Hijos, Salud y medicina

¿Cuánto sabes del cólico del lactante?

Por qué se produce un cólico

Los médicos no saben exactamente qué es un cólico o qué lo provoca. Existen varias teorías, pero los especialistas no se ponen de acuerdo en encontrar una única causa ni en decidir el tratamiento más adecuado que se debe seguir.

La teoría más aceptada es que se trata de un síndrome con un conjunto de trastornos. Según algunas teorías, los intestinos del niño trabajarían demasiado, lo cual les acarrearía retortijones. Sin embargo, hay expertos que, por el contrario, consideran que los movimientos de los intestinos son en realidad demasiado lentos, provocando así una acumulación de aire en los intestinos que hace que éstos se expandan, con el consiguiente dolor.

Otros médicos creen que el cólico tiene relación con el hecho de que los niños coman demasiado, demasiado rápido o que traguen demasiado aire y no eructen.

De cualquier modo, también podría haber cierta conexión entre el cólico del lactante y la presencia de leche de vaca en la dieta de la madre que lo amamanta. Entre el 10 y el 15% de los niños pequeños tiene cólicos.

Cómo saber si tu hijo tiene un cólico

Algunos de los síntomas del cólico:

  • Los cólicos pueden aparecer entre las dos y las cuatro semanas después del nacimiento del niño y suelen desaparecer al alcanzar los tres meses de edad
  • El bebé, por lo general llora mucho, a menudo durante dos o tres horas, y es muy difícil calmarlo. Grita bastante, aproximadamente a la misma hora y normalmente una o dos veces al día
  • El bebé estira y encoge las piernas y aprieta los puños
  • Algunos bebés hacen mucho ruido al expulsar los gases desde el estómago.

Sin embargo, el cólico puede no ser la única causa del malestar del niño. Si un niño llora con mucha frecuencia y no se le puede consolar, se puede pensar que existen otras razones más serias para su malestar, por lo que siempre se debe consultar al médico antes de sacar la conclusión de que el bebé padece un cólico. Otras enfermedades, como el vólvulo (cuando se retuerce un tramo de intestino), la torsión de un testículo, o cualquier otro dolor también puede provocar el llanto incontrolado del bebé. En caso de duda, no vaciles en consultar con tu pediatra.

¿Tu propia dieta puede causar que el cólico empeore?

Algunos médicos piensan que los alimentos que producen un aumento del gas intestinal, consumidos por la madre durante la lactancia del niño, pueden favorecer un cólico o empeorarlo.

Las comidas y bebidas que típicamente producen más gases son:

  • El zumo de naranja
  • Las verduras, especialmente las cebollas y la col
  • La fruta, en especial las manzanas y las ciruelas
  • La comida picante
  • Alimentos que contienen cafeína, como el chocolate, el café y el té.

Observa cuidadosamente la reacción de tu hijo ante cada tipo de comida y así averiguar qué alimentos pueden favorecer más el cólico. Lo mejor es dejar pasar dos días entre cada cambio de dieta para poder hacerte una idea exacta de lo que resulta mejor o peor para el niño.

Qué puedes hacer para ayudar a tu hijo

Dado que nadie sabe lo que es exactamente esta enfermedad del bebé, no existe ningún consejo infalible. Pero hay algunas cosas útiles que los padres pueden intentar:

  • Muchos niños con un cólico se calman si se les mece en una cuna, en una mecedora o en el regazo del padre o de la madre
  • Algunos niños se sienten mejor si se les lleva en una mochila junto al pecho del padre o de la madre. El calor corporal y el movimiento pueden ayudarle a estar más confortables
  • Algunos niños se consuelan si se les envuelve en una manta o se les abraza con fuerza
  • Un suave masaje en la barriga del niño ayuda en algunos casos. Da el masaje de forma circular moviendo la mano de izquierda a derecha con suavidad. Éste es el sentido de los movimientos del intestino grueso del niño y el masaje en esta dirección calmará el dolor ayudando a que el niño elimine mejor los gases
  • Algunos padres comentan que los bebés mejoran cuando se les da un paseo en coche
  • A veces, se puede calmar al bebé con música o con sonidos monótonos. Puede servir de ayuda cantar al niño, lo cual posee el efecto adicional de tranquilizar a los padres.

También puede servir de ayuda:

  • Hacer que el niño beba la leche más lentamente
  • Hacer que el niño eructe más a menudo
  • Sentar al niño erguido mientras come, si es lo suficientemente mayor
  • Si el niño bebe leche en polvo, prueba con un producto o una marca distintos para ver si existe alguna diferencia.

Hay diferentes fórmulas de lactancia artificial encaminadas a mejorar los cólicos del lactante. Se basan en hidrolizados parciales de proteínas, para mejorar la digestibilidad, y contenidos bajos de lactosa, para disminuir la fermentación en el colon. Estos preparados pueden sustituir completamente a las fórmulas tradicionales, mejorando notablemente los cólicos del lactante y la calidad del sueño. Debemos anotar, sin embargo, que estas praparaciones nunca deben sustituir a la leche materna.

Mi hijo tiene un cólico ¿Qué hago?

Cuando un niño tiene un cólico, se altera la vida familiar. Los padres sienten una gran tensión y preocupación cuando ven cómo el bebé llora durante horas y no son capaces de consolarlo.

Para los padres primerizos en especial puede resultar una experiencia muy desagradable, que provoque en ellos cierta desilusión al descubrir que el recién nacido no les reporta la felicidad que esperaban. Los padres además pueden albergar cierto sentimiento de culpa a pesar de no ser responsables del cólico del niño.

Sin embargo, no hay que olvidar que el niño está sano y que con toda probabilidad superará esta fase de los cólicos en unos meses. El cólico no afecta al desarrollo del niño. Y de hecho, hasta puede haber algún beneficio, pues los niños con cólicos suelen estar más estimulados.

Los padres también deberíais tener en cuenta el cuidar de vosotros mismos durante los periodos difíciles. Puede ser preciso que organicéis turnos, de manera que uno pueda descansar mientras el otro esté despierto. Puede ser incluso necesario contar con la ayuda de amigos o familiares como refuerzo. Es preferible solicitar la ayuda que haga falta antes que agotarse del todo en esta delicada etapa del desarrollo del niño.

También puede ser útil hablar con otros padres que hayan experimentado la misma situación y contrastar experiencias. Si no conoces a nadie, a lo mejor procede preguntar a tu médico si le puede ayudar a ponerse en contacto con otras personas que tengan el mismo problema.

Recuerda siempre que el cólico es sólo temporal.

Bibliografía:

https://www.cun.es/chequeos-salud/infancia/colico-lactante