Bienestar, Salud Mental

El papel de la comunicación no verbal en las relaciones de pareja

La comunicación es uno de los pilares fundamentales en cualquier relación. A través de ella, expresamos nuestros pensamientos, emociones y necesidades; es decir, que nos ayuda a tener una comprensión mutua y a fortalecer el vínculo afectivo. Sin embargo, no se trata solo de palabras. De hecho, la mayor parte del mensaje que transmitimos en nuestras interacciones proviene de los gestos, miradas, posturas y tonos de voz. Esta es la comunicación no verbal en las relaciones de pareja y es la que realmente transmite lo que sentimos o pensamos. 

En concreto, esta comunicación incluye expresiones faciales, contacto visual, lenguaje corporal, proximidad o tono de voz, entre otros. En una relación de pareja, es importante prestarles atención porque tienen el poder de mostrar aquello que quizás no sabemos o no nos atrevemos a decir con palabras. 

La comunicación no verbal en las relaciones de pareja

    En una relación de pareja, las señales no verbales complementan el lenguaje verbal, y en algunos casos, incluso pueden contradecirlo. Por ejemplo, una persona podría decir “te quiero”, pero si lo hace con los brazos cruzados o con una expresión facial seria, su mensaje no resulta creíble. Para que este resulte auténtico, a, si no, generará desconfianza y confusión.

    La comunicación no verbal en la pareja está directamente relacionada con sintonía emocional. Mediante el contacto físico, un gesto o una mirada, podemos transmitir empatía, comprensión y apoyo emocional. Todos ellos factores clave para mantener una relación en el largo plazo. Por otra parte, también hay que ser capaces de leer y responder correctamente a las señales verbales del otro.

    Tipos de comunicación no verbal en la pareja

      Aunque ya las hemos mencionado, vamos a ver las principales formas de comunicación no verbal en las relaciones de pareja.  

      Expresiones faciales

        Las expresiones faciales son la forma más evidente de comunicación no verbal y tiene un gran impacto en las relaciones de pareja. La cara es el espejo de nuestras emociones y nos permite expresar alegría, tristeza, frustración o amor sin necesidad de palabras. Un gesto tan simple como una sonrisa puede transmitir afecto o acuerdo, mientras que un ceño fruncido puede revelar irritación o desaprobación.

        Cuando se produce una discusión en la pareja o una reconciliación, las expresiones faciales cobran mayor importancia. Una mirada tierna o una expresión de arrepentimiento sincero pueden calmar la tensión acumulada y acercar a la pareja emocionalmente. Del mismo modo, una expresión de desprecio o indiferencia puede agravar el conflicto.

        El contacto visual

          El contacto visual ayuda a generar confianza y comprensión mutua, de ahí que sea tan importante en un entorno comercial. Lo mismo sucede en la pareja; cuando nos miramos, mostramos interés en lo que la otra persona hace o dice. Si el contacto es frecuente, se va reforzando el vínculo afectivo porque se fomenta la cercanía. 

          Cuando no existe el contacto visual o es muy escaso, lo que nos transmite es desinterés, evasión o incomodidad. En una pareja, produce un distanciamiento progresivo que, de mantenerse en el tiempo, llevará irremediablemente a la ruptura. 

          Lenguaje corporal y proximidad

            El lenguaje corporal también es parte de la comunicación no verbal en la pareja. No solo nos expresamos con el rostro, sino con todo nuestro cuerpo. Aquí se incluye la postura, la orientación del cuerpo o la cercanía física

            Una postura abierta, por ejemplo, invita a la cercanía y al diálogo, mientras que una postura cerrada, con los brazos cruzados, muestra rechazo o que se está a la defensiva. La orientación del cuerpo hacia la pareja en una conversación, como la dirección de aquel o de los pies, puede reflejar atención e interés, o todo lo contrario.

            Además, los pequeños gestos como tocar la mano del otro, inclinarse o dar un abrazo pueden transmitir afecto y seguridad, y refuerzan el vínculo en momentos de vulnerabilidad o necesidad emocional.

            Tono de voz y pausas

              El tono de voz y la entonación también transmiten emociones no verbalizadas. Un tono de voz suave y calmado transmite empatía y comprensión. Por el contrario, un tono agresivo o cortante puede generar tensiones o malentendidos. En cuanto al uso de pausas durante la conversación, muestran una reflexión sobre lo que se está diciendo y evitan respuestas impulsivas. 

              Saber ajustar el tono de voz y hacer pausas durante una discusión o una conversación emocional es necesario si queremos evitar una escalada en el conflicto. La comunicación siempre debe ser asertiva y respetuosa

              Impacto de la comunicación no verbal en los conflictos de pareja

                Durante un conflicto, el lenguaje no verbal puede ser determinante. Cruzar los brazos, evitar el contacto o hacer gestos y muecas con la cara intensificará la discusión porque muestran falta de respeto y poco interés o disposición en resolver el problema.

                Uno de los errores más habituales en la comunicación no verbal en momentos de tensión es mostrar gestos cerrados o defensivos, como tensar los músculos faciales o mirar hacia otro lado. Estos gestos aumentan la sensación de distanciamiento y dificultan la resolución del conflicto. De hecho, una de las claves de las parejas que permanecen juntas toda la vida es la buena comunicación. 

                Claves para mejorar la comunicación no verbal en la pareja

                  Para mejorar la comunicación no verbal en una relación de pareja, hay que poner en práctica la observación consciente de las señales que emite la otra persona. Prestar atención a las expresiones faciales, el tono de voz y la postura nos ayudará a entendernos mejor.

                  Asimismo, ajustar el propio lenguaje no verbal es crucial. Mantener una postura abierta, sonreír más a menudo y estar dispuesto a establecer contacto visual sincero puede mejorar significativamente la relación. También es importante ser más receptivo y empático, y disposición para comprender y validar las emociones del otro a través de gestos afectivos y comprensivos.

                    Dominar la comunicación no verbal requiere de tiempo y práctica. Además, es un ejercicio de autorreflexión para identificar de qué manera nos comunicamos con nuestra pareja. Si queremos fortalecer el vínculo emocional, hay que aprender a interpretar y mejorar las señales no verbales.