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8 alternativas al gimnasio para hacer ejercicio
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Hacer ejercicio es uno de los propósitos que más nos planteamos de cara al año nuevo. Aunque la opción más común es apuntarse al gimnasio, si lo tuyo no es estar encerrado, no te sientes del todo cómodo o prefieres destinar el dinero en otras cosas, hay diversas opciones para ponernos en forma. Te contamos 8 alternativas al gym para mantenernos activos y cuidar nuestra salud.
Lo más sencillo y económico es realizar ejercicio al aire libre. Hay muchos deportes que puedes practicar en la calle o en los parques.
1. Caminar
Caminar es una de las formas más sencillas y saludables de hacer ejercicio. Es una opción muy adecuada para empezar a ponernos en forma y puede adaptarse a todas las edades y condiciones físicas.
Hay que tener en cuenta que caminar no es pasear, y para que el ejercicio sea efectivo debemos ser constantes y conseguir lograr un buen ritmo. Se puede empezar por caminar 30 minutos al día e ir aumentando la dificultad, la intensidad y la duración del ejercicio de forma gradual. Si, además, aprovechamos determinados puntos de nuestro recorrido para subir escaleras, el beneficio para la salud se multiplica.
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2. Correr
Salir a correr, practicar running, es una de las opciones más populares entre los que prefieren hacer ejercicio al aire libre y necesitan flexibilidad horaria. Aunque es un ejercicio que puede hacerse en solitario, salir a correr acompañados nos ayuda a mantener la constancia.
Para evitar lesiones y malas posturas, los entrenadores recomiendan, sobre todo al principio, consultar a un instructor para que nos ayude a corregir nuestra forma de correr. También es importante comenzar poco a poco e ir aumentando la intensidad y la duración del ejercicio. Si empezamos a correr, el primer día no debemos hacer muchos kilómetros.
3. Senderismo
Podemos aprovechar los fines de semana para hacer rutas de senderismo con amigos o en familia, una actividad divertida que, además, nos permite disfrutar de la naturaleza. Caminar en un entorno natural, como campos o bosques, respirando aire puro, además de beneficios físicos tiene también efectos mentales muy positivos: disminuye el estrés, aumenta la memoria y la creatividad y eleva la autoestima.
El senderismo es una práctica deportiva que también puede adaptarse a todas las edades y condiciones físicas, pero hemos de tener en cuenta algunas recomendaciones, como planificar la ruta con antelación, ir bien equipados y protegidos del sol, llevar comida, agua y un pequeño botiquín y no olvidarnos del móvil por si tenemos alguna emergencia.
4. Ir en bici
La bicicleta puede ser otra de nuestras alternativas al gimnasio para mantenernos en forma. Las ciudades cada vez están más preparadas para el uso de la bici como medio de transporte y cada vez hay más personas que optan por utilizarla en su día a día. Podemos utilizar la bici en vez del coche para ir a trabajar, para hacer recados o también hacer rutas por la naturaleza los fines de semana. Además de tonificar los músculos, cuidamos el medio ambiente.
5. Parques con zona de ejercicio
Otra forma de hacer ejercicio fuera de las cuatro paredes del gimnasio es ir a entrenarnos a los parques. Además de troncos, bancos y senderos para hacer ejercicio, cada vez hay más parques que disponen de estaciones preparadas para el entrenamiento físico y en muchos ya podemos encontrar mobiliario específico como paralelas, barras para hacer dominadas, bancos de abdominales, elípticas y otros elementos que nos pueden ayudar a ponernos en forma al aire libre.
También hay otras formas de hacer ejercicio sin ir al gimnasio, pero ya en el interior.
6. Bailar
Bailar, además de ser una actividad divertida, es una forma de hacer ejercicio aeróbico elegida por muchas personas a las que les aburre el gimnasio y prefieren actividades más creativas y con un tono más social. Contemporánea, clásica, jazz, tap, salsa, tango… disponemos de muchas opciones para todos los gustos y edades.
Además, la necesidad de recordar rutinas, coreografías y movimientos mantiene el cerebro activo y mejora la coordinación, por lo que esta actividad está especialmente recomendada para las personas mayores, ya que también fomenta las relaciones sociales y aumenta la autoestima.
7. Gym en casa
Gracias a la tecnología, tan solo necesitaremos una esterilla, un poco de espacio y conexión a internet para poder realizar ejercicio en casa. Hoy en día disponemos de multitud de tutoriales y rutinas explicadas por expertos en las diferentes plataformas sociales de vídeo que nos indican cómo ejercitarnos de manera sencilla, en general o trabajando zonas específicas del cuerpo en nuestra propia casa.
8. Apps móviles
Existen aplicaciones móviles que nos permiten prácticamente tener un entrenador personal a nuestra disposición que nos oriente sobre cómo ponernos en forma. Hay muchas, y sólo debemos ir probándolas para escoger la adecuada y que más se adapte a lo que queremos conseguir.
Aunque no optemos por apuntarnos al gimnasio y busquemos otras alternativas para hacer ejercicio, para lograr buenos resultados es necesaria ser constantes y combinarlo con una alimentación saludable. Además, para evitar lesiones, problemas o complicaciones de salud, es recomendable que nos hagamos un chequeo médico previo. Poco a poco veremos resultados, nos sentiremos mejor y nuestro cuerpo llegará realmente a acostumbrarse y a disfrutar del ejercicio.