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Enfermedad de Alzheimer: lo que debes saber
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La enfermedad de Alzheimer, descrita en 1901, es un grave trastorno neurológico que afecta progresivamente a la memoria y a la capacidad de raciocinio del paciente, que suele acabar sumido en un estado de absoluta apatía, aparentemente sin contacto alguno con su entorno.
Está incluida en el grupo de las demencias, y es la más prevalente en todo el mundo. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) en España hay más de 800.000 enfermos de Alzheimer. De acuerdo con los datos de la British Focus Foundation, se estima que en todo el mundo hay más de 46 millones de pacientes y su aumento hace pensar que en 2050 se podría llegar a superar los 130 millones.

El impacto económico de la enfermedad es enorme. Según fuentes, (Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) y la Fundación Pascual Maragall) la atención de un paciente supone entre 24 31.000 euros anuales, lo que supone más de 20.000 millones de euros anuales.
Conviene tener presente que, aunque afecta principalmente a los mayores, no es una demencia senil (como puede ser una demencia multi-infarto, causada por problemas de riego sanguíneo debidos a la edad), sino que es consecuencia de un proceso degenerativo en el cerebro del paciente. Este proceso se inicia años antes de que el paciente muestre síntomas propios de la enfermedad.
Síntomas del Alzheimer
La aparición de los síntomas es gradual y en un principio puede no darse relevancia a cosas como olvidos de cosas ocurridas recientemente o pequeños cambios en la personalidad como puede ser ese típico “te estás volviendo irritable”, que suceden en la etapa inicial de la enfermedad.
Etapa inicial
A medida que la enfermedad avanza, puede apreciarse:
- Alteración del sentido común
- Cambios ligeros en el patrón del habla
- Incapacidad de encontrar una palabra buscada y sustituirla por muchas otras, a veces inconexas
- Desorientación y confusión espacial
- Cambios en el comportamiento social
- Pautas de sueño alteradas
Etapa avanzada
El progreso de la enfermedad suele venir acompañado de:
- Olvido de acontecimientos del pasado
- Olvido de los nombres de personas cercanas
- Pérdida del sentido del tiempo y del espacio
- Necesidad de ayuda para las actividades elementales: el cuarto de baño, vestirse, comer
- Los pacientes pueden perderse aun dentro de su propia casa
- Son frecuentes comportamientos agresivos o inadecuados, agitación, agresividad, irritabilidad
Finalmente, los pacientes no pueden andar ni efectuar ninguna necesidad personal. Pierden el control de los esfínteres, y no recuerdan cómo hay que tragar los alimentos; igualmente olvidan el habla. Todos estos factores provocan desnutrición, problemas pulmonares, pérdida total de la memoria y ulceraciones debidas a la inmovilidad.
Finalmente el paciente entra en coma y fallece, fundamentalmente por infecciones. El tiempo de supervivencia con la enfermedad es variable y depende básicamente del momento de su vida en que la enfermedad se manifiesta, de modo que si los síntomas aparecen por encima de los 80 años, la muerte podría sobrevenir pasados 3 ó 4 años. Pero si se diagnostica a los 50, el paciente podría vivir diez o más años.
Causas del Alzheimer
La enfermedad se debe a la pérdida de neuronas (las células cerebrales) en ciertas regiones del cerebro. Las partes afectadas se atrofian, produciéndose a la vez una degeneración celular. Esta degeneración se debe básicamente a la formación de placas (placa beta-amiloide) en el exterior de las neuronas.
Se desconoce el porqué de este proceso, aunque se piensa que es una combinación de varios factores:
- Posibles cambios en el cerebro debidos al envejecimiento
- Factores genéticos
- Otros factores, como el estilo de vida, o los ambientales
Existen como mencionaremos más adelante, muchas investigaciones y estudio para la curación de la enfermedad, hoy por hoy, incurable.
Cómo se diagnostica
El primer abordaje para el diagnóstico de la enfermedad es la historia clínica o anamnesis, que incluirá una entrevista con el paciente, al que someterá a cuestionarios y pruebas sencillas de memoria, así como con sus familiares. Si el médico piensa que puede tratarse de Alzheimer, remitirá al paciente al especialista neurólogo para una evaluación más a fondo.
Existen pruebas adicionales, como una tomografía cerebral o toma de muestras del líquido cefalorraquídeo. Todas ellas podrán orientar a los médicos al diagnóstico.
Tratamiento del Alzheimer
Como se dijo, hoy por hoy el Alzheimer no tiene cura, y cualquier intervención médica va dirigida bien a ralentizar el avance de la enfermedad, bien a paliar en lo posible los síntomas.
Se piensa que la actividad física, programas de intervención sobre la vida diaria y de intervención cognitiva son beneficiosos para los pacientes, pero no hay evidencia clínica.
Asimismo, se recomienda que el paciente lleve una vida sana y controle los factores de riesgo cardiovascular.
Tratamiento farmacológico
Los tratamientos farmacológicos disponibles en España son dos:
- Los inhibidores de la acetilcolinesterasa, que inhiben la colinesterasa, una enzima que destruye la acetilcolina, que es una sustancia que favorece la transmisión neuronal
- Un antagonista de los receptores de N-Metil-D-Aspartato (NMDA), que tienen un papel muy importante en la plasticidad neuronal, así como en el aprendizaje y la memoria.
Los tratamientos funcionan mejor en las etapas iniciales y media de la enfermedad, ayudando a retrasar su avance.
Los avances en el tratamiento de la enfermedad incluyen multitud de estudios e investigaciones en marcha, algunos más prometedores que otros, y relacionar todos ellos se sale del alcance de este artículo. Por ejemplo, en estados Unidos se ha aprobado recientemente un nuevo fármaco, el donanemab, del grupo de los anticuerpos monoclonales, que ataca las placas de la beta-amiloide, impidiendo que se acumule sobre las neuronas en las etapas tempranas de la enfermedad.
Todas esas investigaciones hacen prever que el Alzheimer pueda curarse en un futuro no muy lejano.