Alimentación y Nutrición
7 síntomas de falta de hierro
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¿Sabías que la falta de hierro es la carencia nutricional más frecuente en todo el mundo? Ese déficit del oligoelemento puede provocar un tipo de anemia, la anemia ferropénica, que provoca fatiga, mareos y palidez. Además, según varios estudios, puede provocar peor rendimiento intelectual y control inhibitorio y falta de capacidad de planificación.
El hierro es un mineral que forma parte de la hemoglobina de los glóbulos rojos, encargados de llevar el oxígeno a las células de todo el cuerpo. Las dos terceras partes del hierro corporal se encuentran en la hemoglobina.
A continuación mostramos 7 síntomas habituales en quienes presentan falta del mineral, junto con algunos consejos para mejorar esa deficiencia.
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¿Por qué es importante el hierro en nuestro organismo y cuáles son sus funciones?
El hierro es un mineral que forma parte de la hemoglobina de los glóbulos rojos, encargados de llevar el oxígeno a las células de todo el cuerpo. Las dos terceras partes del hierro corporal se encuentran en la hemoglobina.
Además de fabricar la proteína de la hemoglobina, también produce la mioglobina, que es otra proteína cuya función es la de llevar el oxígeno hasta los músculos.
A diferencia de otros minerales que se encuentran en el organismo, el hierro no se excreta a través de la orina o el sudor, salvo en cantidades muy pequeñas.
Cuando se producen deficiencias de hierro en el cuerpo, este no puede desarrollar todas sus funciones de manera correcta. La principal consecuencia es la anemia, que limita el desarrollo en el caso de los niños y las niñas y que ocasiona fatiga y debilidad en los adultos, así como otros síntomas.
7 síntomas de que estás falto de hierro
1. Estás agotado
El cansancio es uno de los principales síntomas de la falta de hierro. Dado que el hierro es clave en el transporte de alimento (oxígeno) a las células, es lógico pensar que si éstas no tienen el necesario aporte energético, uno de los primeros síntomas sea un cansancio anormal.
2. Tienes las manos y los pies fríos
Aunque resulte sorprendente, el cuerpo humano necesita del hierro para generar calor y si éste falta, las zonas distales (las más apartadas del cuerpo) son las que primero se enfrían.
3. Estás anormalmente pálido
¿Te has fijado que los médicos, ocasionalmente apartan el párpado para ver su parte interior? Lo que pretenden es ver si la mucosa interior está rojita, como debe ser. Si está pálida puede indicar que tienes falta de hierro. También puede pasar en otras mucosas, como el interior de los labios o incluso las puntas de los dedos de manos y pies.
Se debe a que la falta del mineral causa el declinar de los glóbulos rojos, que a su vez genera esa palidez.
4. Se te rompen las uñas, o están muy secas
Parece algo que no esté relacionado, pero que se te rompan las uñas o que estén muy secas es otro de los principales síntomas de que estás falto de hierro. El hierro es fundamental para las uñas. Si te crecen con estrías, o se rompen fácilmente en capas o simplemente se muestran quebradizas, puede ser una pista de falta de hierro.
5. La lengua presenta anomalías
Puede estar demasiado pálida, lo que nos lleva al punto tres, o demasiado suave, que igualmente revela falta de hemoglobina en la sangre.
6. Te falta aire al más mínimo esfuerzo
Si subir un piso por la escalera un poco deprisa te genera una falta anormal de aliento, y jadeas, puede ser que las células no reciban el necesario aporte energético: falta de hierro, en efecto.
7. Se te cae el pelo
Si ves que el cepillo o el peine retienen más cabello de lo normal o, por supuesto, si notas que se te cae o que clarea, puede deberse a falta de hierro, que es uno de los minerales más importantes para su correcto crecimiento.
4 cosas que podrías estar haciendo y que generan falta de hierro
1. Eres donante de sangre y la donas regularmente
Esto parece lógico, ¿no? Al donar sangre estás donando también hierro, con lo que, si tenías el nivel al límite, puede aparecer falta. Si eres donante, asegúrate de que comes platos ricos en hierro: carnes, verduras de hoja, legumbres. Te sentirás mejor después de la donación.
2. Haces mucho ejercicio
Y eso está muy bien, desde luego. A estas alturas todos debemos tener bien claro lo bueno que es, y no debes dejar de hacerlo. El único pero es que el ejercicio requiere una cantidad adicional de hierro, para aportar a las células la energía extra que el cuerpo necesita. Una persona que hace mucho ejercicio puede necesitar un 30% más de hierro que una sedentaria.
3. Tomas mucho café o té
Hay estudios que muestran que tomar mucho té o mucho café reduce la absorción de hierro. Lo mejor es no tomarlos con la comida, ni antes ni después.
4. Eres vegetariano
El hierro proveniente de la carne, las aves y el pescado se absorbe más fácilmente en el organismo; entre dos y tres veces más que el que proporcionan las verduras; no está claro el porqué, pero si eres vegetariano estricto tendrás más posibilidades de tener falta de hierro.
3 hechos que pueden causar o contribuir a la falta de hierro
1. Tienes reglas muy abundantes
Está claro el porqué, ¿no? Si la pérdida de sangre durante la menstruación es elevada, también lo será la pérdida de hierro.
2. Estás embarazada
A lo largo del embarazo, el feto toma de la madre todo lo que necesita, empezando por la sangre y, por tanto, el hierro. Y lo tomará de todas, todas, lo tenga la madre en abundancia o no. Por eso es frecuente que los médicos se aseguren de que las reservas de hierro de la embarazada son suficientes: durante el embarazo necesitará hasta el doble de hierro del habitual.
3. Eres celíaco
Otro de los problemas de la celiaquía es que dificulta la absorción del hierro, sobre todo si el celíaco no sabe aún que lo es. El gluten destruye parcialmente la flora intestinal del enfermo de celiaquía, con lo que todos los nutrientes se absorben mucho peor. El hierro está incluido, claro.
En caso de sospecha de falta de hierro, el primer paso es hablar con el médico de familia. O incluso con el farmacéutico, que sabrán aconsejar lo adecuado. Es recomendable mantener una dieta rica en hierro y, en caso de falta, existen suplementos que podrán ayudar a restaurar los niveles adecuados.
¿Qué enfermedades o problemas puede generar la falta de hierro?
La principal consecuencia de la falta de hierro en el organismo es la llamada anemia ferropénica. Al ser uno de los oligoelementos esenciales, el cuerpo no puede generarlo por sí mismo, sino que necesita absorberlo a partir de los alimentos.
Cuando aparece la anemia, los síntomas son muy variados, pero incluyen la palidez, la sensación de debilidad o la caída del cabello.
Además de por una alimentación poco variada y/o saludable, las mujeres con menstruaciones muy abundantes, las embarazadas y lactantes, así como las que practican deporte de alta intensidad son más susceptibles a padecerla.
Si quienes padecen de una falta de hierro son niños y niñas, aparecerán problemas en el crecimiento y el desarrollo. En el caso de las embarazadas, puede producirse un nacimiento prematuro o que el bebé nazca con poco peso.
En cualquier persona afectada, los latidos del corazón se pueden volver irregulares o acelerados, ya que para compensar la falta de oxígeno en la sangre, el corazón necesita bombear más cantidad. Este sobreesfuerzo deriva en un corazón dilatado o una insuficiencia cardíaca.
¿Qué puedes hacer si estás bajo en hierro? Algunos consejos
Puesto que el hierro solo puede absorberse a partir de los alimentos, la única forma de elevar sus niveles es ingerir aquellos con un alto contenido.
Dentro de las fuentes animales, el marisco, la carne de cerdo y la de aves de corral son ricos en hierro, así como la carne roja. No obstante, no conviene abusar de esta última.
En el mundo vegetal, las fuentes son muy variadas. Destacan los guisantes; los vegetales de hoja verde oscura, como es el caso de la espinaca; las frutas secas, como las uvas pasas y los albaricoques; el brócoli; las lentejas; los anacardos y las semillas de sésamo, y el kale.
Para facilitar la absorción, se recomienda incluir alimentos ricos en vitamina C. Son las hortalizas de hoja verde, el brócoli, la remolacha, las naranjas y mandarinas, el kiwi, las fresas, los tomates y los pimientos, principalmente.
Otra opción es el uso de suplementos de hierro naturales. Estos contienen una cantidad concentrada y permiten una rápida absorción y recuperación.
Lo mejor es que lleves un control de cuál es tu estado salud y si notas que tienes presentes varios de los síntomas que comentamos en este post, acudas a un especialista. Un médico o nutricionista será la persona más indicada para asesorarte en esta situación. Es por eso que en MGC Mútua contamos con pólizas de seguro de salud que cubren cualquier tipo de contratiempo. Ponte en contacto con nosotros y te informaremos sobre nuestras pólizas sin ningún tipo de compromiso.