Salud y medicina
Qué es la escoliosis; causas, síntomas y tratamientos
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La escoliosis es una curvatura lateral anómala de la columna vertebral. Puede presentarse en pacientes de cualquier edad, pero lo más frecuente es la época del crecimiento anterior a la pubertad. A menudo la columna toma forma de S.
La gravedad de la dolencia es muy variable, desde curvaturas menores hasta casos resultantes en la incapacidad del paciente.
Tipos habituales y causas de la escoliosis
Hay muchos tipos de escoliosis, pero se agrupan en tres categorías: idiopáticas, congénitas y neuromusculares. Cuando se presenta en niños menores de diez años, se llama Escoliosis de Inicio Temprano (EOS, por sus siglas en inglés). En estos casos es importante abordar el tratamiento cuanto antes, para evitar problemas pulmonares y cardiológicos a lo largo de la vida.
- Escoliosis idiopática
Es el tipo más común; en medicina, se usa el término idiopático para calificar una dolencia cuya causa se desconoce, o sea que la escoliosis idiopática es la que no tiene causa conocida.
Muchos casos se diagnostican durante la adolescencia, en el período de crecimiento rápido y súbito que experimentan algunos adolescentes.
- Escoliosis congénita
Es la que se presenta como un defecto en la columna desde el nacimiento del niño. Son raras, y afectan a no más de uno de cada diez mil niños. Se suelen diagnosticar tempranamente.
- Escoliosis neuromuscular
El término define a una escoliosis que es consecuencia de un trastorno subyacente de la columna vertebral, del cerebro o del sistema muscular. Se presenta cuando los nervios y músculos que rodean la columna son incapaces de superar el trastorno.
Síntomas de la escoliosis
Los síntomas varían en función de la gravedad y la causa del caso, pero hay algunos signos clave:
- Tiene la columna visiblemente curva
- Los hombros aparecen a diferente altura
- Un hombro, la cadera o las costillas sobresalen por un lado
- Inclinación hacia un lado
- La ropa no le sienta bien
- Tiene molestias o dolores musculares
Factores de riesgo de la escoliosis
Hay algunos factores que incrementan el riesgo de padecer la enfermedad. Si dejamos aparte dolencias subyacentes a la escoliosis, como parálisis cerebral, osteogénesis imperfecta y distrofia muscular entre otras, hay tres principales factores de riesgo:
La edad: En particular para la escoliosis idiopática, los niños y adolescentes durante los brotes de crecimiento están en situación de mayor riesgo
El sexo: Aunque la escoliosis leve va pareja entre niños y niñas, las niñas tienen mayor riesgo de escoliosis más serias que requieran tratamiento.
Familia: La mayoría de los pacientes de escoliosis no tienen antecedentes familiares, pero parece que un familiar cercano con la dolencia incrementa el riesgo.
Complicaciones de la escoliosis
La mayoría de los pacientes de escoliosis tendrán el trastorno en forma leve, de modo que no tendrán complicaciones serias. Para quienes tienen formas más graves, pueden presentárseles problemas adicionales, pero son poco probables con la monitorización y los tratamientos disponibles hoy.
Si las costillas se tuercen, o se deforman, las funciones cardíaca y pulmonar pueden verse afectadas, con falta de aliento, sobre todo durante el ejercicio fuerte. Similarmente, si se altera la forma de la cavidad troncal, el corazón puede tener poco sitio para latir, y causar un fallo cardíaco; pero esta posibilidad es muy rara.
El dolor es la complicación más frecuente, tanto directamente de los músculos ligamentos y articulaciones como debido a la compresión de los nervios causada por la alteración anatómica. Sentarse o permanecer de pie en una única posición demasiado tiempo puede causar malestar muscular.
La apariencia del paciente de escoliosis, o la necesidad de tener que llevar un corsé en la espalda pueden causar problemas psicológicos, tanto en niños como en adultos: todos queremos cuidar nuestra propia imagen.
Tratamientos de la escoliosis
La mayoría de los pacientes, niño o adultos de escoliosis no necesitarán tratamiento, sino un control radiológico regular para asegurarse de que la dolencia no progresa o empieza a resultar incómoda.
Para el alivio del dolor, suele bastar con un analgésico como el paracetamol. A veces es necesario recurrir a medicación más fuerte para suavizar el dolor neurológico, si esa es la raíz supuesta del problema. Si el dolor es muy fuerte, se pueden plantear infiltraciones con corticoides en la columna como paliativo a corto plazo. Pueden resultar beneficiosos tanto la hidroterapia como los masajes.
Los niños y los adolescentes podrían llevar un corsé durante una parte del día, con el fin de prevenir que la curvatura empeore con el crecimiento. Ese tipo de corsé sirve también para ayudar a los músculos y evitar el dolor, siquiera parcialmente.
El ejercicio es una parte vital del tratamiento, particularmente para los adolescentes. Deberían empezar con la supervisión de un especialista, pero finalmente esos ejercicios pueden efectuarse en casa; su finalidad es fortalecer los músculos que soportan la columna, mejorar la postura y reducir la deformidad. Suelen aliviar también otros síntomas, como el dolor muscular y la rigidez.
Algunos casos graves pueden necesitar una intervención quirúrgica para enderezar la columna. Normalmente sólo se realiza en adultos o en niños cuyo crecimiento ya se ha detenido.
Algunos tips para la escoliosis
Si tienes sospechas de que tu hijo (¡o tú mismo!) padecéis de escoliosis, lo primero que debes hacer es ir al médico. Si la sospecha se confirma, probablemente te derivará a un especialista para el diagnóstico definitivo y para ver las opciones de tratamiento.
A no ser que el médico diga lo contrario, es bueno permanecer activo y en forma. Él mismo podría sugerir algún tipo de ejercicio; asimismo, la opinión de un fisioterapeuta será fundamental.
Es importante reconocer el estrés que puede generar la escoliosis. El impacto puede ser muy fuerte, ya sea por la imagen corporal, el dolor o la espera de una cirugía. Es relativamente frecuente que los pacientes de escoliosis pasen por estados depresivos. En este sentido, hablar abiertamente con familiares y amigos, así como buscar grupos de ayuda pueden aliviar el estrés causado por la escoliosis.