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¿Qué es la nefrología?

La nefrología es una rama de la medicina que se centra en el estudio y tratamiento de las enfermedades relacionadas con los riñones. Las patologías relacionadas con estos están incrementando tanto a nivel nacional como mundial, y a menudo van asociadas a otras como la diabetes y la presión arterial alta. En este artículo, veremos en qué consiste esta especialidad médica y cuáles son las enfermedades renales más frecuentes. 

Nefrología: ¿Qué es?

La nefrología es una especialidad médica, cuyo ámbito de actuación es la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las patologías asociadas a los riñones y a las funciones que estos desempeñan. Estos órganos tienen como función principal filtrar la sangre, para eliminar todas las toxinas y desechos que esta contenga. Además, se encargan de mantener un equilibrio entre los líquidos y la cantidad de electrolitos que hay en el organismo. 

En nuestro país, la enfermedad renal crónica, o ERC, es una de las principales causas de mortalidad. De acuerdo con las cifras de la Sociedad Española de Nefrología, el 15% de la ciudadanía ya está afectada por ella, con un crecimiento del 30% en los últimos diez años. Este incremento también se ha producido en otros países del mundo. De continuar al alza, se espera que para el 2040, pase de estar entre las diez causas principales de mortalidad a situarse entre las cinco primeras. 

Funciones del nefrólogo

El médico especialista en esta materia es el nefrólogo, pero a menudo se suele confundir su rol con el del urólogo. Este último profesional está especializado en el aparato urinario y retro-peritoneo en ambos sexos, así como en las enfermedades relativas al aparato genital masculino. Por el contrario, la nefrología abarca una región anatómica mayor. 

Dentro de las patologías que trata este especialista destacan

Infecciones de orina. Hematuria, que es sangre en aquella, o proteinuria, o presencia de proteínas.

– Nefritis o inflamación del riñón o cálculos. 

– HTA y daño vascular.

– Enfermedades de diversa índole que afectan a los riñones.

– Alteraciones de la función renal alterada.

– Insuficiencia renal crónica.

– Tratamientos de diálisis y otros de depuración de sangre. 


¿Cuándo consultar a un nefrólogo?

La visita al nefrólogo vendrá indicada por el médico de atención primaria. Esta persona será la encargada de identificar los problemas que se padecen en la función renal o aquellas patologías que están afectando a los riñones y su funcionamiento. Una vez se detectan, se derivará al paciente a la especialidad de nefrología, donde se revisará la sintomatología, se realizará el diagnóstico concreto y se marcarán las pautas para el tratamiento pertinente. 

Diagnóstico y tratamiento en nefrología

Para poder proceder con un diagnóstico, el especialista realizará diferentes pruebas. Por ejemplo, un examen físico inicial; análisis de sangre para valorar los niveles de creatinina, urea, azúcar, colesterol y electrolitos, así como el filtrado de los riñones; análisis de orina, para medir la albúmina, que es la proteína; tomografías o resonancias magnéticas de los riñones, o biopsias, para estudiar posibles anomalías. 

La combinación de pruebas permite identificar un posible fallo renal y el grado de este y los niveles de filtración, que son imprescindibles para la correcta eliminación de desechos y líquido. Con estos resultados, se marcará el tratamiento idóneo para cada persona en particular. 

Enfermedades renales comunes

Las enfermedades renales o nefropatías son aquellas condiciones que afectan a la estructura y al funcionamiento de los riñones, en concreto a las nefronas. Su función es la de filtrar la sangre, por lo que cuando se ven alteradas, aparecen diferentes patologías. Aquellas personas que padecen diabetes, presión arterial o antecedentes familiares de problemas renales tienen mayor predisposición a sufrir enfermedades de los riñones. Las más habituales son las siguientes:

Enfermedad o insuficiencia renal crónica, que es la pérdida de filtración glomerular. Es degenerativa e irreversible y afecta ya a más del 20% de las personas mayores de 60 años. Las causas suelen ser la hipertensión y la diabetes, pero también trastornos autoinmunitarios.

Cáncer de riñón. En su etapa inicial no da síntomas, pero a medida que avanza la neoplasia maligna, puede haber sangre en la orina, dolor constante en un costado, fiebre, fatiga y pérdida del apetito.

Cálculos renales o piedras en el riñón. Se trata de masas formadas por sales y minerales, que en grandes concentraciones, se cristalizan y se acumulan en el tracto urinario. Pueden llegar a medir 2cm. Si son pequeños, se expulsan por la orina, pero si son mayores se necesitan fármacos o una intervención quirúrgica.

Glomerulonefritis. Afecta a los glomérulos, que son vasos sanguíneos dentro de los riñones. Produce sangre y espuma en la orina, así como hinchazón en el cuerpo. Suele requerir diálisis y trasplante. 

Síntomas de problemas renales

La sintomatología de los problemas renales va a variar en función de cuál sea la patología que se padece. Por lo general, suele haber sangre en la orina, cambios en su frecuencia y apariencia, hinchazón en las extremidades, dolor lumbar, fatiga y presión arterial elevada, entre otros. 

Ante cualquier anomalía, hay que dirigirse al médico de cabecera para que haga una valoración y derive a los especialistas en nefrología. 

Bibliografía

https://www.riojasalud.es/servicios/nefrologia/articulos/que-es-la-nefrologia