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¿Cuáles son las consecuencias de la elevación de las transaminasas?
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Las transaminasas son enzimas que se producen principalmente en el hígado. Cuando su nivel es muy alto, puede ser un indicativo de que hay problemas hepáticos. Por tanto, es necesario monitorear los niveles en la sangre para que no perjudique a la salud. Hoy veremos cómo bajar las transaminasas y las consecuencias de no hacerlo.
¿Qué son las transaminasas y qué significa que estén elevadas?
Las transaminasas, también conocidas como aminotransferasas, son enzimas responsables de transferir grupos amino entre moléculas. Se trata de un proceso esencial en la síntesis de aminoácidos y en la descomposición de proteínas en el cuerpo. Se encuentran principalmente en el hígado, pero también están presentes en otros órganos.
Cuando los niveles de estas enzimas aumentan en la sangre, suele indicar que hay un daño en las células hepáticas. Las causas de la elevación de las transaminasas son múltiples, y van desde las infecciones virales hasta el consumo excesivo de alcohol. A esta elevación se le llama hipertransaminasemia, y puede ser temporal o persistente. Cuanto antes se detecte la elevación de las dos transaminasas, menores serán las consecuencias.
Tipos de transaminasas: ALT y AST
Existen dos tipos principales de transaminasas: la ALT o alanina, y la AST o aspartato. Ambas son indicadores sensibles de la salud hepática y cumplen funciones similares. Sin embargo, la ALT se encuentra casi exclusivamente en el hígado. Por tanto, cuando sus niveles son altos, indica con mayor precisión que los daños están en ese órgano.
En cambio, la AST se encuentra tanto en el hígado como en otros tejidos, como el corazón, los riñones y los músculos. Un aumento en ella podría indicar un problema en alguno de estos órganos. La relación entre ALT y AST, conocida como el índice De Ritis, es también útil para diferenciar causas hepáticas y no hepáticas en la elevación de las transaminasas.
Causas de la elevación de las transaminasas
Las causas de la elevación de las transaminasas son variadas y pueden ser tan remotas como una infección no detectada. Sin embargo, las más habituales son las siguientes:
Consumo de alcohol y su impacto
El consumo excesivo de alcohol es una causa frecuente de la elevación de las transaminasas. El hígado es el encargado de metabolizar esta sustancia. Por eso, cuando la ingesta es muy elevada, se van dañando progresivamente las células hepáticas y se incrementan también los niveles de ALT y AST en la sangre.
En casos graves, el daño puede llevar a enfermedades hepáticas como la cirrosis o la hepatitis alcohólica. En ambas, hay una elevación crónica de las transaminasas. No hay estudios que confirmen que el consumo puntual de alcohol eleva las transaminasas de manera permanente.
Después de cirugías: ¿por qué pueden elevarse las transaminasas?
Después de una cirugía pueden elevarse las transaminasas. Suele estar relacionada con el estrés físico que el cuerpo experimenta durante el proceso. Este estrés puede desencadenar una respuesta inflamatoria, afectar al hígado y provocar una liberación temporal de ALT y AST en el torrente sanguíneo. Por lo general, este aumento es transitorio y se normaliza en unas semanas, siempre y cuando no haya otras complicaciones hepáticas.
Síntomas de transaminasas elevadas
Las transaminasas elevadas no siempre causan síntomas evidentes, en particular si el aumento es leve. Sin embargo, en aquellos casos en los que el incremento es muy alto o persiste durante un tiempo prolongado, puede haber señales que indiquen un daño hepático. Los síntomas de las transaminasas elevadas son los siguientes:
Fatiga y malestar general
Uno de los síntomas más comunes asociados a la elevación de transaminasas es la fatiga persistente y el malestar general. Este cansancio se debe a la sobrecarga en el hígado, que no logra cumplir eficientemente sus funciones de metabolización y desintoxicación. La acumulación de toxinas en el cuerpo puede generar esta sensación de agotamiento.
Coloración amarillenta de la piel (ictericia)
La ictericia, o coloración amarillenta de la piel y los ojos, es otro de los síntomas más frecuentes de las transaminasas altas y, por ende, de un daño hepático. Se produce porque el hígado dañado no procesa correctamente la bilirrubina; una sustancia derivada de la descomposición de glóbulos rojos. Cuando se acumula en la sangre, se produce la coloración amarillenta.
¿Cómo bajar las transaminasas altas?
Ante esta situación, es comprensible preguntarse cómo bajar las transaminasas altas. Por suerte, existen soluciones eficaces, que implican cambios en el estilo de vida, pero también tratamientos médicos. La hidratación es el primer paso, para limpiar el hígado y favorecer la eliminación de las toxinas acumuladas.
Esta debe provenir del agua y de alimentos saludables como frutas y verduras. La dieta debe ser baja en grasas saturadas y se deben aumentar la actividad física, al tiempo que se elimina el consumo de alcohol y de medicamentos innecesarios.
En algunos casos, se recomienda el uso de suplementos antioxidantes, como la vitamina E y la silimarina, que pueden proteger las células hepáticas. Es importante, no obstante, consultar a un médico antes de iniciar cualquier suplementación o dieta específica, así como para obtener una prescripción de medicamentos para bajar las transaminasas altas.
¿Cuánto tiempo tardan en bajar las transaminasas?
Una vez que se ha comenzado con medicación, suplementos o cambios en el estilo de vida, la pregunta habitual hace referencia al tiempo que tardan en bajar las transaminasas. Sin embargo, este varía porque depende de la causa subyacente y de la respuesta del organismo al tratamiento.
Si la causa es temporal, como el estrés físico o un consumo leve de alcohol, pueden volver a la normalidad en cuestión de semanas. Sin embargo, si el daño es más severo o la causa subyacente no se trata, la reducción de estos niveles puede llevar meses. Bajar las transaminasas en una semana o en períodos de tiempo tan cortos no es posible, puesto que la eliminación de las toxinas del hígado es progresiva.
Cuidar la salud hepática para evitar complicaciones
El hígado cumple funciones vitales para el organismo, por lo que su cuidado es fundamental si se desea mantener una buena salud general. Los hábitos de vida saludables y realizar revisiones médicas con frecuencia pueden evitar que una elevación de transaminasas derive en problemas mayores. Además, se recomienda reducir el consumo de sustancias hepatotóxicas, llevar una dieta equilibrada y evitar el sedentarismo.