Qué es la fibrosis quística

Es una grave enfermedad crónica y hereditaria, que se manifiesta afectando principalmente los pulmones y al sistema digestivo. Según la Federación Española de Fibrosis Quística, hay en España 2.500 enfermos, 53% de los cuales son hombres y 47% mujeres.

Por qué se produce

La causa radica en un gen defectuoso que lleva al cuerpo a producir un moco espeso y pegajoso que tiende a acumularse en los pulmones y en el páncreas. Esta acumulación provoca que sea más fácil la acumulación de bacterias y otros organismos, provocando infecciones respiratorias potencialmente muy peligrosas.

Muchas personas son portadoras del gen (hasta una de cada 35, según la Federación) pero para que la enfermedad se produzca es necesario que tanto el padre como la madre sean portadores.

Desde 2015, la fibrosis quística está incluida en toda España en la criba realizada tras el nacimiento del niño, la prueba del talón. Esta detección precoz es fundamental para lograr una mejor calidad de vida y una mayor longevidad del paciente.

Cuáles son los síntomas

Los síntomas son variables según la gravedad de la enfermedad y también son variables en el tiempo, pudiendo mejorar o empeorar. También es posible que no aparezcan hasta la edad adulta; en estos casos la enfermedad tiende a ser más leve, con síntomas más inespecíficos, como infertilidad, neumonías o pancreatitis.

Síntomas en los recién nacidos

La malabsorción intestinal produce retrasos en el desarrollo del niño; concretamente:

  • Retraso general del crecimiento
  • Ausencia de meconios (deposiciones) en las primeras 24 a 48 horas de vida
  • Piel “salada”

Síntomas respiratorios

El moco en los pulmones tiende a obstruir los bronquios y puede causar:

  • Infecciones recurrentes en los pulmones (neumonías)
  • Congestión nasal
  • Fatiga
  • Tos persistente, con esputos
  • Pitos y sibilancias al respirar
  • Sinusitis, al inflamarse las vías respiratorias superiores

Síntomas digestivos

El moco obstruye igualmente los conductos hacia el páncreas (que transportan las enzimas digestivas. Sin ellas, el intestino no puede absorber los nutrientes por completo, produciéndose una malnutrición, con consecuencias como:

  • Estancamiento en el peso y del crecimiento
  • Heces anormalmente grasas, pálidas y de muy mal olor
  • Aumento de los gases, con posible distensión abdominal
  • Náuseas
  • Obstrucciones intestinales
  • Estreñimiento grave que puede acabar por causar el prolapso del recto (salida al exterior de una parte del mismo)
  • Dolor abdominal

Otro síntoma de los pacientes de fibrosis quística es que eliminan mucha sal por el sudor, lo que hace que la piel sepa salada.

Con el tiempo, puede acabar produciendo esterilidad en los hombres, inflamaciones recurrentes del páncreas (pancreatitis) y una curiosa malformación en los dedos llamada “en palillos de tambor”, en que la última falange se hincha anormalmente.

Diagnóstico de la fibrosis quística

Como ya dijimos, el 91% de los casos de fibrosis quísticas se diagnostica en los primeros días de vida, gracias al cribado neonatal o “prueba del talón”. Esta prueba permite detectar tempranamente muchas otras enfermedades, además de la FQ.

El otro método para el diagnóstico de la FQ es el test del sudor. Debe realizarse por personal especializado y se centra en la detección anómala de niveles de sal elevados en el sudor. Para un diagnóstico inequívoco deben realizarse dos test fiables.

Los problemas posiblemente relacionados con la fibrosis quística requerirán pruebas y test adicionales, como radiografías de tórax, test de la función pancreática, análisis de heces, etc.

Tratamiento de la fibrosis quística

Desgraciadamente, la fibrosis quística no se cura; pero sí se tratan los síntomas, que pueden aliviarse en gran medida si se interviene lo antes posible tras el diagnóstico de la enfermedad.

El tratamiento va dirigido fundamentalmente a prevenir las infecciones pulmonares, suavizar y extraer la mucosidad pulmonar, y prevenir y controlar las obstrucciones intestinales. Además, el tratamiento debe incluir:

  • Una dieta adecuada al trastorno. Puede incluir algún aumento de grasas y enzimas pancreáticas
  • Un programa de ejercicio, destinado a fortalecer los órganos afectados (pulmones, corazón) y los músculos y los huesos.

Dada la complejidad del tratamiento y sus muchas áreas de actuación, lo más recomendable es acudir a una unidad hospitalaria especializada, multidisciplinar, que instaurará las pautas más recomendables para cada paciente.

Pronóstico de la fibrosis quística

Hasta hace no más de quince años, los pacientes de fibrosis quística fallecían a los 20 – 25 años. Hoy día, el diagnóstico temprano y los avances en los tratamientos ha aumentado la esperanza de vida, situándola entre 45 y 55 años, con casos de mucha mayor longevidad.

Entre los avances en el tratamiento, cabe mencionar un fármaco modulador de la mutación del gen CTFR para pacientes que tienen determinadas mutaciones genéticas, que dio buen resultado en niños de más de 6 años y que ahora se aplica a niños a partir de los dos años.

La mayoría de los fallecimientos tiene lugar a causa de problemas pulmonares. El trasplante de pulmón puede llegar a ser una alternativa, pero es muy complejo y conlleva muchos problemas, de modo que se suele reservar a los casos más complicados y que no responden bien a los tratamientos habituales.

Actualmente hay bastantes investigaciones en marcha, lo que permite prever avances en la supervivencia de los afectados por la enfermedad.

Bibliografía

https://www.comunidad.madrid/hospital/12octubre/comunicacion/videoteca/hospital-12-octubre-nuevo-tratamiento-fibrosis-quistica
https://www.msdmanuals.com/es/hogar/salud-infantil/fibrosis-qu%C3%ADstica/fibrosis-qu%C3%ADstica

11 alimentos que te ayudan con tu estado de ánimo…

… y tres que lo empeoran

¿Te has levantado con el pie izquierdo esta mañana? ¿O es que alguien te ha preguntado esto mismo porque estás que echas humo del malhumor que tienes?

Todos tenemos días ocasionales en que es imposible ocultar el humor de perros con que nos hemos levantado, sin razón aparente. Pero que no te preocupe demasiado. Es posible que puedas comer algo que te cambie un poco ese incómodo estado.

Te proponemos once posibilidades:

Pescado azul

Quienes tienen deficiencia de ácidos Omega-3 son más susceptibles a la depresión y al mal humor, de acuerdo con algunas investigaciones, pues estos ácidos constituyen un alto porcentaje del tejido cerebral. Alrededor de un 60% del peso (en seco) del cerebro es grasa, de la que un 30% está en forma de Omega-3, según la Mental Health Foundation. El salmón, las sardinas o las caballas, comidos regularmente, mantienen sano el cerebro y también la flexibilidad de las células, causando que los neurotransmisores funcionen mejor.

Una ración semanal, de unos 150 gramos, constituye el mínimo recomendable.

Avena

La avena es un conveniente refuerzo para tu estado de ánimo por su bajo índice glucémico (GI), con lo que liberan progresivamente la energía al torrente sanguíneo, sin desestabilizar ni la glucosa ni el humor (en oposición a un “chute”, que altera ambos para luego producir un bajón que aumenta la irritabilidad). También contiene selenio.

Unos copos de avena por la mañana, con, por ejemplo, un buen yogur griego, son un desayuno estupendo.

Plátanos

Los plátanos contienen un aminoácido, el triptófano, además de vitaminas A, B6 y C, fibra, potasio, hierro e hidratos de carbono. Los hidratos reforzadores del estado de ánimo ayudan a la absorción del triptófano en el cerebro, mientras que la vitamina B6 convierte el triptófano en la hormona serotonina, que levanta el ánimo. Todo ello ayuda con el estado de ánimo y también con el sueño. Esta capacidad de elevar el nivel de serotonina ha causado que el triptófano se use en el tratamiento de varios trastornos, como insomnio, depresión y ansiedad.

Un plátano de tamaño medio al día te vendrá al pelo. Puedes cortarlo en rodajas y añadirlo a un yogur, o comerlo sin más como un tentempié a media mañana.

Bunch of bananas

Nueces de Brasil

Es el fruto de un árbol originario de la amazonia, Bertollethia excelsa, cuyos frutos son una de las mejores fuentes de selenio. Varios estudios han mostrado que las personas carentes de dicho mineral son proclives a depresión, irritabilidad, ansiedad y cansancio.

Tres nueces de Brasil aportan la dosis diaria recomendada de selenio. Están muy ricas molidas sobre una ensalada o un salteado, o como acompañamiento de un plátano, por poner algún ejemplo.

Lentejas

Son hidratos de carbono complejos, con lo que, como los plátanos, ayudan a incrementar la producción de la serotonina, cuyos efectos acabamos de ver: un estado mental más tranquilo, más feliz y con menos ansiedad. También ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre. Además, son ricas en folatos, cuyo déficit se asocia a depresión. Y aportan hierro, lo que supondrá un buen “chute” de energía.

Estofadas, “viudas” (o sea, sin chorizo o jamón), son deliciosas y muy fáciles de preparar.

Pollo y pavo

Ambos ayudan igualmente a incrementar la ingesta del aminoácido triptófano, que eleva la producción de la serotonina, como ya hemos visto. También ayuda con la producción de melatonina, responsable de la regulación del sueño.

Su carne magra contiene otro aminoácido llamado tirosina, que puede ayudar a disminuir los síntomas de la depresión, y ayudarte cuando te sientes miserable. La tirosina se usa para producir la hormona adrenalina, cuya carencia se ha asociado a la depresión.

Al contrario de lo que ocurre con la carne roja, los puedes tomar varias veces por semana, y hay innumerables recetas para prepararlos.

Espinacas

Algunas deficiencias de vitaminas del grupo B se han asociado a depresión, consecuencia de que la producción de serotonina se puede ver comprometida con bajos niveles de esas vitaminas. Las vitaminas cuyos niveles hay que vigilar son los folatos, las B3, B6 y B12; y las verduras de hoja verde, como las espinacas, ayudarán a elevar esos niveles.

Una taza de espinacas (cocinadas) proporciona casi el 30% de las DDR de varias vitaminas del grupo B. Se pueden tomar también crudas, en ensalada.

Agua

Quizá sea excesivo calificar el agua como alimento, pero dada su importancia creemos adecuado incluirla aquí. Es absolutamente vital para que el cuerpo funcione e incluso una pequeña falta de ella nos afecta seriamente, tanto física como mentalmente: un principio de deshidratación, por ejemplo, puede afectar a nuestra capacidad de concentración.

¿Cuánta hay que tomar..? Los expertos no se ponen de acuerdo, pero 2 litros diarios parece el volumen más consensuado.

Cereales

El calcio se ha mostrado como un buen redactor de los niveles de estrés y ansiedad, y los cereales fortificados son una gran fuente del mineral. También lo son las sardinas, las gambas, el tofú y las espinacas.

Una taza de cereales fortificados proporciona un tercio de la DDR de calcio. Unas gambas de cena, junto con una ensalada de espinacas completarán el aporte.

Chocolate negro

Todo parece ir mejor con una onza de chocolate ¿verdad? Y hay una razón para que sea así y es que con una pequeña porción, el cerebo libera endorfinas y eleva los niveles de serotonina. En un estudio reciente, se proporcionó 40g diarios de chocolate negro a 30 voluntarios, durante 14 días. Los resultados concluyeron que los voluntarios presentaban niveles inferiores de la hormona del estrés y de ansiedad.

Con moderación: un par de pequeñas porciones (de 70% de cacao, o superior) bastará, de modo que no te dejes tentar.

Ostras

Tienen muchos beneficios para la salud mental. Son muy ricas en zinc, vital para la producción de energía y la salud del cerebro; y se sabe que las personas deprimidas suelen tener falta de zinc. Las ostras también contienen una proteína rica en tirosina, un aminoácido –según decíamos antes– que el cerebro usa para producir los elementos químicos necesarios para fortalecer la función mental y elevar el estado de ánimo.

Tres ostras suponen algo más del 100% de las necesidades diarias de zinc.

Y 3 alimentos que empeoran tu humor

Cafeína

Puede sentarte bien en un principio, pero las bebidas muy cafeinadas pueden causar deshidratación a largo plazo, dejándote irritable, nervioso y propenso a dolores de cabeza.

Azúcar

El secreto es evitar alimentos azucarados que eleven súbitamente el nivel de energía, pero que también lo hacen caer repentinamente. Y el peligro es pensar que necesitas más, lo que te hará caer en un círculo vicioso.

Alcohol

Produce un breve estado placentero, con una agradable relajación mental. Probablemente no es necesario contarte esto, pero si bebes demasiado al día siguiente te encontrarás irritable, de humor cambiante y ansioso.

Bibliografía:

Salud Mental 360

Fundación Clínica de la Familia

Cronobiología: Sincroniza tu reloj interno para una vida más saludable

Quizás te hayas dado cuenta de que hay personas que son más activas por la mañana, mientras que otras parecen despertar por la noche. O de que el desfase horario al viajar nos hace sentirnos cansados durante días. La cronobiología es la responsable de estas situaciones; una ciencia que estudia los ritmos biológicos y su influencia en la salud. Entender cómo funciona nuestro reloj interno  a través de un test de cronobiología nos ayudará a tener más energía y bienestar y a descansar mejor.

¿Qué es la cronobiología y por qué es importante?

Comenzamos con qué es la cronobiología. Se trata de la disciplina que estudia los ritmos biológicos del cuerpo humano y cómo estos se sincronizan con el ambiente, en especial con los ciclos de luz y oscuridad. Nuestro organismo no funciona de manera aleatoria, sino que sigue patrones internos que regulan procesos esenciales. Por ejemplo, el sueño, la digestión, la producción hormonal y la temperatura corporal.

Estos ritmos biológicos están dirigidos por una especie de reloj maestro ubicado en el hipotálamo. En concreto, en el núcleo supraquiasmático. Este recibe señales del entorno y ajusta nuestras funciones corporales en consecuencia. Cuando hay desajustes, podemos experimentar insomnio, fatiga, obesidad y enfermedades crónicas.

Cómo funciona el reloj biológico en el cuerpo humano

El reloj biológico regula varios procesos fisiológicos mediante señales químicas y hormonales, ya que la cronobiología y la fisiología están estrechamente relacionadas. Uno de los principales reguladores es la luz solar, que informa al cerebro de cuándo es de día y cuándo de noche. Esto influye, respectivamente, en la secreción de cortisol para mantenernos alerta y en la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño.

La alimentación, la actividad física y la temperatura ambiental también influyen en este reloj interno. Cuando estos estímulos se alinean con los ritmos naturales del cuerpo, el organismo funciona de manera eficiente. Sin embargo, los cambios bruscos en los horarios o la exposición constante a la luz artificial pueden desajustarlo.

Ritmos circadianos y su impacto en la salud

Los ritmos circadianos son ciclos de aproximadamente 24 horas que regulan funciones biológicas esenciales. Afectan al sueño, al metabolismo, la función inmunológica y la salud mental. Se pueden alterar por horarios de trabajo irregulares, viajes largos o hábitos poco saludables. Dado que hay relación entre la cronobiología y los ritmos biológicos, las consecuencias son fatiga crónica, problemas digestivos y mayor susceptibilidad a enfermedades.

Cómo influye la cronobiología en la salud y las enfermedades

Si nos centramos en la cronobiología médica y en la relación con las enfermedades, su impacto va más allá del descanso. Los desajustes favorecen el desarrollo de enfermedades crónicas y afectar al equilibrio mental.

Relación entre cronobiología y enfermedades crónicas

Las alteraciones en los ritmos circadianos se han vinculado con enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. Quienes trabajan en turnos nocturnos o tienen patrones de sueño irregulares presentan un mayor riesgo de sufrir estos trastornos por la alteración en la regulación de la glucosa y la presión arterial.

Cómo los desajustes en los ritmos biológicos afectan la salud mental

Cronobiología y psicología también van de la mano. Los desajustes en los ritmos circadianos pueden aumentar la probabilidad de sufrir ansiedad, depresión y trastornos del estado de ánimo. La falta de exposición a la luz natural durante el día o la interrupción del sueño afectan a la producción de serotonina y otros neurotransmisores.

Cronobiología y obesidad

En cuanto a la cronobiología y obesidad, cambiar los horarios de las comidas o hacerlo de noche puede alterar la forma en que el cuerpo procesa los alimentos. Esto favorece el aumento de peso. De hecho, se ha observado que el metabolismo de quienes comen tarde se ralentiza y tienen menor capacidad para quemar calorías.

Cronobiología y nutrición ¿Cómo influye la alimentación en nuestros ritmos biológicos?

En cronobiología y nutrición, ajustar los horarios y la composición de las comidas según nuestro reloj interno puede optimizar la digestión y el metabolismo.

Horarios de comida y su impacto en la digestión y metabolismo

Comer en horarios regulares ayuda a mantener el metabolismo activo y evita picos de insulina que favorecen el almacenamiento de grasa. Cuando se respetan los ciclos naturales de ayuno y alimentación, también se aprovechan mejor los nutrientes y se reduce el riesgo de trastornos digestivos.

¿Cuándo es mejor comer ciertos alimentos?

Según la cronobiología de la alimentación, los horarios de la ingesta pueden influir en su efecto sobre el organismo. Por ejemplo, los carbohidratos son mejor tolerados durante el día, pero las proteínas son preferibles en la cena, para favorecer la reparación muscular.

Aplicaciones prácticas de la cronobiología para una vida más saludable

Aplicar los principios de la cronobiología en la dieta y la vida diaria mejora el bienestar y el rendimiento en distintos aspectos.

Cómo mejorar el sueño sincronizando tu ritmo circadiano

Para dormir mejor, es necesario que nos expongamos a la luz natural por la mañana, reducir la exposición a pantallas por la noche y mantener horarios regulares de sueño. Si creamos una rutina que sea relajante antes de acostarnos, preparamos al cuerpo para el descanso.

La mejor hora para hacer ejercicio según la cronobiología

El rendimiento físico varía a lo largo del día. Las tardes suelen ser el mejor momento para actividades de alta intensidad, ya que la temperatura corporal está en su punto más alto y los músculos están más preparados. Por el contrario, la actividad física por las mañanas se centrará en mejorar el estado de ánimo y activar el metabolismo.

Cómo adaptar la jornada laboral a los ritmos biológicos para mejorar el rendimiento

Si ajustamos la jornada laboral a los ritmos biológicos, la productividad puede mejorar.  Las tareas complejas se deben hacer en las horas de mayor concentración, y las actividades más rutinarias para los momentos de menor energía. De este modo, el trabajo será más eficiente y menos agotador. Sincronizar el reloj interno con los ritmos naturales del cuerpo mejora la salud y nos permite vivir con más energía y bienestar. Y con las herramientas de la cronobiología, optimizaremos nuestro estilo de vida y sacaremos el máximo partido a cada día.

Cómo afecta la luz azul al sueño de los niños

La luz azul, emitida por dispositivos como teléfonos móviles, tabletas, televisores y ordenadores, afecta significativamente el sueño de los niños. Este tipo de luz, con una longitud de onda corta, desempeña un papel importante en la regulación del ritmo circadiano, el ciclo natural de sueño-vigilia del cuerpo.

¿Qué es la luz azul?

La luz azul es un tipo de luz visible con una longitud de onda corta que promueve el estado de alerta y el rendimiento durante el día. Aunque la luz azul se encuentra principalmente en la luz solar, también es emitida por dispositivos electrónicos y ciertas bombillas LED y fluorescentes.

La luz azul y la melatonina

La melatonina es una hormona que ayuda al cuerpo a prepararse para el sueño. Bajo condiciones naturales, los niveles de melatonina aumentan al anochecer, alcanzando su punto máximo en mitad de la noche. Sin embargo, la exposición a la luz azul en horas nocturnas suprime la producción de melatonina, dificultando que los niños sientan somnolencia antes de acostarse.

Cómo afecta la luz azul a los niños

Los niños son especialmente sensibles a la luz azul. Sus ojos tienen estructuras más receptivas y pupilas más grandes que las de los adultos, lo que incrementa la cantidad de luz que reciben. Un estudio mostró que la exposición nocturna a la luz azul suprime la melatonina en los niños el doble de lo que ocurre en los adultos.

¿La luz azul causa problemas de sueño?

El uso de dispositivos electrónicos antes de dormir se ha asociado con retrasos en la hora de acostarse y menos tiempo total de sueño en los niños. Aunque se necesita más investigación, los datos sugieren que la luz azul interfiere con el sueño y que los niños con problemas de sueño son más propensos a usar pantallas antes de acostarse, lo que crea un ciclo vicioso.

Cómo reducir la exposición a la luz azul

Los padres pueden tomar varias medidas para minimizar el impacto de la luz azul en el sueño de sus hijos:

  • Limitar el tiempo frente a las pantallas antes de dormir.
  • Establecer una rutina relajante para acostarse, sin dispositivos electrónicos.
  • Mantener los dispositivos fuera de la habitación durante la noche.
  • Utilizar configuraciones de luz cálida o modos nocturnos en dispositivos.

La gestión adecuada de la exposición a la luz azul puede ayudar a los niños a dormir mejor y a mantener un desarrollo saludable.

Artículo elaborado por Ad Salutem, Instituto del Sueño

El síndrome de muerte súbita del lactante

¿Qué es?

Es la muerte repentina o súbita de un niño menor de un año que permanece sin ser aclarada tras una investigación en profundidad del caso que incluya una autopsia completa, el examen del escenario de la muerte y una revisión de su historia clínica. Es, pues, de causa desconocida.

¿Cuáles son sus factores de riesgo?

Los principales factores de riesgo o circunstancias propicias para que se produzca la muerte súbita del lactante son:

Otros factores que se han relacionado con este síndrome serían:

  • La ausencia de cuidados prenatales o su aplicación tardía
  • La excesiva juventud de la madre
  • Que el niño haya sido prematuro o con bajo peso al nacer
  • Que el bebé sea varón.

Causas y mecanismos que determinan la muerte de estos niños

Por definición, la causa de la muerte no es conocida. Sólo en menos de la mitad de las autopsias se ha encontrado una causa específica de muerte que incluye desde accidentes hasta infecciones, pasando por anomalías congénitas o trastornos metabólicos.

Generalmente se acepta que el síndrome de la muerte súbita del lactante es el reflejo de una variedad de causas de muerte. La hipótesis más aceptada en una gran mayoría de casos explica que la muerte se produciría por un retraso en el desarrollo del control del corazón y del aparato respiratorio y del mecanismo de despertar.

Factores protectores

La lactancia materna ha sido propuesta como un factor que protegería al niño ante este síndrome. Sin embargo, aunque es muy beneficiosa para el desarrollo del lactante y debería ser promovida por múltiples razones, parece que no existe suficiente evidencia científica para recomendarla como una estrategia para reducir la muerte súbita del lactante.

Algunos estudios han demostrado recientemente una menor frecuencia de este problema en niños que usan chupete frente a los que no lo usan. Aunque la asociación ha sido fuerte y consistente, ello no prueba que el uso del chupete prevenga este tipo de muertes, por lo que tampoco podemos recomendar su uso como elemento protector.

¿A qué edad puede aparecer este síndrome?

La aparición de la muerte repentina del lactante es rara durante el primer mes de vida, presenta un pico de máxima frecuencia entre los 2 y los 4 meses de vida y a partir de entonces disminuye, siendo nuevamente rara después de los 6 meses de vida.

Las estadísticas nos dicen que el 90% de los casos se producen en niños menores de 6 meses y muy pocos después de un año.

¿En qué época del año tienen lugar este tipo de muertes?

Las muertes repentinas de los lactantes se presentan en cualquier época del año, pero se ha podido constatar una mayor frecuencia en los meses invernales.

¿La muerte súbita tiene lugar siempre en la cuna?

No. La muerte repentina del lactante puede producirse en cualquier lugar y a cualquier hora. Generalmente se da durante el periodo de sueño nocturno en su cuna, pero estos niños pueden morir en cualquier otro periodo de sueño como las siestas diurnas, y en cualquier otro lugar como en los brazos de sus padres o incluso en el cochecito de paseo.

Recientemente se ha podido constatar que los bebés que duermen con sus padres en un sofá tienen un riesgo aumentado casi cincuenta veces de sufrir muerte súbita. Algunos estudios han puesto de manifiesto igualmente que los lactantes que duermen en la cama de sus padres tienen mayor riesgo de morir, generalmente por asfixia, especialmente si el adulto fuma, ha bebido recientemente alcohol, se encuentra excesivamente cansado o toma sedantes. En la mayoría de los casos, el niño muere en paz mientras duerme, sin dolor ni sufrimiento alguno.

¿Es hereditario este problema?

La muerte súbita del lactante puede tener lugar en cualquier familia, pero se ha observado una asociación entre este problema y el bajo nivel socioeconómico de algunas familias, con padres muy jóvenes y con escasos estudios e ingresos y, a menudo, sin empleo. A ello se suma en ocasiones el tabaquismo de los padres.

Es muy raro que este síndrome se produzca dos veces en la misma familia, aunque ocasionalmente un trastorno hereditario, como un defecto metabólico, puede causar que más de un niño muera de forma no esperada. Algunos autores sostienen que cuando dos niños de una misma familia han muerto de este síndrome habría que considerar causas no patológicas, como el homicidio.

Consejos preventivos a los padres

Las siguientes medidas han demostrado su eficacia para reducir la frecuencia de síndrome de muerte súbita del lactante:

  • Evitar la posición de acostado boca abajo durante el sueño en los lactantes hasta los 6 meses de edad. La postura más segura para dormir estos niños es boca arriba, y es claramente preferible a la de dormir de lado
  • Evitar los colchones blandos o de lana, los edredones, los almohadones, los colgantes al cuello y cualquier otro objeto que pueda provocar asfixia durante el sueño, como cintas o cordones, en las inmediaciones de la cuna
  • Desaconsejar el tabaquismo de los padres, especialmente de la madre, sobre todo durante la gestación, aunque también después del nacimiento. Si no es posible reducir el hábito, evitar al máximo la exposición del lactante
  • Evitar el arropamiento excesivo del lactante, especialmente si tiene fiebre, cuidando de no cubrirle la cabeza. Mantener una temperatura agradable en la habitación (idealmente de 20º a 22º C).
  • Lactancia materna.

Otras recomendaciones:

  • Hay que procurar que el niño no se cubra la cabeza con la ropa de la cuna para lo cual pondremos al bebé con los pies en los pies de la cuna, para evitar que se enrolle con la ropa
  • Es aconsejable mantener la cuna en la habitación de los padres durante los primeros seis meses para poder vigilar al niño
  • Es peligroso compartir la cama con el niño, especialmente si alguno de los padres son fumadores, han bebido alcohol, toma medicación sedante o se encuentra muy cansado
  • Es peligroso, asimismo, dormir junto al niño en un sofá o sillón, por el riesgo de asfixia.

Bibliografía:

https://kidshealth.org/es/parents/sids.html#:~:text=Lo%20m%C3%A1s%20importante%20es%20que,de%20muerte%20s%C3%BAbita%20del%20lactante.

https://www.msdmanuals.com/es/hogar/salud-infantil/otros-trastornos-en-lactantes-y-ni%C3%B1os-peque%C3%B1os/s%C3%ADndrome-de-muerte-s%C3%BAbita-del-lactante-smsl?ruleredirectid=756

 

Lácteos: ¿sí o no? 10 pros y contras de suprimirlos

La mayoría de los especialistas en nutrición y endocrinología se muestran renuentes a que abandones un grupo completo de nutrientes. Como ya sabes, hay tres grupos esenciales en los que se inscriben los alimentos: Hidratos de carbono (o carbohidratos, o simplemente hidratos), proteínas y grasas. Hay diversos regímenes de adelgazar que recomiendan suprimir alguno de ellos, en lo que se llaman dietas carenciales. Pero lo cierto es que todos esos regímenes están muy cuestionados y la comunidad científica es unánime en recomendar que lo ideal es comer de todo, en cantidades razonables y equilibradamente, según te recordamos en estos tres puntos:

  • El 15% de las calorías deben proceder de la proteínas ingeridas
  • Los carbohidratos deben aportar entre el 40 y el 60% de las calorías
  • Las grasas, alrededor del 30% de la aportación calórica de la dieta.

La causa es que cada grupo de nutrientes aporta diferentes vitaminas, minerales y elementos, formando un todo que es lo que tu cuerpo necesita. Otra cosa es suprimir, por ejemplo los lácteos, por una alergia. Pero esa es una razón inapelable.

Suprimir los lácteos de la dieta puede tener consecuencias, tanto buenas como malas. A continuación, los cambios que puede experimentar tu cuerpo al hacerlo, y los porqués.

1. Podrías tener menos dolores de cabeza

El causante podría ser un producto químico (natural, claro) que a menudo se encuentra en el queso (sobre todo en los más curados), la tiramina, un aminoácido que ayuda a regular la presión arterial y que en algunas personas disminuye las migrañas y dolores de cabeza. Si regularmente tienes estos trastornos valdría la pena que suprimieras los lácteos una temporada, a ver si son el problema.

Podrías no tener esa suerte, por otro lado. Los lácteos contienen la importante vitamina B2, y su falta está, precisamente, asociada a migrañas. De modo que si te decides a suprimirlos, asegúrate de estar bien surtido de esta vitamina: las setas, las almendras y las espinacas la contienen en considerables cantidades.

2. Podría bajarte la hinchazón

Aunque no te hayan diagnosticado intolerancia a la lactosa, parece que hasta un 65% de la población tiene problemas para digerir la leche. Eso es lo que dice la Library of Medicine estadounidense, y se debe a que es frecuente la falta de lactasa en la población, una enzima necesaria para digerir bien la leche de vaca. Si cortas los lácteos, puedes encontrarte con que tu digestión mejora, disminuyendo la sensación de hinchazón. Pero, como antes, puede sucederte lo contrario, y encontrarte más hinchado por la reacción del organismo ante el cambio en la dieta.

3. Tu salud intestinal puede verse afectada

Que tu digestión mejore es bueno, pero no necesariamente implica que la salud intestinal vaya también a mejorar. El tubo digestivo contiene muchos tipos de bacterias, tanto buenas como malas: ya hemos hablado aquí de la microbiota, que es el conjunto de organismos que viven en el intestino; y son aún más numerosos que las células que componen nuestro cuerpo. Lácteos como el yogur natural griego o el kéfir están repletos de buenas bacterias y probióticos que ayudan a mejorar la salud intestinal. Si te decides a no-lácteos, es importante que sustituyas tu yogur con un alimento adecuado, o incluso que te plantees tomar suplementos de probióticos para mantener estable el intestino.

4. Te podrían faltar nutrientes esenciales

Como los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas, los lácteos pueden ser un componente esencial de una dieta sana. Los lácteos son ricos en elementos tan importantes como el calcio o la vitamina D, lo que obliga a controlarlos en caso de suprimir los lácteos. Pueden suplirse con pescados grasos, como las sardinas, que son una buena fuente de calcio o con algunas “leches” vegetales, que a menudo están fortificadas precisamente con estos componentes.

5. Podrías enfermar con mayor facilidad

Sí, porque tu sistema inmunitario se debilita considerablemente. Esto podría deberse a la falta de la vitamina B12, un regulador esencial del sistema inmunitario.

Podrías caer enfermo con mayor facilidad y contraer enfermedades con mayor frecuencia. Asegúrate, por tanto, de tomar alimentos que contengan dicha vitamina, o habla con tu médico acerca de la conveniencia de tomar un suplemento.

6. Te puede mejorar la piel

Es bastante conocido el efecto de mejora en la piel que puede tener la supresión de los lácteos. La leche de vaca contiene hormonas que pueden reaccionar con las tuyas propias y aumentar la producción de sebo, que tiende a cerrar los poros. O sea que tu piel podría aparecer mejorada. De nuevo, como toque de atención, es fundamental asegurarte de que la dieta que sigues es equilibrada y que ingieres todos los nutrientes esenciales.

7. Podrías tener más energía

Estamos rodeados de tentaciones ricas en lácteos, poco sanas, como pastas cremosas, quesos o pizzas industriales. Si dejas los lácteos, deberás pensar más cuidadosamente en lo que comes. Por ejemplo, para compensar la falta de calcio que obtenías de los lácteos con los que te pueden aportar otros nutrientes: espinacas, kale (o col rizada) y alubias, por ejemplo, que te aportarán, además, otros nutrientes que mejorarán tu nivel de energía.

8. Podrías estar de mejor humor

La leche de vaca contiene altos niveles de hormonas, como estrógeno y progesterona. De nuevo, estas hormonas pueden interactuar con las tuyas propias, causando cambios de humor. Es posible que al suprimirlos, tu humor global mejore por más estable.

9. Podrías tener “mono”

Si estás habituado a los lácteos, puedes experimentar cierto “mono”, o sea síndrome de abstinencia, al suprimirlos por completo. Es la reacción del cuerpo a los cambios en la dieta. Te puedes encontrar más cansado de lo normal y tener problemas para dormir.

10. Podrían faltarte proteínas

Un importante nutriente que aportan los lácteos son las proteínas, que idealmente deben constituir el 15% de tu alimentación, como te hemos contado ya.  Las proteínas son esenciales para fortalecer los músculos y para que, globalmente, tus órganos funcionen como es debido. Hay otros muchos alimentos que contienen proteínas, pero no olvides tener cuidado con esto. Quinoa, almendras, carne, huevos… muchos pueden suplir ese déficit.

Bibliografía

La importancia de la leche

Beneficios del consumo de leche

10 alimentos prohibidos para perros que nunca deben comer

Los perros se convierten en parte de la familia. Como tales, es habitual que nos cueste resistirnos a sus miradas suplicantes cuando comemos y terminamos compartiendo nuestro plato. Sin embargo, no todo lo que es bueno para nosotros lo es también para ellos. Hoy te contamos cuáles son los 10 alimentos prohibidos para perros que debes evitar a toda costa. 

¿Cuáles son los 10 alimentos prohibidos para perros?

Cualquier persona que tenga o haya tenido un perro en casa, sabe lo difícil que es decirle que no cuando nos observa comer. Por lo general, los animales tienen cierto instinto que les ayuda a evitar aquellos alimentos que pueden ser dañinos para su salud. Pero no siempre les sirve, y a veces la curiosidad o la glotonería les lleva a comer alimentos que son perjudiciales, ya que su organismo no está preparado para procesarlos. 

Por eso, hoy vamos a conocer cuáles son los 10 alimentos prohibidos para perros. Si bien son seguros para los humanos e incluso beneficiosos para nuestro organismo, para los animales pueden ser letales. Recuerda que debemos cuidar de su salud

Chocolate

El chocolate es uno de los alimentos más peligrosos que existen para los perros. La razón la encontramos en la teobromina; una sustancia que su organismo no puede metabolizar correctamente. 

Cuanto más puro sea el chocolate, más teobromina contiene y, por tanto, más tóxico resulta para el animal. La intoxicación por chocolate puede provocar vómitos, diarrea, taquicardia, convulsiones e incluso la muerte. Es, por ello, el número uno en los alimentos prohibidos para perros. 

Uvas y pasas

A pesar de su tamaño, las uvas y las pasas pueden causar insuficiencia renal aguda en los perros. No se sabe con certeza qué componente es el responsable de esta toxicidad, pero incluso una pequeña cantidad puede ser peligrosa. Los síntomas incluyen vómitos, letargo y pérdida de apetito.

Cebolla y ajo

Tanto la cebolla como el ajo contienen tiosulfato. Se trata de una sustancia que destruye los glóbulos rojos de los perros y que puede provocarles anemia. Si se consume en grandes cantidades, puede producir debilidad, dificultad para respirar y orina de color oscura. 

No obstante, los efectos no siempre son inmediatos, por lo que la intoxicación puede pasar desapercibida hasta que el daño ya es significativo.

Aguacate

El aguacate es una fruta que contiene persina; un compuesto que en los perros puede provocar problemas digestivos como vómitos y diarrea. Además, el hueso del aguacate supone un riesgo de asfixia y puede causar obstrucción intestinal si el perro lo ingiere.

Cafeína

Las bebidas y todos aquellos productos que contienen cafeína, como café, té, refrescos energéticos e incluso algunos medicamentos, pueden causar hiperactividad, aumento de la presión arterial, convulsiones y, en casos graves, la muerte. Todos ellos son alimentos prohibidos para perros, dado que son mucho más sensibles a la cafeína que los humanos. Incluso una pequeña cantidad puede ser peligrosa. 

Huesos 

Los perros siempre han comido huesos y es habitual que se les dé las sobras de la comida. Sin embargo, los huesos cocidos, sobre todo los de pollo, se astillan con facilidad. Cuando esto sucede, se puede producir una obstrucción intestinal o incluso una perforación en el estómago o en los intestinos. En ambos casos, se pone en riesgo la vida del animal. Los huesos crudos se astillan con menor facilidad, pero es preferible evitar el consumo. 

Alcohol

El alcohol, en cualquiera de sus formas, es otro de los alimentos prohibidos para perros, por ser altamente tóxico. Cualquier cantidad es suficiente para provocar vómitos, diarrea, descoordinación, depresión del sistema nervioso central y, en casos graves, coma o muerte. Su organismo no tiene la capacidad de metabolizar el etanol como el nuestro, por lo que los efectos son mucho más severos.

Edulcorantes artificiales (xilitol)

El xilitol es un edulcorante presente en chicles, caramelos sin azúcar, algunas cremas de cacahuete y productos de repostería. Es extremadamente tóxico para los perros. Puede provocar una liberación masiva de insulina, que causa una bajada drástica y peligrosa del azúcar en sangre. Los síntomas incluyen vómitos, descoordinación y convulsiones. En casos graves, puede derivar en insuficiencia hepática.

Lácteos

Los lácteos son otro de los alimentos que tendemos a dar a nuestros animales de compañía. Sin embargo, son tóxicos para ellos. Hay que tener en cuenta que la leche de vaca o de cualquier otra especie está destinada únicamente para sus propias crías, que son las que pueden metabolizarla correctamente. 

Como los humanos, los perros pueden ser intolerantes a la lactosa, y padecer diarrea, gases o dolor estomacal tras consumir productos lácteos. . Si bien no es letal, sí genera molestias innecesarias.

Nueces de macadamia

El último de nuestros 10 alimentos prohibidos para perros son las nueces de macadamia. No se conoce cuál es el compuesto que las hace peligrosas, pero son muy tóxicas para ellos. Su consumo puede causar debilidad, temblores, vómitos, fiebre y, en los casos más graves, problemas neurológicos. Basta con una pequeña cantidad para que aparezcan los síntomas.

Si quieres cuidar la salud de tu perro, elige piensos de calidad y productos húmedos destinados a esta especie. En el caso de una ingesta accidental, contacta directamente con tu veterinario sin esperar a los síntomas. Y si quieres disfrutar de la mejor cobertura para los imprevistos que puedan tener lugar, contrata un seguro para mascotas