Psicología
Qué es la fobia social. Sus causas y su tratamiento
Índice de contenidos
¿Te asusta ir a eventos sociales porque piensas que la gente te mira y te juzga? ¿Tienes rechazo a conocer gente nueva? ¿Te da pánico pensar que tienes que hablar en público?
Si es el caso, podrías tener un trastorno psicológico que se llama trastorno de ansiedad social, o simplemente fobia social. Aquí te hablamos de él.
La fobia social
Se define como un miedo constante e injustificado ante situaciones que pueden dar lugar al examen y juicio por parte de los demás, como en reuniones, fiestas u otros eventos sociales. Afecta por igual a hombres y mujeres y suele comenzar en la adolescencia. Algunos autores lo asocian a padres excesivamente protectores con sus hijos.
En algunos casos, ese miedo puede llegar a extremos patológicos e interferir en la vida social o en la vida diaria, dificultando al paciente el conservar los amigos y afectando a la vida laboral. Los temores más habituales son:
- Tener que asistir a eventos sociales
- Conocer nueva gente
- Realizar en público tareas cotidianas, como comer o beber
- Hablar en público
No se conocen las causas. Podría tener un componente genético, pero se da aleatoriamente en miembros de una misma familia (unos lo tienen y otros no). Se investiga actualmente la posible influencia del estrés así como de posibles factores ambientales.
Los pacientes del trastorno de ansiedad social están en una situación de riesgo de caer en el consumo de alcohol u otras drogas, tomadas a modo de relajante para situaciones de tensión. Igualmente, corren el riesgo de un aislamiento progresivo, distanciándose cada vez más hasta de su propio entorno.
Con frecuencia, la fobia social ya pareja de otros problemas psiquiátricos. Hasta el 80% de los pacientes presenta otro trastorno, normalmente aparecido después de la ansiedad social. El riesgo de los pacientes de presentar una depresión a lo largo de su vida es entre tres y cuatro veces mayor de lo normal.
Síntomas de la fobia social
Cuando se encuentran entre otras personas, los pacientes pueden experimentar lo siguiente:
- Sudores o temblores
- Ponerse rojos
- Taquicardia
- Malestar de estómago
- Incapacidad de pensar: mente “en blanco”
- Agarrotamiento. Postura rígida y forzada
- Hablar en voz anormalmente baja
- Dificultad o imposibilidad de hablar o establecer contacto visual con desconocidos
- Inseguridad
Hay que diferenciar la fobia social de la simple timidez. Es muy frecuente un pequeño momento de ansiedad ante una situación que no controlamos. Sentirse más o menos a gusto ante situaciones nuevas depende del carácter de cada persona, pero una cierta aprensión es completamente normal.
Se habla de trastorno cuando la persona tiene auténtico pánico y tiene que evitar imperiosamente la situación que le agobia.
Tratamientos de la fobia social
Hay dos tipos de tratamientos aplicables: el psicoterapéutico y el farmacológico. Cada uno tiene sus ventajas y, en ocasiones, los pacientes tendrán un tratamiento combinado.
El tratamiento psicoterapéutico más usado es la terapia cognitivo-conductual, instaurada individualmente o en grupos. Serán de ayuda técnicas como la relajación, el mindfulness. Se trata de entender los pensamientos que causan el trastorno y reemplazarlos. Igualmente, se trabaja en el aprendizaje de técnicas sociales, normalmente en grupo.
El tratamiento farmacológico, a menudo simultaneado con el psicológico como dijimos, se basa en proporcionar al paciente:
- Antidepresivos, como el Citalopram y la Sertralina, entre otros; son del grupo de inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS). También se usan los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN)
- Betabloqueantes, como el Atenolol o el Propranolol
- Ansiolíticos, como las benzodiacepinas (Valium, Tranxilium).
Normalmente, ambos tratamientos dan resultado, con lo que el pronóstico es bueno.
Si la fobia o ansiedad social está afectando a sus relaciones personales e interfiere con el trabajo, debe consultarse con el médico para tratar cuanto antes el trastorno y evitar otros problemas psiquiátricos que podrían derivarse de la fobia social.