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La regresión del sueño infantil
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Justo acaba de llegar ese dulce momento en que parece que el niño ha cogido el hábito de sueño deseado y ya duerme toda la noche sin interrupción… y aparece la regresión del sueño.
Si pasas por un momento –que ya dura semanas– en que el bebé no acaba de centrarse y se despierta con frecuencia, puedes estar totalmente desmoralizada, por no hablar del agotamiento. Pero el hecho de saber por qué sucede y qué puedes hacer te puede ayudar a suavizarlo.
Cuánto necesitan dormir los niños
El tiempo es muy variable de un niño a otro y también de un mes a otro. Un recién nacido duerme más o menos 17 horas al día, mientras que al año de edad lo hará 13 horas. Los niños duermen más tiempo de noche y algunos ratos más durante el día; pero unos dormirán menos de noche y más durante siestas a lo largo del día. Pero… también es normal que un niño de 12 meses no duerma toda la noche de un tirón. Definitivamente, no hay una pauta fija y cada niño es único.
Qué es la regresión del sueño
Cuando un niño está durmiendo bien y de repente se despierta con frecuencia, evitando el sueño y resistiéndose a las siestas, se habla de regresión del sueño. Es normal que suceda varias veces a lo largo de los dos primeros años de su vida.
Qué causa la regresión del sueño.
Piensa en las cosas que a ti te pueden dificultar el sueño: dolor, estrés, incluso hambre. Pues es lo mismo en el caso de los niños, pero con una circunstancia agravante, que es el intenso período de aprendizaje y desarrollo por el que está pasando.
Te contamos algunas causas que desencadenan el trastorno:
- Fases de crecimiento acelerado
Los niños crecen un poquito cada día, pero hay fases en que crecen más. Les puede dar hambre, y esa puede ser una causa: se despiertan porque necesitan calorías.
- Desarrollo normal
Sentarse, gatear, andar, hablar son hechos muy estimulantes y cambian la percepción que tienen de su entorno, de su mundo. Es normal que se presente regresión del sueño en momentos concretos de cambio.
- Cambios en las rutinas
Con cada nueva experiencia, el bebé incrementa su actividad cerebral. Cambios como la guardería, mayor separación de sus cuidadores habituales, viajes… suponen variaciones de su rutina y pueden desencadenar una regresión.
- Los dientes
Son una pesadez, los dientes. Tardan semanas en aparecer y tan pronto uno lo hace, hay otro en camino. Todos sabemos cuánto puede doler un diente, de modo que no hay duda de que puede causar que durante el proceso el niño se despierte.
- Enfermedades
Una fiebre, un dolor de cabeza o de tripa pueden causar que el niño se despierte. Cuando el problema cede, pueden volver a su pauta anterior de sueño, pero también puede suceder que la regresión dure un cierto tiempo.
A qué edad aparece la regresión del sueño
En realidad puede aparecer a cualquier edad. Basta mirar a la lista de posibles causas para ver hasta qué punto es impredecible. Con todo, hay determinados periodos en que es más probable que se produzca, generalmente relacionados con ciertos momentos de su desarrollo y crecimiento:
- Regresión de los cuatro meses
A esa edad empiezan a cambiar las pautas de sueño. El bebé está saliendo de la somnolencia constante del recién nacido y empieza a diferenciar la noche del día. Puede tardar más en dormirse profundamente y se puede despertar porque tiene hambre, algún síntoma dental y esa nueva habilidad de rodar en la cuna.
- Regresión de los 8 – 10 meses
A eso de los nueve meses es frecuente una regresión del sueño. El bebé se mueve más, puede gatear o tratar de levantarse. Él o ella tiene mayor conciencia del mundo y empieza a comprender la importancia del entorno. Pueden experimentar ansiedad por la separación del cuidador o cuidadora habitual.
- Regresión de los doce meses
A esa edad quizá ya anda, o está próximo a hacerlo. Este gran hito en su desarrollo puede desencadenar una regresión. Muchos niños no pasarán por ella.
- Regresión del año y medio
A esta edad, las necesidades de sueño se reducen, y el niño podría limitarse a una siesta durante el día. Esto puede afectar a las pautas de sueño y conllevar que se despierte de noche. A menudo están con la primera dentición, experimentan la ansiedad de la separación y aprendiendo a decir “no”.
- Regresión de los dos años
Puede producirse una regresión a esta edad. De nuevo, hay múltiples cambios –factores– a quienes culpar, con la educación para ir al cuarto de baño, cambio a una cama mayor y diferencias del trato que reciben a la cabeza de ellos. Los terrores nocturnos o las pesadillas pueden también ser la causa.
Cómo les afecta
Todos los bebés son diferentes y tú conoces al tuyo mejor que nadie. Estás aprendiendo sobre sus horas de sueño; conoces los pequeños gestos que revelan que están cansados y qué es lo más adecuado para que se duerma. Y cuando aparece la regresión podrías notar lo que sigue:
- El niño se resiste a la siesta
- Tarda más en dormirse, y parece luchar contra el sueño
- Se despierta frecuentemente, por las noches
- Llora y se queja cuando se despierta y no puede dormirse de nuevo
- Está de mal humor durante el día.
Cuánto dura la regresión del sueño
Por supuesto, es muy frecuente que el niño pase una mala noche o dos, pero la regresión como tal suele durar entre dos y seis semanas. Depende de la causa… y puede parecer una eternidad.
Cómo sé que se trata de una regresión
Tú, que eres quien mejor conoce a tu niño, averiguarás probablemente si se trata de una regresión, y lo harás rápidamente. Cuando le prodigas tus caricias habituales y notas que nada parece surtir efecto la posibilidad es real. Puedes notar de repente que el niño ha crecido o que está repentinamente alerta más activo. Y notarás que las noches en blanco duran ya un par de semanas y los padres están cada vez más cansados.
Es importante asegurarte de que no le pasa nada, que no tiene síntomas. Si notas algo de lo que sigue, habla con tu médico:
- Temperatura alta, o anormalmente baja
- Come mal
- Tiene los pañales secos (lo cual sugiere deshidratación)
- Está somnoliento y como flácido
- Llora constantemente
- Respira aceleradamente
- Tiene manchas en la piel.
Qué puedes hacer ante una regresión
Lamentablemente n hay varitas mágicas, pero hay cosas que puedes intentar y merece la pena tenerlas presentes:
- Recuerda que es temporal. Llegará a su fin. Es normal y por supuesto no debes culparte.
- Mantén tus propias rutinas relajantes antes de acostarte
- Procura evitar que el bebé se agote, pues podría dificultar más el sueño. Podría necesitar una siesta adicional o irse antes a la cama.
- Prueba a darle una toma (biberón, papilla) adicional antes de acostarse. Podría funcionar, aunque sería temporal, pues podría deberse a un brote de crecimiento.
- Prueba a dormirle. Es una cosa muy personal, solo tú sabes cómo. Echarte a su lado, dormirle en brazos o simplemente estar en el mismo cuarto… hazlo de modo que te sea cómodo.
- Pide ayuda, llegado al caso. Un amigo o un familiar tuyo podrá quedarse una tarde con el niño y échate una siesta reparadora.
La regresión del sueño puede ser dura para los padres. Verte privado de sueño puede volverte impaciente, irritable y de mal humos. Como siempre te decimos, sé amable contigo mismo. Si lo necesitas, pide ayuda, como te acabamos de decir y tómate una tarde libre. Y recuerda: esto no es más que una fase y saber que acabará te ayudará a superarla.