Salud y medicina

10 falsas creencias sobre las alergias

Cada vez hay más alergias y también más desinformación. Nos cuenta Google que registra anualmente más de cien millones de búsquedas con la palabra alergia. Y basta ponerse a navegar para ver la enormidad de mensajes inadecuados, remedios milagrosos, falsos gurúes, terapias naturales (por ejemplo a base de calabacines)… Todo ello sin ningún soporte médico.

A continuación extractamos un estudio llevado a cabo por un grupo de expertos en el Reino Unido que aclara algunos conceptos populares y… erróneos.

Una intolerancia alimentaria es una alergia

Algunos trastornos de difícil diagnóstico, incluidas las intolerancias alimentarias pueden confundirse con alergias, por su similitud de síntomas. Y no lo son, puesto que no afectan al sistema inmune.

Un estudio realizado en el Reino Unido mostraba que un 34% de los padres reportaban alergias alimentarias en sus hijos, pero en realidad sólo el 5% lo eran. Las personas intolerantes pueden tomar pequeñas cantidades de las comidas que no toleran. Los alérgicos, en cambio, reaccionan ante mínimas porciones, con respuestas inmediatas, potencialmente peligrosas.

Los “E-número” y los conservantes causan alergias

Eso que leemos en los envases, una letra E seguida de un número, nos suele preocupar porque “es un aditivo”. En efecto, lo son, pero son aditivos alimentarios considerados seguros por las autoridades europeas en materia de alimentación. Algunos son vitaminas: el E-300 es vitamina C y el E-101, vitamina B2.

Curiosamente, las únicas alergias a E-números que se han descubierto las han causado productos naturales que contenían proteínas. Las alergias las desencadenan las proteínas, de ahí la rareza de que aparezca una alergia a una sustancia que no lo es.

Le excepción la constituyen los sulfitos, E-220-229, usados desde tiempos inmemoriales para la conservación del vino y otros alimentos. Se les achaca ser los causantes de las alergias al vino. En realidad, existen las alergias a los sulfitos, pero son muy raras.

El contacto con químicos naturales produce un incremento de las alergias

Estamos obsesionados por evitar cualquier aditivo o producto artificial en nuestra dieta, optando por lo natural. Y volvemos a lo que decíamos en el punto anterior. En realidad esto incrementa el riesgo de alergias. Un ejemplo: eliminar los componentes sintéticos del jabón, sustituyéndolos por trigo, producirá reacciones alérgicas en personas que lo son al trigo.

Hay que mencionar que los productos sintéticos de igual estructura que sus homólogos naturales (como el látex sintético) producirán la misma reacción en alguien alérgico al látex natural.

La acumulación de sustancias tóxicas produce alergias

Circulan informaciones falsas en el sentido de que las alergias se desencadenan por acumulación de productos tóxicos, que llegan a un punto crítico de saturación. Aditivos químicos o alimentos procesados, por ejemplo. La teoría sería que ciertas toxinas, así como los azúcares procesados, causan un estado de inflamación crónica, provocando el desarrollo de alergias. La realidad es que, si bien cualquier factor que altere el microbioma puede cambiar el riesgo de alergias, no hay evidencia de asociación entre toxinas y alergias. Si apareciera inflamación, se debería a una reacción diferente de una alergia.

Cada reacción será peor que la anterior

Es falso que cada reacción alérgica empeore la anterior. Hay muchos factores que intervienen en la gravedad de un ataque de alergia: la cantidad de alérgeno o el tiempo que se permanece expuesto a él. Y factores externos como el alcohol, el estrés, problemas de sueño, drogas… no se sabe por qué, pero resulta que estos factores empeoran los ataques. Pero no la existencia de ataques anteriores.

Los tratamientos naturales son mejores que las medicinas

En herbolarios y tiendas especializadas se vende jalea real como un tratamiento natural a las alergias estacionales. No existe evidencia alguna de su efectividad. Y diremos aún más: puede ser peligroso sustituir un tratamiento (como un esteroide para el asma) por alguno de estos productos que, a su vez, pueden hasta ser alergénicos. Hay casos de pacientes con graves shocks anafilácticos producidos por jalea real. Por no hablar de lo caros que son…

La miel cura la alergia primaveral

Algunos productores de miel aseveran que, dado que la miel contiene trazas del polen de las flores donde liban las abejas, puede in des-sensibilizando paulatinamente a quienes la consumen. Esto es poco verosímil, dado que la mayoría de las alergias no proceden del polen de las flores, sino del de los céspedes, praderas y algunos árboles.

Hipoalergénico es lo mismo que sin alergenos

Y no, no es lo mismo. Los productos que se anuncian como hipoalergénicos es que sus componentes son menos proclives a provocar alergias por comparación con otros no anunciados así. Un producto que afirma estar “testado dermatológicamente” se ha probado en la piel de voluntarios que no son habitualmente alérgicos, en lugar de hacerlo en quienes lo son.

A fecha de hoy, no existe regulación o norma alguna a este respecto, de modo que todo se basa en la relación de confianza entre consumidor y productor.

Hay mascotas hipoalergénicas

Nada más falso que afirmar que un perro o un gato está libre de alergenos. Estos se suelen localizar en la caspa de la piel, o de la saliva en el caso de los gatos.

Dado que la caspa es piel seca que se desprende constantemente, es imposible asegurar que el animal esté libre de ella. Aunque desde luego que hay perros y gatos de razas menos alergénicas que otros.

Las alergias a mascotas son difíciles de centrar. Algunos pacientes serán sensibles a ciertas mascotas y otros en cambio no reaccionarán ante ellas.

Se puede proteger el sistema inmune del bebé

Sabemos demasiado poco de este tema como para andar enredando. Exponer intencionadamente al bebé a ciertos alergenos puede ser peligroso, por lo que no es recomendable emprender experimentos. Por ejemplo, se ha comprobado que exponer a niños con eczema a proteínas de cacahuetes en bajas dosis conlleva un riesgo elevado de crear alergia a los cacahuetes.

Con todo, podría ser cierto en temas muy específicos, pero, repetimos, no es prudente tomar acción alguna.

Bibliografía

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000817.htm
https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/trastornos-inmunol%C3%B3gicos/reacciones-al%C3%A9rgicas-y-otros-trastornos-de-hipersensibilidad/alergias-alimentarias