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¿Qué es el embarazo anembronario? Síntomas y diagnóstico

Qué es un embarazo anembrionario

Es un tipo de aborto espontáneo que se produce cuando el embrión deja de desarrollarse en una etapa muy temprana (o no se llega a formar). En condiciones normales, el embrión se instala en una especie de bolsa llena de líquido llamada saco gestacional. En el caso del embarazo anembrionario, el saco llega a formarse, pero el embrión no se desarrolla. También se llama huevo huero y se habla de “saco gestacional vacío”.

Por qué se produce

Las causas no están claras en absoluto, aunque el problema se relaciona con problemas genéticos bien en el óvulo, bien en el espermatozoide. También puede estar causado por una implantación deficiente del embrión en el útero. En la mayoría de los casos, el óvulo presenta trastornos genéticos, en forma de cromosomas anormales.

Otras posibles causas son:

  • Una infección
  • Problemas endocrinológicos en la madre, o una enfermedad autoinmune
  • Un tejido anómalo en el interior de útero, que lo divide en tabiques.

Qué síntomas produce

El embarazo anembrionario produce en un principio los mismos síntomas que el embarazo normal, como son mamas sensibles, cansancio anormal o náuseas. Pero si el embarazo es anembrionario, los síntomas desaparecen, y su falta puede dar alguna pista a la mujer.

Es una ecografía prenatal (la primera de las tres habituales que se hacen durante el embarazo, habitualmente entre las semanas 6 y 8) la que va a detectar el problema.

Otros síntomas posibles son:

  • Dolores leves en la parta inferior del abdomen
  • Leve sangrado vaginal.

Diagnóstico

Como ya dijimos, es la ecografía de las seis semanas la que mostrará la inexistencia del embrión que tras seis semanas ya es visible.

La falta de síntomas propios del embarazo y el nivel de las hormonas serán los que determinen el diagnóstico. A pesar de que este problema es frecuente, la detección del embarazo anembrionario en la consulta del ginecólogo no es fácil.

Tratamiento

Una vez comprobada la inexistencia de embarazo, el saco gestacional puede expulsarse espontáneamente, y se aconseja una cierta espera para que se resuelva. El tiempo es variable y pueden ser desde unos pocos días hasta algunas semanas. En este caso, la mujer tendrá un sangrado vaginal.

Pero si no sucede así, es necesario extraerlo, pues ese tejido muerto podría provocar problemas. Se sigue entonces un procedimiento quirúrgico, como el legrado, que elimina mediante raspado el tejido adherido a la pared uterina. Se lleva a cabo con anestesia y la paciente no necesita ingreso en el hospital.

¿Se puede prevenir?

No existen técnicas de prevención específicas, más allá de:

  • Llevar una vida sana
  • Seguir una dieta equilibrada
  • Hacer ejercicio
  • Mantener el peso ideal
  • Minimizar (o suprimir) el consumo de alcohol y,
  • Por supuesto, no fumar.

Se recomienda que cuando una mujer decida quedarse embarazada, acuda al ginecólogo para que revise su estado general de salud, así como los niveles vitamínicos.  

¿Y después?

Haber tenido un embarazo anembrionario no significa nada, ni quiere decir que vaya a repetirse. Para un intento posterior se recomienda especialmente seguir las normas de prevención explicitadas, con lo que se asegura el estado óptimo de salud de la futura madre. Si el problema se repite en un siguiente intento, lo indicado es someterse a un estudio genético para evaluar los cormosomas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda esperar seis meses antes de intentar un nuevo embarazo. Pero muchos especialistas afirman que es suficiente esperar a tener dos menstruaciones.

Bibliografía:

https://fetalmedicinebarcelona.org/wp-content/uploads/2024/02/Perdida-gestacional-precoz.pdf