Salud y medicina

Endometriosis: Definición, síntomas y tratamiento de esta afección ginecológica

El endometrio. Qué es la endometriosis

El endometrio es el revestimiento interno del útero, y está totalmente ligado a la salud del sistema reproductivo de la mujer. Durante el ciclo menstrual (la menstruación) el endometrio va preparándose para recibir un óvulo fecundado y comenzar el embarazo; si no llega ese embrión, el endometrio desprende su capa externa, expulsándola al exterior por la vagina, en lo que constituye la menstruación.

La endometriosis es una enfermedad benigna que afecta a las mujeres durante la etapa reproductiva. Se produce cuando el tejido endometrial sale del útero y se implanta en otros lugares.

El sitio más frecuente de implantación son los ovarios, dando lugar a lo que llamamos quistes endometriósicos, compuestos por sangre de color parduzco. También pueden aparecer como pequeños implantes o nódulos de 1 cm., de color marrón o violáceo en los ligamentos útero-sacros (ligamentos de anclaje del útero, que lo mantienen en su posición correcta), trompas de Falopio, peritoneo (membrana que envuelve la cavidad abdominal), etc. Se han descrito otros implantes de endometrio en el ombligo y hasta en los pulmones.

Se piensa que estas células endometriales salen de la cavidad uterina por la sangre o el sistema linfático, o por el flujo menstrual a las zonas donde se implanta.

Esta enfermedad afecta a entre un 10 y un 15 por ciento (según estudios) de las mujeres de entre 25 y 45 años de edad. Puede llegar a producir esterilidad.

La endometriosis es un proceso de evolución imprevisible y origina síntomas muy variables.

Síntomas de la endometriosis

Los principales son:

  • Dismenorrea, o dolor asociado con la regla en términos médicos. Es importante señalar que no todos los dolores menstruales son indicativos de endometriosis
  • Dispareunia, o dolor durante o después de las relaciones sexuales
  • Dolor al defecar o al orinar, normalmente esta síntoma aparece antes o durante la menstruación
  • Sangrado excesivo
  • Infertilidad

Otros síntomas posibles, más inespecíficos, son:

  • Fatiga
  • Diarrea o estreñimiento
  • Hinchazón abdominal
  • Náuseas y vómitos.

La intensidad del dolor no necesariamente revela el tamaño o extensión de la endometriosis. Una cantidad muy pequeña de tejido puede generar dolores muy fuertes y, al contrario, una extensión grande puede provocar poco o ningún dolor. Hay mujeres con endometriosis sin ningún síntoma.

Cómo se diagnostica

Ante la descripción de la paciente de los síntomas que padece, el ginecólogo abordará, como primera medida, una exploración ginecológica. Podrá con ella comprobar si los ovarios han aumentado o no de tamaño. Igualmente, puede ver la movilidad del útero, que se vería limitada en el caso de que los ligamentos útero-sacros estuvieran afectados.

Análisis de sangre. Adicionalmente, podría pedir el análisis para comprobar el nivel de un marcador (el CA-125) que podría ser elevado si hubiera endometriosis. Pero debe tenerse en cuenta que ese marcador puede verse elevado no sólo por la endometriosis sino por varios otros problemas o trastornos, con lo que la comprobación de su nivel no está generalizada.

Ecografía. Aunque es una prueba subjetiva, la ecografía es bastante determinante en el diagnóstico de la endometriosis, pues permite ver los quistes endometriósicos de que hablábamos arriba, que son muy característicos. Pero si la paciente no presentara este tipo de quistes, aún podría tener pequeños implantes endometriosos en la pelvis, que no se ven en una ecografía.

Laparoscopia. La laparoscopia permite ver el interior del abdomen. Se lleva a cabo en el quirófano y requiere anestesia. El cirujano practica pequeñas incisiones (1 ó 2cm) debajo del ombligo, encima del pubis y en los laterales del abdomen. Por ellas introduce un tubo con una cámara y una fuente de luz que permite explorar la parte inferior del abdomen (la pelvis), lo que permitiría observar esos implantes que la ecografía no permite visualizar. La ventaja de la laparoscopia es que permitiría eliminar tanto los quistes ováricos, como los pequeños implantes.

Una vez extirpado el tejido endometriósico, se remite al laboratorio para su biopsia, lo que nos daría el diagnóstico definitivo.

Tratamiento de la endometriosis

El tratamiento es personalizado, de modo que cada paciente recibirá el adecuado en función de su edad, el tipo y alcance de la endometriosis que presenta y de su deseo de tener o no más hijos.

Con los datos de la paciente en mente, el tratamiento irá dirigido a detener el crecimiento de las células ectópicas (los implantes) y podrá ser quirúrgico, farmacológico o bien una combinación de ambas técnicas. Los fármacos utilizados van dirigidos a controlar el desequilibrio hormonal y pueden ser:

  • Anticonceptivos hormonales, que controlan las hormonas que causan (estimulan) la endometriosis. Puede ser en forma de píldoras, parches o anillos vaginales
  • Progestina (la versión sintética de la progesterona)
  • Agonistas y antagonistas de la hormona liberadora de las gonadotropinas.

En cuanto al tratamiento quirúrgico, va dirigido a eliminar el tejido endometrial intrusivo, procurando no lesionar a la paciente de modo que conserve su capacidad reproductora.

Se utilizan técnicas de microcirugía, laparoscopia o láser, según el cirujano considere apropiado una u otra. En casos graves, cuando la extensión es importante, puede ser necesario extirpar el útero y los dos ovarios.

La reaparición de la endometriosis es en general elevada, a pesar del tratamiento.

Bibliografía:

https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/endometriosis
https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/endometriosis
https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/salud-femenina/endometriosis/endometriosis