da pie a la diabetes tipo 1
- El páncreas produce insulina, pero insuficiente para las necesidades del cuerpo, lo que produce diabetes tipo 2.
Se piensa que la diabetes tipo 2 está relacionada con el estilo de vida occidental, cada vez más sedentario, y con la dieta, puesto que el trastorno es más común entre gente sedentaria y con exceso de peso.
La diabetes gestacional está producida por los numerosos cambios hormonales durante el embarazo y la mayor demanda de insulina que conlleva.
La diabetes secundaria es muy parecida a la diabetes tipo 2. Puede estar causada por daño en el páncreas (por ejemplo por excesivo consumo de alcohol) y por fármacos como los esteroides o los diuréticos, que pueden afectar a la secreción de insulina por el páncreas.
Síntomas comunes de la diabetes
La glucosa es uno de los “combustibles” más importantes que usa el cuerpo. Si éste no produce la necesaria insulina, el nivel de azúcar en sangre aumenta y la glucosa se elimina por la orina.
Si tienes regularmente alguno de los siguientes síntomas, habla con tu médico de familia para que te pida un test de diabetes:
- Más sed de lo habitual
- Necesidad de orinar con frecuencia
- Cansancio
- Pérdida de peso, aunque a menudo aumenta el hambre (especialmente en los casos de diabetes tipo 1)
- Picor, sobre todo en la zona genital
- Infecciones cutáneas recurrentes, como forúnculos o infecciones de orina.
Los pacientes de diabetes tipo 1 presentan habitualmente estos síntomas en días o semanas. En el caso del tipo 2, estos síntomas pueden no aparecer en años. Se dan muchos casos en que la diabetes tipo 2 se descubre por análisis rutinarios.
La genética tiene un papel importante en la diabetes: sobre el 10% de los diabéticos tipo 1 tiene antecedentes familiares, mientras que en el caso del tipo 2, los casos de antecedentes aumentan hasta el 30% de familiares con la enfermedad.
Diagnóstico de la diabetes
Con frecuencia los pacientes de diabetes tipo 2 tienen:
- Antecedentes familiares de diabetes
- Obesidad
- Presión arterial elevada
- Problemas vasculares prematuros, como ataques al corazón e ictus
- Nivel alto de triglicéridos (un tipo de grasa) en la sangre
- Disfunción eréctil (impotencia).
El nivel de glucosa se mide mediante un análisis de sangre:
Test aleatorio de glucosa
Se mide el nivel en dos ocasiones aleatorias. Un resultado igual o superior a 11,1mmol/l (milimoles por litro) o, lo que es lo mismo, 200 mg/dl (miligramos por decilitro) sugieren un diagnóstico de diabetes tipo2.
Test de glucosa en ayunas
Se mide el nivel por la mañana en dos días diferentes. Más de 7,0mmol/l o 125mg/dl sugieren diagnóstico de diabetes
Test de hemoglobina glicosada (HbA1c)
Es un test que se usa para el control de la diabetes, pero también puede determinar si el paciente tiene o no el trastorno. Valores de HbA1c entre 5,7 y 6,4% se considera prediabetes. Valores superiores a 6,5% indican diabetes.
Test de tolerancia a la glucosa
Si el diagnóstico no está del todo claro con los test anteriores, se puede hacer un test de tolerancia a la glucosa, en el que se da a beber al paciente, en ayunas, un brebaje con una cantidad estándar de glucosa (75g). Se toman muestras de sangre antes de beberlo y dos horas después. Los parámetros de este test son:
- A las dos horas, nivel igual o superior a 200mg/dl sugiere diagnóstico de diabetes
- Un nivel inferior a 140mg/dl es considerado normal.
Si el nivel está situado entre los valores citados, se considera que decrece la tolerancia a la glucosa y existe prediabetes.
Los pacientes en estos casos tienen riesgo incrementado de padecer los trastornos asociados a la diabetes, como la enfermedad cardíaca. Las mujeres en esta situación tienen más riesgo de sufrir un aborto espontáneo o de que el feto muera.
Si tienes intolerancia a la glucosa, deberías tomar medidas similares a los diabéticos:
- Adelgazar, si tienes sobrepeso: una bajada del 6 o 7% de peso reducirá las probabilidades de padecer diabetes aproximadamente en un 58% en los próximos 5 años.
- Haz más ejercicio
- Deja de fumar
También deberías someterte a test anuales para controlar la posibilidad de que surja el trastorno.
Tratamiento de la diabetes
La diabetes se trata de dos maneras diferentes:
Dieta
Un parte importante del tratamiento es adelgazar.
Existen dietas especialmente recomendadas en estos casos, pero una dieta equilibrada y sana, vigilando las calorías ingeridas, es válida.
Además, deberías:
- Seguir una combinación de ejercicio y dieta sana (reducir la ingesta de sal, grasas y azúcares, con mayor consumo de fruta y verdura y alimentos de bajo índice glucémico. Es necesario efectuar un mínimo de 150 minutos semanales de ejercicio.
- Medicación con pastillas y/o insulina.
Las inyecciones de insulina incrementan el nivel de dicha hormona en el cuerpo y hacen bajar el azúcar en sangre. Están indicadas en el tratamiento del tipo 1 y en algunos casos del tipo 2.
Las inyecciones suelen ponerse dos veces al día, pero resulta más conveniente ponerse cuatro inyecciones diarias, siempre en función de cada paciente. Puede ir combinadas con tratamiento con pastillas (tratamiento oral) si es necesario.
Tratamientos vía oral
Existen diferentes tratamientos vía oral, dependiendo de lo que se pretenda en concreto:
- Tratamientos que aumentan el nivel de insulina que secreta el páncreas
- Los que incrementan la acción de la insulina en el cuerpo
- Otros retrasan la absorción de glucosa en el sistema digestivo
- Algunos suprimen una hormona, llamada glucagón, que secreta el páncreas e impide que la insulina “trabaje”
- Otros incrementan la cantidad de glucosa en la orina, bajando por tanto el nivel en sangre (y contribuyendo a la pérdida de peso).
Los diferentes tratamientos que se apliquen dependen de cada caso.
Manejo de la diabetes
En diabéticos tipo 1, el control de la glucosa en sangre puede hacerse fácilmente en casa, con un pequeño dispositivo. Dependiendo del resultado, podría ser necesario ajustar la dieta, aumentar la cantidad de ejercicio o ajustar las dosis de insulina.
El diabéticos tipo 2, el test de glucosa es necesario sólo si el paciente se inyecta insulina.
A largo plazo, la diabetes se controla con chequeos rutinarios en laconsulta del especialista. El propósito es determinar si el tratamiento es satisfactorio y evaluar si existe algún indicio de que puedan surgir complicaciones, como problemas renales u oculares.
Los test para detectar complicaciones suelen hacerse anualmente, mientras que los controles rutinarios se hacen cada tres o seis meses, según indicación del médico.
Control rutinario de la diabetes
Durante un control de rutina, lo normal es:
- Tomar una muestra de sangre para monitorizar la HbA1c (la hemoglobina glicosada) en sangre
- Evaluación de la dieta seguida
- Tomar la presión arterial
- Comprobación del peso
- Otros test (si el médico lo cree oportuno)
Control anual de la diabetes
Durante el control anual, el médico habitualmente pedirá un análisis de sangre en el que pedirá:
- El nivel de la hemoglobina glicosada (HbA1c). El nivel óptimo es variable, dependiendo de tu edad y de otros posibles problemas médicos
- El nivel de colesterol en sangre
- Niveles de sodio, potasio y diversas sales para comprobar la función renal.
Además:
- Medirá la presión arterial (idealmente, un diabético no debería pasar de 140/80)
- Análisis de orina, para determinar la posible presencia de una proteína (albumina) lo que indicaría daño renal
- Examen de los pies, evaluando la circulación sanguínea en varios puntos y las sensaciones registradas, por si hubiera neuropatía (daño en los nervios)
- Comprobará el peso
- Comentará los hábitos de ejercicio del paciente.
Finalmente, si sospecha daño en los ojos, pedirá al especialista un examen de la retina.
La diabetes a largo plazo
La serie de posibles complicaciones de la diabetes, tanto de la del tipo 1 como del tipo 2 es larga (ver a continuación) pero el riesgo de padecerlas se reduce drásticamente si se controlan adecuadamente la propia glucosa en sangre, el colesterol, la presión arterial y si el paciente deja de fumar.
Complicaciones agudas de la diabetes
Las complicaciones principales son:
- Bajo nivel de glucosa (llamado hipoglucemia), causado por el tratamiento con insulina o con fármacos hipoglucémicos que incrementan la secreción de glucosa en el páncreas.
- La cetoacidosis diabética, que es muy grave y que puede acabar con la vida del paciente. Se produce por falta de insulina y cuando el cuerpo descompone las grasas demasiado rápido, el hígado convierte las grasas en cetona, que vuelve ácida la sangre. Se presenta habitualmente en la diabetes tipo 1, pero puede también darse en el tipo 2.
Complicaciones a largo plazo de la diabetes
Las más importantes complicaciones incluyen las siguientes:
- La retinopatía diabética, que puede acabar causando ceguera
- La nefropatía diabética, que puede causar un fallo en la función renal
- La neuropatía diabética, que puede causar úlceras e infecciones en los pies
- Ateroesclerosis (endurecimiento de las arterias). Se da particularmente en fumadores y en pacientes con presión arterial elevada y niveles altos de grasas (triglicéridos) en sangre
Estas complicaciones no se presentan habitualmente antes de 10 – 15 años en diabéticos de tipo 1.
En diabéticos de tipo 2, los síntomas pueden presentarse muy pronto tras el diagnóstico (dado que la enfermedad puede estar largo tiempo sin detectarse).
Hay muchos estudios recientes que muestran que el buen control de la glucosa puede reducir, e incluso eliminar, el riesgo de padecer complicaciones. El buen control de la glucosa supone mantenerla tan cerca de los parámetros considerados normales como sea posible.
Nuevos estudios, asimismo, muestran la necesidad imperiosa de reducir el riesgo de aterosclerosis. La razón subyacente es que los diabéticos tipo 2 tienen un riesgo entre cuatro y cinco veces mayor de sufrir problemas circulatorios graves, como ataques al corazón o ictus.
Los factores que incrementan dichos riesgos son:
- Fumar
- Presión arterial elevada
- Niveles altos de grasas (colesterol, triglicéridos) en sangre.
Con el control adecuado de la glucemia y eliminando los factores de riesgo anteriores, los pacientes de diabetes pueden hacer una vida completamente normal.