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Todas las alternativas al seguro de decesos

alternativas al seguro de decesos

Si hay algo que tenemos claro en este mundo es que todo lo que empieza, acaba, y el ser humano no es una excepción. Además, por suerte o por desgracia, este momento es desconocido para cualquiera; lo que sí sabemos es que será inevitable. Para que sus costes no supongan una carga económica para la familia, lo habitual en nuestro país es contratar el seguro de decesos. De este modo, todos los gastos del sepelio estarán cubiertos. Pero, ¿sabías que esta no es la única opción? Hoy te contamos cuáles son las alternativas al seguro de decesos

¿Qué es un seguro de decesos?

Los seguros de decesos son aquellas pólizas que se encargan de cubrir todos los gastos que representan los servicios funerarios o, al menos, una gran parte de ellos. Como sucede con cualquier otro seguro, las condiciones son variables de una compañía a otra y, a la hora de la contratación, se pueden escoger las coberturas que se desean incluir, que serán más o menos amplias en función de las necesidades o los deseos que tenga cada persona. 

Tras la contratación, la persona tomadora del seguro comenzará a pagar una serie de cuotas, con las que, una vez llegado el fallecimiento, se cubrirán todos los costes que implique el sepelio y todas las operaciones que puedan ser necesarias para proceder con el mismo. Estos suelen hacer referencia a tres gestiones en concreto. 

Repatriación

En primer lugar, la repatriación, que significa el traslado de la persona fallecida a su país cuando la muerte se produce mientras está en el extranjero. 

Servicios funerarios

En segundo lugar, todo lo que implica el servicio funerario, como son el féretro, el coche fúnebre, el velatorio, las flores o el procedimiento elegido, como el entierro o la inhumación.

Gestiones administrativas

Junto a ambos, las gestiones administrativas; al tratarse de una situación delicada, la compañía aseguradora se encarga de proceder con todos los trámites necesarios, como la solicitud del certificado de defunción, de la pensión por viudedad o equivalente que corresponda, la inscripción en el Registro civil, la baja del libro de familia o la gestión de los testamentos, entre otros.

En nuestro país, la contratación de este seguro es muy habitual y está presente en más del 70% de las personas fallecidas. Sin embargo, existen alternativas al seguro de decesos, que si bien no siempre tienen por qué ser las más recomendables, siempre viene bien conocerlas para poder elegir la más adecuada para cada familia.

Principales alternativas a un seguro de decesos

La finalidad que persigue cualquier póliza de seguros es la de ofrecer protección a la familia, tanto por los costes que pueda suponer el sepelio, como hemos indicado, como por lo que implica la ausencia de los ingresos que proporcionaba la persona tomadora y asegurada.

Cuando se opta únicamente por el seguro de decesos, solo se impide ocasionar una carga económica a la familia, pero en ningún caso cuentan con una cobertura para hacer frente a los gastos y obligaciones a los que tengan que continuar haciendo frente.

Por este motivo, una de las alternativas al seguro de decesos es el seguro de vida. Aunque quizás deberíamos hacer referencia a este como un complemento, ya que los costes del sepelio no quedan incluidos.

¿Y qué ventaja es la que ofrece esta contratación y que constituye la diferencia entre el seguro de vida y el de decesos? Pues que aquí las personas beneficiarias que haya designado la que está asegurada recibirán una indemnización económica acorde con el capital que se haya suscrito. Pero no solo eso, sino que también existe la opción de incluir la invalidez absoluta o la permanente, cuando van asociadas a un accidente.

Las condiciones también son variables, ya que cada compañía aseguradora tiene sus propias características y la persona titular podrá escoger los complementos que desee para ofrecer la mayor tranquilidad que sea posible a la familia.

La segunda de las alternativas al seguro de decesos es hacerse cargo directamente de los costes que acarre una vez llegue el momento. No obstante, estos gastos oscilan entre los 3.500€ y los 6.000€, y habrá que asegurarse de que quien tenga que encargarse de la gestión disponga de esas cantidades. Por lo tanto, salvo que se haya acordado previamente cómo actuar y que los costes se hayan dejado cubiertos, morir sin el seguro de decesos puede poner en riesgo la situación financiera de la familia.

Cuándo se debe contratar un seguro de decesos

Dado que, como hemos indicado, el seguro de decesos cubre únicamente los costes del sepelio, optar por esta contratación cuando aún se es joven puede implicar que se acabe pagando a la compañía de seguros una cantidad más elevada de lo que realmente corresponde.

Por lo tanto, lo ideal es contratarlo cuando se entra en una edad algo más avanzada o bien optar por este como complemento del seguro de vida, de manera que además de tener todo cubierto, se reciba una indemnización.