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10 consejos que te vendrá bien seguir: ¡tu médico estará de acuerdo!
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Cuando estamos sobrepasados o sometidos a especial tensión (y todos lo estamos en estos inciertos momentos), es fácil ser negligente con la propia salud, aunque sea solo porque comemos mal o dormimos poco.
Si esto que te decimos te resulta familiar, acaso te convenga mirar hacia atrás y recordar cosas como que debes beber agua o buscar tiempo para relajarte –relajarte de verdad– a diario.
Aquí te recordamos algunas cosas que te puede venir bien tener en cuenta.
1. Bebe agua: mantente hidratado
¿Sabías que al nacer casi el 97 por ciento del cuerpo es agua? Según crecemos, el porcentaje desciende hasta algo más del 70%, lo cual sigue siendo mucha agua. La mayor parte de las células del cerebro es agua e incluso los dientes contienen un 10% de ella. Todas las funciones celulares del cuerpo están de un modo u otro relacionadas con niveles de fluidos: la sangre y el sistema inmunitario necesitan agua para deshacerse de los residuos celulares y para suministrar nutrientes y aminoácidos vitales a las células. Por eso es fundamental que bebas en cuanto tengas la mínima sed (y ten en cuenta que al envejecer el reflejo de la sed disminuye, por lo que este consejo es especialmente válido para las personas mayores).
Se estima que una deshidratación del 2% conlleva una bajada de los niveles de energía de un 20 por ciento.
2. Duerme bien
Cualquier seguidor de estas páginas nos ha leído esto mismo en varias ocasiones, y sabemos que para quienes tienen problemas de sueño es más fácil de decir que de hacer.
No está fijado el tiempo ideal de sueño, pero se estima que entre 7 y 9 horas diarias. Es durante el sueño cuando el cuerpo se restaura y fortalece, por lo que es fundamental seguir una buena rutina de sueño.
3. Come bien
Una dieta equilibrada no tiene por qué ser complicada o difícil de seguir. Come de todo, haciendo hincapié en fruta y verduras (ya sabes, cinco porciones diarias), hidratos de absorción lenta, como las legumbres, y grasas no saturadas, como el aceite de oliva o la del pescado azul.
La regla general en lo referente a calorías es función del nivel de actividad de cada uno, pero una persona normalmente activa quema diariamente entre 2.000 y 2.500 calorías.
4. Si tienes sobrepeso… adelgaza
Los niveles de obesidad en España son preocupantes, especialmente los de los niños. Comer, como decíamos antes, de forma equilibrada te va ayudar, a ti y a los tuyos a mantener el peso ideal. Nuestros lectores ya saben que el exceso de peso puede acabar causando importantes problemas, como la diabetes tipo 2, la enfermedad cardíaca y hasta ciertos cánceres. De manera que si tienes sobrepeso, debes perderlo.
5. Mantente activo: muévete más
Esto, mantener un nivel suficiente de actividad, te va a ayudar si tienes sobrepeso. No nos referimos a que te encierres en el gimnasio a diario, sino a cosas como subir por las escaleras en lugar del ascensor o bajar del autobús un par de paradas antes de tu destino. Busca un ejercicio que te guste, ya sea caminar, montar en bicicleta o correr, y hazlo con mayor frecuencia.
6. No fumes
Si fumas, dejarlo será una de las decisiones más acertadas de tu vida, así de sencillo. Es el paso más importante que puedes dar para mejorar la salud. ¿Sabías que casi la mitad de los fumadores mueren por causas derivadas del tabaco? Y, además alrededor de la mitad de los fumadores que lo han hecho durante largo tiempo no sobrepasan los 70 años.
Nunca es tarde para hacerlo. Los fumadores que lo dejan antes de los 45 años tienen una esperanza de vida similar a los no fumadores; los que lo dejan más tarde de esa edad ven disminuida su esperanza de vida, pero las ventajas para la salud siguen siendo clarísimas.
7. ¿Tomas medicinas? Sigue estrictamente la medicación
Abandonar la medicación es un problema muy generalizado en España y otros países: “como me encuentro bien, ya no la necesito”. Es difícil establecer estadísticas, pero se estima que hasta un 50% de los pacientes no sigue adecuadamente las pautas de medicación, lo que supone un mal control de los trastornos que requieren los fármacos, aunque los síntomas no sean evidentes. Problemas como la hipertensión, la diabetes, el colesterol elevado… no provocan síntomas claros, pero el efecto de esos trastornos persiste, y empeora sin la medicación. Cualquier duda sobre ello, consúltalo con tu médico, pero no dejes de tomar tus medicinas.
8. Lávate las manos
Es una de las mayores contribuciones que puedes hacer a la salud pública, junto con las vacunaciones que correspondan a tu edad… y más en estas circunstancias. Es una manera segura de disminuir la posibilidad de infecciones. Hazlo a conciencia, con jabón, y dedicándole un buen minuto. En concreto, después de cocinar, de sonarte, de toser, de estornudar o de ponerte tus lentillas. Y por supuesto, después de estar con una persona enferma que puedas tener a tu cargo.
9. Protégete del sol
Estar moreno es a veces visto con buenos ojos, como síntoma de buena salud. Y, en realidad no lo es, y menos en niños. Peor aún es usar dispositivos como camas de bronceado. Los casos de cánceres de piel siguen aumentando en España, especialmente en personas de piel clara o pelirrojas. El efecto del sol es acumulativo, y en especial en quienes hayan sufrido, aunque fuera tiempo atrás, quemaduras serias, con ampollas. La regla es el riesgo es mayor en quienes tienen diez lunares o más.
10. Relájate
Todos estamos sometidos a tensión algún momento, pero el estrés crónico no solo es malo para la salud, sino que puede causar que sea más difícil relajarte cuando sea necesario. Las técnicas de relajación modernas son muy efectivas y combinan ejercicios respiratorios y musculares y te ayudarán a aliviar los síntomas del estrés.
Si estás estresado, intenta seguir esas técnicas y no te preocupes si al principio resulta difícil. Persevera en las prácticas y lo lograrás. ¡Te vas a sentir mucho mejor!