Ejercicio, Vida Sana

Deportes de verano: Cómo practicarlos de manera segura

El aumento de las temperaturas y el incremento en el número de horas de luz hacen que los deportes de verano sean una de las principales apuestas para la temporada estival. Las propuestas son múltiples, así como los beneficios físicos y mentales. Sin embargo, para disfrutar de estas actividades sin riesgos, no podemos descuidar la seguridad. En este artículo, te dejamos consejos para que tus actividades sean seguras.

La importancia del calentamiento

Antes de embarcarse en los deportes en verano, hay que realizar un calentamiento. Este no entiende ni de actividades ni de temporadas, puesto que su objetivo es incrementar el ritmo cardíaco y el flujo sanguíneo en los músculos, así como la flexibilidad en las articulaciones. De este modo, se reduce el riesgo de lesión y se mejora el rendimiento en general. Es importante centrarse en los grupos musculares que se van a trabajar con movimientos similares.

Uso de equipo adecuado

La elección del equipo es también importante para practicar deportes veraniegos de forma segura. En deportes como el ciclismo, necesitarás un casco y protectores adecuados. En actividades acuáticas, como la natación o el surf, puede ser interesante usar chalecos salvavidas u otros equipos de flotación, sobre todo si se practican sin compañía. En cualquier caso, el equipo debe estar en buen estado e ir acorde con el tipo de actividad. 

Deportes populares de verano y cómo practicarlos de manera segura

Cada estación cuenta con una oferta diferente de deportes, ya que todo depende de las condiciones del clima. Los deportes veraniegos más populares suelen ser los acuáticos, dado que la temperatura del agua se eleva. Por ejemplo, natación, surf o paddle surf. Pero también voleibol o fútbol en la arena.

Para los acuáticos, se recomienda conocer primero las condiciones del agua o de la zona, ya que puede haber corrientes o rocas no visibles. En la medida de lo posible, es interesante usar chalecos salvavidas y equipos de flotación para deportes veraniegos como el kayak o el paddle surf. Permiten flotar en caso de accidente o de dificultad para nadar. Y para evitar calambres y fatiga en el agua, debemos estirar, entrar gradualmente y mantenernos hidratados.

Los deportes de playa también son interesantes, como el voleibol y el fútbol. Hay que calentar antes y mantenerse bien hidratados durante toda la sesión. Si practicas ciclismo o senderismo, usa siempre el equipo de protección adecuado, verifica el estado de tu bicicleta y lleva suficiente agua.

Protección solar y cuidado de la piel

Durante el verano, el sol tiene una posición que hace que los rayos sean más fuertes porque inciden de forma muy directa. Este tiene el potencial de dañar la piel si no se toman las medidas pertinentes mientras se practica deporte.

Para evitar las quemaduras solares, hay que usar un protector solar de amplio espectro con un factor de protección alto. Es decir, un SPF 30 o superior. Se debe aplicar generosamente en todas las áreas expuestas de la piel al menos 30 minutos antes de salir. Cada dos horas, se debe volver a aplicar, sobre todo si se está en el agua.

En el caso de que se trate de deportes de verano, hay protecciones específicas que son resistentes al agua y al sudor. Además de estas, también se recomienda usar gorros y ropa que reduzca la exposición solar directa. Opta por ropa con protección UV y busca sombra siempre que sea posible.

Prevención de lesiones comunes

En los deportes de verano, las lesiones como esguinces, calambres y deshidratación son bastante comunes. Para prevenirlos, solo hay que hacer un calentamiento adecuado y escuchar a nuestro cuerpo para evitar los sobreesfuerzos. Estos son la principal causa de los esguinces y los calambres, que son dos de las lesiones más populares en esta época.

Si se produjera una lesión menor, aplica hielo y eleva la zona afectada. Para lesiones más serias, hay que buscar atención médica de forma inmediata.

Descanso y recuperación

Los deportes en verano son una actividad muy tentadora. Sin embargo, las altas temperaturas hacen que nuestro cuerpo se fatigue en mayor medida. Por esta razón, no podemos descuidar los descansos y la recuperación.

Para evitar el agotamiento y prevenir lesiones, el cuerpo debe descansar. Además, permitimos que los tejidos se reparen y se reduzca la fatiga muscular. Existen técnicas que contribuyen a que esta recuperación sea más rápida. Por ejemplo, los estiramientos, los masajes y los baños fríos. En cuanto a la duración del descanso, debe ser de al menos 24 horas.

Monitorización de la salud

Nuestro cuerpo siempre nos envía señales de advertencia para hacernos saber que estamos llegando a un límite que no conviene traspasar. Por ejemplo, en los deportes veraniegos, los síntomas de un golpe de calor incluyen mareos, náuseas y piel enrojecida. La deshidratación puede causar sed extrema, boca seca y orina oscura.

Si nos encontramos ante este escenario, hay que detener la actividad de forma inmediata, buscar sombra y beber líquidos poco a poco. Y si la forma física no es óptima, se recomienda adaptar el nivel o consultar con un médico para una revisión general.

Conclusión

Para poder disfrutar de todos los beneficios que ofrecen los deportes en verano, hay que ponerlos en práctica con seguridad. Si se siguen todos los consejos y recomendaciones mencionados, como la protección solar, los descansos, la prevención de lesiones y la monitorización de la salud, reduciremos el riesgo de lesiones o accidentes. No obstante, siempre es conveniente consultar con profesionales de la salud y del deporte para obtener orientación específica y adaptada a las necesidades de cada persona.