Qué es un cólico nefrítico
El cólico nefrítico es un trastorno renal que consiste en la aparición en el riñón de cálculos (también llamados piedras). Se caracteriza por producir un dolor muy fuerte en uno de los lados del abdomen. El dolor es cólico (o sea que aparece y desaparece), con exacerbaciones y mitigaciones. Suele ser de inicio brusco y tiende a irradiarse hacia los genitales y la parte baja de la espalda. También suele producir molestias al orinar, con dificultad para hacerlo normalmente y dolor y escozor, además de tenesmo (que es la sensación de no haber orinado del todo).
A quiénes afecta
Es un problema bastante frecuente y supone entre el 2 y el 5% de las consultas en Urgencias. En España se estima que afecta a tres de cada mil personas, lo que supone alrededor de dos millones de personas afectadas, con mil pacientes nuevos cada año.
Como norma, tres de cada cuatro casos se resuelven espontáneamente con la expulsión del cálculo, y solo uno de cada cuatro requiere la intervención del especialista (el urólogo).
Afecta más a los hombres que a las mujeres, sobre todo en la franja de edad de 30 a 50 años. En casi la mitad de los casos el problema reaparece a los cinco años, y el porcentaje de reaparición asciende al 65% de los pacientes (dos de cada tres) a los diez años.
Por qué se produce
La causa del cólico nefrítico es la formación de cálculos, o piedras, en el riñón, en un proceso llamado litiasis renal. Los cálculos son generalmente cristales de diferentes sustancias:
- Oxalato cálcico (entre en 70 y el 80 por ciento de los casos)
- Fosfato cálcico
- Ácido úrico
- Estruvita (un fosfato de amonio y magnesio)
- Cistina
En la formación de dichos cristales intervienen dos tipos de factores:
Factores intrínsecos
Que son los propios de cada individuo. Por ejemplo, la edad, el sexo, posibles antecedentes familiares y anomalías anatómicas o funcionales de los riñones
Factores extrínsecos
Es decir, dependientes de la dieta y del estilo de vida del paciente: una dieta rica en proteínas, hidratos de carbono refinados y sodio tiene un papel importante en la formación de oxalatos. Por el contrario, la ingestión de potasio y de líquidos se relaciona inversamente con el riesgo de cálculos, o sea que tienen efectos protectores.
Cómo se diagnostica
El médico empezará por elaborar la historia clínica del paciente, investigando sus antecedentes familiares y personales, sus hábitos dietéticos, etcétera. La historia se conformará con un reconocimiento médico, y análisis de sangre y orina. También podrá pedir una radiografía que incluya las vías urinarias, o incluso una ecografía urológica.
La radiografía podrá detectar los cálculos en las vías urinarias siempre que sean mayores de 2 mm de diámetro y contengan calcio.
Los de ácido úrico y cistina son transparentes a los rayos-X y requieren una técnica más agresiva, la urografía intravenosa, en la que se inyecta contraste en la sangre del paciente y se hacen las radiografías pertinentes para intentar ver el cálculo. El contraste se eliminará por la orina.
Es interesante el estudio del cálculo, por lo que los pacientes deben intentar conservarlo.
Cómo se trata
El tratamiento inicial del cólico va dirigido a mitigar el dolor (que puede ser muy fuerte) a facilitar la expulsión del cálculo y a evitar la aparición de nuevos episodios.
Para el dolor se utilizan analgésicos de potencia media-alta, espasmolíticos (que ayudarán a romper la contracción de las fibras musculares lisas del uréter) y, fundamentalmente, antiinflamatorios, administrados por vía oral o intramuscular.
En ocasiones, dada la intensidad del dolor puede que haya que recurrir a derivados de la morfina, que es el analgésico más potente disponible.
Otras medidas, como el reposo y la aplicación de calor local ayudarán al paciente a mejorar sus síntomas. Para el alivio de posibles síntomas asociados (náuseas vómitos) se utiliza un medicamento a base de metoclopramida.
Como ya dijimos, tres de cada cuatro cálculos se expulsan espontáneamente con la orina, pero cuando no es así, se puede producir una obstrucción del uréter, con más dolor y una posible infección.
Procedimientos para extraer el cálculo
Se dispone de diferentes técnicas para extraer el cálculo. Se utilizan unos u otros en función del tamaño, la localización y la composición del mismo.
Litotricia extracorpórea
La litotricia es una técnica que usa ultrasonidos u ondas de choque de alta energía para fragmentar los cálculos. Es inocua y actualmente la más utilizada. Permite fragmentar cálculo de hasta 3mm de diámetro, cuyos fragmentos se suelen expulsar en el plazo de 2 a 4 semanas.
Ureteroscopia transuretral
Consiste en la introducción de una sonda por la uretra hasta alcanzar el cálculo y extraerlo. Sólo se puede usar si el cálculo es pequeño.
Nefrolitotomía percutánea
Se utiliza para cálculos de gran tamaño y consiste en una pequeña incisión hasta acceder al cálculo y sacarlo. Puede llevarse a cabo mediante cirugía tradicional (abierta) o por laparoscopia, que es una técnica en que el cirujano efectúa dos pequeñas incisiones por donde introduce unas sondas con una cámara e instrumental necesario para extirpar el cálculo.
Bibliografía: