Salud y medicina, Sexualidad

Por qué tengo sequedad vaginal

Como su nombre indica, la sequedad vaginal es un trastorno que produce la falta de los jugos naturales que mantienen la vagina lubricada y sana. Es muy frecuente después de la menopausia, por la falta de los estrógenos, que globalmente constituyen las hormonas responsables de la aparición de los caracteres sexuales propios de las mujeres. Su aparición tiene lugar durante la pubertad y desaparece tras la menopausia.

Más del 45% de las mujeres la padecen tras un tiempo (variable, desde meses hasta dos o tres años) después de la última menstruación.

Síntomas de la sequedad vaginal

Aparte de la sequedad, los síntomas habituales son:

  • Comezón, un picor molesto
  • Irritabilidad de las mucosas que recubren el interior de la vagina
  • Mal olor
  • Secreciones anómalas
  • Dolor y sangrado durante y después de las relaciones sexuales. La falta de lubricación dificulta la penetración, produciéndose un roce que genera una abrasión. A su vez, esta abrasión puede producir ardor al orinar, trastornos de la vejiga e infecciones (cistitis).

Por qué se produce

Cabe distinguir entre causas orgánicas y causas debidas a problemas de salud específicos.

Por causas orgánicas

La bajada de los niveles de estrógenos, que es la causa más habitual. La secreción natural de los fluidos es variable a los largo del ciclo menstrual y precisamente durante la menstruación se reduce notablemente la secreción, o sea, la lubricación.

  • El embarazo y la lactancia. Durante ambos períodos, las hormonas femeninas se ven alteradas y, entre otras, disminuye la producción de estrógenos que, como hemos visto, genera una disminución de los fluidos vaginales. Durante la lactancia, entra en escena una nueva hormona, la prolactina, que provoca la aparición de la leche materna, pero que también inhibe la producción de estrógenos.

En ambos casos, cuando la situación vuelve a la normalidad se recupera la producción habitual de estrógenos.

  • La menopausia. Al cesar la función de los ovarios, la producción de estrógenos disminuye, las glándulas vaginales se contraen y se reduce la lubricación vaginal, ocasionando la sequedad, hasta el punto de dificultar las relaciones sexuales a la vez que aumenta el riesgo de infecciones.

Por problemas de salud concretos

Entre ellos:

Infecciones del área vaginal, o vaginitis. Puede estar causada por

  • el uso de un DIU (dispositivo intrauterino) o de un diafragma
  • el látex (de los preservativos, por ejemplo)
  • los espermicidas

Con estas infecciones se suelen provocar picores e irritación, inflamación o dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales, que puede llegar a imposibilitarlas). En general, aparece un fluido anómalo, más espeso y de mal olor.

Uso de algunos medicamentos, como:

  • la píldora anticonceptiva
  • algunos tratamientos contra el cáncer
  • los antidepresivos
  • algunos medicamentos para el tratamiento de trastorno estomacales
  • algunos antihipertensivos
  • el tabaco. Las fumadoras muestran niveles de lubricación menores.

Diabetes, sobre todo en los pacientes con mal control de azúcar en sangre. Puede deberse tanto a una neuropatía (un problema de sistema nervioso que inhibe la respuesta a la estimulación sexual), como a un daño de los vasos sanguíneos, que afecta a las paredes vaginales y provoca la disminución del flujo.

Productos de higiene íntima, como jabones o lociones vaginales.

Síndrome de Sjögren (un trastorno del sistema inmunitario en que aparecen también sequedad de ojos y boca y otros problemas).

Por problemas psíquicos, como:

Estrés, que genera un aumento de cortisol (“la hormona del estrés”), que desequilibra la producción global de hormonas

Falta de estímulo o de interés por el sexo, o bien miedos relacionados con las relaciones sexuales.

Cómo se trata

Como ya hemos dicho, la superación de las causas orgánicas (menopausia, embarazo y lactancia) suele devolver la situación a la normalidad.

Igualmente, el tratamiento y control de las demás causas deben restituir la secreción habitual.

Mientras tanto, en la farmacia podrán recomendarte geles y cremas lubricantes.

Con carácter general, sigue una rutina de higiene que incluya un jabón suave, específico para la zona, y evita las lociones y productos similares.

En cualquier caso, es aconsejable la visita al ginecólogo, que determinará mediante un análisis de sangre tu perfil hormonal, por si existe algún desequilibrio, que dirigiría al médico al tratamiento más adecuado, ya sea la aplicación de productos con estrógeno directamente en la vagina, o bien el tratamiento hormonal sustitutivo.

Bibliografía

https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-sequedad-vaginal-13102034
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002142.htm