Bienestar

Cuidado de los pies en verano: Mantén tus pies suaves y saludables

El cuidado de los pies debe realizarse durante todo el año, puesto que, aunque tienden a ser los grandes olvidados, se trata de una zona muy delicada. Sin embargo, en los meses de más calor, hay que extremar dichos cuidados, así como tomar precauciones para protegerlos de las altas temperaturas y del sol. Si quieres conocer cuáles son los problemas más habituales de los pies en verano y cómo evitar que te suceda, solo tienes que seguir leyendo. 

Problemas comunes en los pies durante el verano y cómo prevenirlos

Hay varias razones por las que el cuidado de los pies se debe extremar en el verano, y es que además de la exposición solar por el calzado abierto o porque tomamos el sol, también incrementamos las actividades al aire libre, caminamos por superficies calientes y el propio calor hace que suden más de lo habitual. Todo ello hace que puedan aparecer una serie de problemas:

Durezas y callosidades

Caminar descalzos por lugares como las playas o los paseos marítimos facilita el desarrollo de durezas y callos en la piel, al tratarse de superficies ásperas. Para el cuidado de la piel y durezas, hay que llevar siempre algún tipo de calzado que sea cómodo y que proteja a los pies del calor. Una vez en casa, es conveniente una exfoliación para eliminar las células muertas y aplicar crema hidratante para evitar la deshidratación de la piel.  

Quemaduras solares

Cuando te aplicas protector solar antes de salir a la calle o ya en el exterior, ¿recuerdas aplicarlo también en tus pies? Rara vez nos acordamos de la parte superior del pie y de los dedos y también son susceptibles de quemarse. Ten en cuenta que esta piel es además muy fina, por lo que las quemaduras se producen en poco tiempo. 

Talones agrietados

El calor y la sequedad en el ambiente son responsables de las grietas que aparecen en los talones. No solo se trata de una cuestión estética; cuando las grietas van incrementando la profundidad, llegan a ser dolorosas. Para prevenir su aparición, aplica regularmente cremas específicas para los talones agrietados y elimina regularmente las durezas con piedra pómez o con una lima. 

Espolones calcáneos

Las sandalias resultan muy atractivas, pero cuando son demasiado planas ocasionan otros problemas. Uno de ellos son los espolones calcáneos, que son un crecimiento en el hueso del talón que suele asociarse a la fascitis plantar. Para que no aparezcan, elige siempre calzado de calidad y que ofrezca un buen soporte en el arco del pie y amortiguación en el talón. 

Consejos para proteger tus pies del calor y el uso de calzado adecuado

Aunque ya hemos visto que la hidratación y la exfoliación son fundamentales para el cuidado de los pies en verano y la prevención de múltiples problemas, también hay otras medidas eficaces que se pueden tomar. En cualquier caso, si sufres alguno de los anteriores, pero no sientes ninguna molestia, consulta al médico porque quizás padezcas pie diabético

Mantén tus pies frescos

Nuestro cuerpo se regula a través del sudor, dado que es el método con el que contamos para hacer descender la temperatura corporal. Además de la incomodidad que supone, las altas temperaturas en el ambiente incrementan la sudoración, que a su vez puede producir mal olor por el cúmulo de toxinas.

Para mantener tus pies frescos, apuesta en la medida de lo posible por calzado y calcetines transpirables. Estos serán de algodón o de fibras sintéticas con la capacidad de absorber la humedad. 

Elige calzado abierto 

Si bien nos expone a durezas, en los días de más calor es importante usar zapatos que faciliten la ventilación del pie. De este modo, se mantendrán secos y se evitará la aparición de hongos. Aunque el plástico suele ser el material más habitual hoy en día en la fabricación por su bajo coste, es preferible apostar por el cuero o la lona; evitan la acumulación de humedad y facilitan la evaporación del sudor. 

Protégete del calor extremo

Todos hemos corrido alguna vez en la playa para llegar al agua sin quemarnos, y aunque puede resultar divertido si es algo puntual, nuestros pies se resienten y pueden sufrir quemaduras. Apuesta por sandalias específicas para el agua o lleva siempre calzado si es pavimento

Busca calzado con buen soporte

El calzado no solo protege los pies, sino también nuestra espalda. Tanto en verano como en invierno, debemos elegir opciones con soporte en la zona del arco y con la suficiente amortiguación para absorber el impacto de cada pisada. Verifica también que la talla es la correcta, ni muy ajustado ni muy suelto; en ambos casos provocará rozaduras. 

Cuidado y prevención de ampollas, hongos y otras

Además de los problemas que mencionamos que suelen aparecer en verano, hay otros más difíciles de tratar y que pueden llegar a complicarse. Son las ampollas y los hongos. Las primeras son sacos llenos de líquido en la capa más externa de la piel y que resultan muy dolorosos. Además, son muy delicadas, ya que pueden romperse con facilidad. Aparecen por la fricción con el calzado o por andar por superficies ásperas. 

Los hongos, por el contrario, se deben a la presencia de humedad. Suelen crecer en piscinas y duchas públicas, y el pie de atleta es el caso más habitual. Para evitarlos, basta con utilizar calzado impermeable en estos espacios y secarse bien los pies después de cualquier baño. Otras medidas son el cambio regular de calcetines y el uso de polvos antifúngicos.