Hábitos Saludables, Vida Sana
5 consejos para disfrutar con salud del otoño
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Es común que las temperaturas variables y el descenso de las horas de luz del otoño puedan afectarnos física y anímicamente. Para disfrutar de esta estación con buena salud y que nuestro cuerpo y nuestro ánimo no se resientan, debemos estar preparados teniendo en cuenta algunos consejos.
El otoño es una época de transición en la que experimentamos muchos cambios, por lo que es frecuente que nuestra salud y nuestro estado de ánimo puedan verse afectados. Para empezar, la reciente vuelta a la rutina del trabajo y de los estudios supone un mayor desgaste físico y mental al que aún nos estamos acostumbrando. Seguimos con un tiempo imprevisible y con temperaturas muy variables: lo mismo hace frío que de repente calor, con lo que llegan los resfriados. Por si fuera poco, tenemos un nuevo cambio horario que también nos afecta al organismo y los días se van haciendo más cortos, con menos horas de luz, lo que puede producir la llamada astenia otoñal, que afecta a nuestro estado de ánimo.
El otoño es una estación imprevisible donde el cuerpo necesita más energía para retomar las actividades y afrontar los cambios del tiempo, y la mente, actividades que refuercen el ánimo. ¿Qué pautas debemos tener en cuenta para disfrutar del otoño sin que nuestra salud se resienta?
1. Reforzar las defensas
Los cambios de temperatura y el descenso de las horas de luz del otoño pueden afectar a nuestro sistema inmunológico. Necesitamos reforzar nuestras defensas para poder hacer frente a la mayor demanda de energía que el cuerpo precisa en esta época de transición.
Para ello debemos cuidar especialmente algunos aspectos, como la alimentación. La naturaleza es sabia y pone a nuestra disposición los alimentos de temporada que nos convienen en cada momento y a los que debemos recurrir: legumbres, patatas y setas con los que empezar a hacer guisos que nos aportan energía; frutos secos que nos aportan proteínas vegetales y minerales; o frutas con las que obtener las tan necesarias vitaminas, como la C, que previenen los resfriados: cítricos, higos, uva, membrillo…
Descansar bien también es fundamental para mantener nuestras defensas en forma. Dormir las horas necesarias y mantener las rutinas de sueño nos va a ayudar a reparar el desgaste físico y mental del día a día.
No debemos olvidar los baños de sol: los días se acortan y estamos menos expuestos a la luz solar, nuestra principal fuente natural de vitamina D, muy necesaria para el organismo. Podemos aprovechar las horas de luz para pasear o hacer un poco de ejercicio al aire libre que, además, mejorará nuestro estado físico y nuestro ánimo. ¡No olvidemos la protección solar!
2. Realizar ejercicio físico
Mantenerse activos mejora nuestra salud y nuestro ánimo, y por tanto nuestra calidad de vida. Aunque las temperaturas sean menos agradables y los días más cortos, no debemos abandonar nuestros hábitos de ejercicio. El otoño es una estación bonita, en la que la caída de las hojas crea paisajes atractivos que invitan a pasear. ¡Aprovechémoslo! Y cuando las temperaturas empiecen a caer, podemos optar por ejercicios en el interior, por ejemplo en el gimnasio.
Lo único que debemos tener en cuenta es llevar la ropa adecuada, que nos abrigue y sea transpirable, y elegir actividades adaptadas a nuestra condición física, para lo que debemos consultar con nuestro médico si padecemos alguna patología específica.
3. Cuidado con los resfriados
Como ya hemos comentado, la inestabilidad de las temperaturas y unas defensas más debilitadas por la mayor demanda de energía por parte del organismo, hacen más fácil la aparición de los molestos resfriados. Debemos intentar prevenirlos tomando algunas medidas, como por ejemplo llevar ropa adecuada a los cambios térmicos: abrigarnos, utilizar capas de ropa que nos podamos poner y quitar según varíen las temperaturas o proteger la garganta.
También es importante lavarnos las manos de manera más frecuente o ventilar la casa cada día (unos 10 minutos es suficiente) para evitar la propagación y el contagio de los virus y las bacterias.
4. Vacunarse contra la gripe
Con el otoño también llega la temporada de gripe. Para las poblaciones de mayor riesgo, como las personas mayores, es importante vacunarse para evitar complicaciones respiratorias que agraven las ya existentes. Es recomendable informarse en nuestro centro de salud sobre las campañas de vacunación y las medidas de prevención.
5. Hacer actividades que nos hagan sentir bien
No toda la salud es del cuerpo y para conseguir una buena calidad de vida debemos prestar atención también a nuestra salud emocional. Los cambios del otoño puede provocar en muchas personas la llamada astenia otoñal: el organismo no reacciona bien a los cambios de luz y hay una tendencia a sentirnos más cansados, apáticos y con menor fuerza de ánimo. Para sentirnos mejor es importante realizar actividades de ocio que nos gusten y que nos desconecten de la rutina laboral. Mejorará nuestro ánimo y nos ayudará a liberar estrés.