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¿Qué es la parálisis del sueño y cómo evitarla?
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La parálisis de sueño es un trastorno en el cual la persona que lo sufre vive un despertar incompleto. Este fenómeno aparece entre la transición del sueño y la vigilia, ya sea cuando aquella se adormece o bien en el despertar. Es un fenómeno relativamente común, pero las causas son aún desconocidas y ni siquiera se conoce con exactitud qué es lo que sucede. Por eso, hoy vamos a explicarte detalladamente qué es la parálisis de sueño, cuáles son las causas valoradas y cómo podemos evitarlo.
¿Qué es la parálisis de sueño?
La parálisis del sueño es un trastorno en que el paciente presenta una incapacidad de efectuar cualquier movimiento nada más despertarse. Por explicarlo de una manera simple, es como si la mente se despertara, pero el cuerpo siguiera dormido.
Aunque no suele durar más de uno o dos minutos, la sensación de angustia que los pacientes sufren durante ese tiempo es bien comprensible. En algunos casos, a esa inmovilidad corporal van unidos alucinaciones o sueños, como por ejemplo la sensación de que hay alguien en nuestra habitación u otras percepciones visuales o auditivas.
Este trastorno es relativamente frecuente: se estima que afecta de forma recurrente hasta a un 8% de la población, aunque igualmente se piensa que hasta un 50% de nosotros padecerá algún episodio a lo largo de la vida.
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El sueño
El sueño tiene dos etapas fundamentales, que se suceden cíclicamente a lo largo de la noche: la fase No-REM y la fase REM. REM son las siglas de Rapid Eye Movement o movimiento rápido del ojo.
La fase no REM es la de transición desde el estar despierto (o sea, la vigilia) al sueño profundo y se suele subdividir en tres fases: adormecimiento, sueño y sueño profundo. Durante el sueño profundo es cuando más descansamos, y la respiración, el ritmo cardiaco y la presión arterial disminuyen.
La fase REM se caracteriza por esos movimientos rápidos del ojo que le dan nombre y durante la cual la respiración y el ritmo cardiaco vuelven a acelerarse y la presión arterial aumenta. Y, a la vez, los músculos se paralizan. Es la fase en la que se producen los sueños y donde se consolidan la memoria y los recuerdos. A lo largo de ocho horas de sueño saludable se producen cinco ciclos como media.
La parálisis del sueño se presenta cuando el despertar se produce en plena fase REM, en la que el cerebro está despierto, pero los músculos no.
Cuáles son las causas de la parálisis de sueño
No se sabe con exactitud cuáles son las causas de la parálisis de sueño. Lo que sí sabemos es que el trastorno se presenta más frecuentemente en los siguientes casos.
Dormir poco o no lo suficiente
Por cuestiones de salud se recomienda dormir como mínimo seis horas y media, ya que por debajo de esta cifra existen repercusiones negativas sobre la salud. Sin embargo, cuando el número de horas desciende hasta las cuatro o incluso menos, los estudios han demostrado que si se prolonga durante varios días, las células del cerebro se ven perjudicadas, hasta el punto de morir.
Pero además de este punto, la falta de descanso impide al cerebro limpiar proteínas de las placas responsables de enfermedades como la demencia senil o el Alzheimer.
No seguir un horario fijo para irse a dormir
Del mismo modo en que la falta de sueño repercute negativamente en el cerebro y puede causar la parálisis de sueño, los horarios que varían continuamente pueden tener un efecto similar. Somos seres de rutinas y nuestro cerebro las necesita para regular los ritmos biológicos.
La exposición a la luz, las relaciones sociales o la actividad física contribuyen a que el cerebro establezca una rutina diaria y pueda diferenciar entre la vigilia y el sueño. Pero si se ven alterados de manera continua, tendrá dificultades para identificar cuándo es el momento del descanso. Estas alteraciones también pueden provocar la parálisis del sueño.
Personas sometidas a tensión o estrés
El estrés es la causa detrás de multitud de problemas en nuestra sociedad actual. Cardiopatías, problemas digestivos, presión arterial elevada, dolores de cabeza, herpes, insomnio e incluso diabetes.
Estar sometidos de manera continua a situaciones de estrés provoca diferentes alteraciones en el organismo. Si además nos llevamos las preocupaciones a la cama, no es de extrañar que nos despertamos cargando también con esa ansiedad y que pueda aparecer la parálisis del sueño.
Personas que duermen boca arriba
Dormir boca arriba puede dificultar la respiración en algunas personas, de ahí que se recomienda dormir de lado para evitar, por ejemplo, la apnea del sueño. Algunas personas pueden presentar determinados problemas respiratorios, y por esta razón o porque se combina con las anteriores, al dormir en esta posición se facilita que puedan darse las parálisis durante el sueño.
Otros perfiles que han presentado parálisis de sueño
Asimismo, la parálisis del sueño se ha presentado en pacientes con los siguientes problemas médicos:
- Problemas del sueño, como la narcolepsia.
- Problemas mentales, como el trastorno bipolar, el trastorno de pánico o el trastorno de estrés post-traumático (TEPT).
- Algunos medicamentos usados para el trastorno de déficit de atención por hiperactividad (TDHA).
- Consumo de drogas.
¿Cómo evitar la parálisis del sueño?
Puesto que como hemos indicado las causas concretas de este trastorno son desconocidas y lo que se barajan son suposiciones, no hay una manera específica de combatir la parálisis del sueño. Lo que sí podemos hacer es intentar prevenir su aparición. Para lograrlo, a continuación te dejamos algunos consejos que te resultarán de gran utilidad.
Dormir lo suficiente
Como hemos indicado, nuestro cerebro necesitar dormir al menos seis horas y media cada noche para poder descansar. Pero no solo es el cerebro el que necesita repararse, sino que también lo hacen todos los órganos del cuerpo.
Por otra parte, cada persona tiene unas necesidades particulares de sueño. Si no debemos trabajar o al menos no a primera hora de la mañana, se recomienda no poner el despertador y dejar que el cuerpo descanse todo lo que necesita sin limitaciones.
Evitar el estrés
No estresarse es prácticamente imposible con nuestro ritmo de vida actual. Sin embargo, sí que podemos intentar que los niveles se reduzcan una vez que estamos en casa o en las horas anteriores al momento de irse a dormir.
Para reducirlo, puedes probar a poner en práctica actividades que te gusten, siempre y cuando no sean muy intensas, ya que pueden provocar el efecto contrario. También, para favorecer la producción de melatonina, la hormona del sueño, evita utilizar dispositivos electrónicos; la luz que emiten impide su secreción y te resultará más difícil conciliar el sueño.
Realizar ejercicios de relajación: Meditación y Mindfulness
La meditación y el Mindfulness se han puesto de moda, pero dejando estas a un lado, poner la atención en la respiración, en observar algún objeto o en algún sonido durante algunos minutos puede ayudarnos a relajar la mente. Dado que los pensamientos invadirán la mente, no se trata de luchas contra ellos, sino de observarlos sin interferir ni hacer juicios.
No dormir boca arriba
Como también hemos indicado, la postura durante el sueño puede causar apnea, dificultades respiratorias y la parálisis del sueño. Aunque no podamos controlar lo que hacemos mientras estamos dormidos, es un buen comienzo el adoptar una postura lateral para conciliarlo.
Mantén una dieta saludable
Las comidas pesadas, sobre todo a última hora del día, pueden causarte una mala
digestión que, irremediablemente, afectará a tu descanso. Apuesta por las cenas ligeras
con frutas y verduras y por un dieta sana y alimentarse bien, deja que pasen un par de horas antes de dormir.
Evita los dispositivos electrónicos
La luz azul que emite el teléfono o el portátil afecta a la producción de melatonina, que es
la hormona encargada de regular los ciclos del sueño. Apuesta por un libro o una
conversación tranquila al final del día y tu descanso ganará en calidad.
No consumir droga
El uso de estupefacientes puede provocar alteraciones del sueño e incluso alucinaciones, en función de lo que se haya consumido. Para que esto no suceda, evita las drogas de cualquier tipo. No solo pueden causar daños cerebrales sino múltiples problemas de salud.
Tratamiento de la parálisis del sueño: ¿Cuándo acudir al médico?
Debe quedar claro que nada de lo anterior puede considerarse como causa de la parálisis del sueño: simplemente se da con mayor frecuencia en los casos citados. Y repetimos que no se conocen las causas exactas de la parálisis de sueño, de modo que no se puede tratar pero los consejos que hemos citado anteriormente ayudarán a evitar su aparición.
Si se presenta con relativa frecuencia, podría deberse a alguno de los problemas médicos citados, con lo que en estos casos procede que el médico investigue si es debido a algún problema médico en el que hay que profundizar.
Lo más recomendable es una vez experimentado alguno de estos episodios de parálisis de sueño acudamos a un especialista para garantizar nuestra seguridad y que nos aconseje en función de nuestro caso. Puede que sea una situación puntual de estrés o que necesitemos algún tipo de tratamiento. En todo caso, será un especialista médico el que nos aconseje cómo actuar o cómo proceder para evitar la parálisis de sueño nuevamente.
Enfermedades relacionadas con la parálisis del sueño
La parálisis del sueño es, como hemos indicado, un trastorno y, por tanto, no es
considerada una enfermedad como tal ni tiene la capacidad para desarrollar otras. Sin
embargo, al ver interrumpido el descanso de la persona que la padece, sí que puede
interferir en las actividades que se desarrollen a lo largo del día a día, así como
incrementar el riesgo de padecer estrés y ansiedad.
Estas son, de hecho, algunas de las causas que pueden provocar esta desagradable
sensación mientras se duerme, lo que significa que se entra en un bucle. Por otra parte, la
privación del sueño o la falta de descanso de manera frecuente sí que pueden agravar las
patologías ya existentes e incrementar el riesgo de que aparezcan algunas en concreto.
Estas son la presión arterial alta, enfermedades del corazón, accidentes
cerebrovasculares, enfermedades del riñón, obesidad y diabetes de tipo 2.
El descanso nocturno es vital para que nuestro organismo pueda regenerarse, y es que,
además de relajar la musculatura, el corazón y la respiración, también se reparan los
tejidos celulares, incluido el cerebral, tiene lugar la reorganización neuronal, se consolida
el aprendizaje y se almacenan y eliminan los recuerdos.
Bibliografía
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000801.htm
https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/paralisis-del-sueno
https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/parasomnias