Salud y medicina

Reumatología: ¿Qué hace un reumatólogo y cuáles son las pruebas más comunes?

Qué es el reuma

Llamamos reuma al conjunto de enfermedades y trastornos del aparato locomotor o músculo-esquelético. Los reumatólogos, pues, estudian esos problemas, dejando aparte el estudio de los huesos, que merece una especialidad aparte, la traumatología.

El reuma no es una enfermedad en sí misma, por tanto. El número de trastornos y enfermedades que agrupa, incluidas las enfermedades autoinmunes, es altísimo, con más de doscientas descritas. En este artículo repasaremos muy brevemente las más frecuentes.

Artritis. Artritis reumatoide

Llamamos artritis a la inflamación de una articulación. Hay distintos tipos y la mayoría son inflamatorias, aunque ocasionalmente también puede aparecer inflamación articular en las enfermedades articulares degenerativas, como la artrosis.

Suele ir precedida o acompañada de sensaciones de cansancio y debilidad. En el caso más frecuente de artritis crónica, la artritis reumatoide, el dolor empieza casi siempre en las manos y afecta fundamentalmente a los nudillos.

Además:

  • Las articulaciones aparecen hinchadas, agarrotadas y doloridas, debido a la reacción inflamatoria
  • Suele haber periodos de mejoría, para recaer al poco tiempo
  • La artritis reumatoide puede afectar a todas las articulaciones del cuerpo y es imposible determinar cuántas o cuáles se verán afectadas.

El tratamiento de la enfermedad es difícil, pero hay medicamentos que alivian el dolor y retardan la progresión de la enfermedad, así como los daños que ocasiona. La medicación se ajusta periódicamente y el especialista permanece en estrecho contacto con el paciente.

En casos extremos en que no hay respuesta y se producen deformidades permanentes en las articulaciones se puede recurrir a cirugía ortopédica.

Artrosis

La artrosis es una enfermedad que afecta a las articulaciones y cuya frecuencia aumenta con la edad del paciente. Prácticamente 8 de cada 10 personas de más de 50 años se ven afectadas en mayor o menor medida.

El proceso comienza en el cartílago que recubre la articulación; el cartílago adelgaza irregularmente, pudiendo desaparecer en fases finales de la enfermedad. A la vez, la cápsula articular se vuelve más gruesa y se produce más líquido sinovial (que actúa como lubricante), por lo que la articulación aparece hinchada.

Además de la degeneración del cartílago, se producen crecimientos anómalos de los huesos (“picos de loro” u osteofitosºº) que pueden causar la inflamación de los tejidos de alrededor.

La artrosis puede afectar a todas las articulaciones, pero es más frecuente en las manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral.

Los tratamientos disponibles para la artrosis son, entre los no farmacológicos, la fisioterapia y el ejercicio aeróbico (natación, paseos). Entre los farmacológicos, el paracetamol como primera opción. En caso de no responder adecuadamente, el médico podrá recetar diferentes medicamentos.

Esclerodermia o esclerosis sistémica

Es una enfermedad crónica autoinmune que afecta principalmente a la piel, pero también puede afectar a los órganos internos (pulmones, intestinos, riñón o corazón). Se produce por el crecimiento anómalo de fibras de colágeno y otras proteínas. En fases iniciales, se producen inflamaciones, pero a medida que avanza el trastorno causa rigidez y dureza de piel. Además dificulta el riego sanguíneo, ocluyendo los vasos que llevan la sangre a los diferentes tejidos.

El tratamiento de la esclerodermia es complejo y ningún fármaco ha demostrado ser eficaz al cien por cien; En las fases iniciales, los corticoides (que son antiinflamatorios) han demostrado cierta eficacia. A medida que la enfermedad avanza, será siempre a criterio del médico el uso de otros fármacos.

Fibromialgia

Antes llamada fibrositis, la fibromialgia es una enfermedad reumática frecuente en la que aparecen molestias y dolores en músculos, tendones y ligamentos y no en las articulaciones. Los síntomas pueden persistir meses y hasta años, aunque no producen daño irreversible. Los dolores pueden afectar a casi todo el cuerpo y a veces son lo suficientemente intensos como para alterar la vida personal. Los dolores suelen afectar a la zona externa de los codos, parte superior de los hombros, zona interna de las rodillas, etc.

No se sabe por qué se produce, aunque hay investigaciones que la asocian a un trastorno del sueño profundo, visible mediante un electroencefalograma (EEC). Cualquier trastorno del sueño mantenido en el tiempo puede causar fibromialgia; por ejemplo, en personas con artritis, el dolor puede alterar significativamente el sueño, lo que podría producir fibromialgia. Una vez que comienzan las molestias que ésta produce, se puede desencadenar un círculo vicioso de dolor y agotamiento, que puede acabar en depresión.

Se han dado casos de brotes tras un traumatismo o un accidente reciente (Fibromialgia reactiva). Hay investigaciones que la asocian a falta de producción de la hormona del crecimiento, y a falta de ejercicio.

A pesar de que la fibromialgia no tiene cura, se pueden aliviar los síntomas con analgésicos, analgésicos esteroideos, inyecciones locales de corticoides en las zonas más dolorosas, antidepresivos e inductores del sueño, por supuesto siempre a juicio del médico especialista.

Espondilitis anquilosante

La espondilitis anquilosante es una forma crónica de la artritis, que afecta a los huesos y, principalmente, las articulaciones de la columna vertebral. Con el tiempo, las vértebras afectadas pueden llegar a soldarse. Los síntomas más habituales son:

  • Dolor en la columna vertebral
  • Pérdida de movilidad
  • Rigidez progresiva en la espalda
  • Infamación ocular del iris (iritis o uveítis).

El tratamiento va dirigido a reducir el dolor y la rigidez, y a prevenir el anquilosamiento. Se lleva a cabo en dos aspectos básicos: tratamiento farmacológico y tratamiento fisioterapéutico.

Ambos tratamientos deben personalizarse para cada paciente. En casos extremos, en que el paciente no responde a los tratamientos y el dolor es muy intenso, se puede intentar el tratamiento quirúrgico.

Gota

La gota es una enfermedad reumática producida por el depósito de ácido úrico en las articulaciones. Produce una hinchazón en la articulación, y un dolor muy intenso. La piel del área afectada enrojece y es muy sensible al roce. Es más frecuente en hombres que en mujeres y suele aparecer entre los 40 y los 60 años de edad.

La causa es el nivel elevado de ácido úrico en la sangre. Este ácido en un producto de desecho que suele eliminar por la orina. No todos los pacientes con ácido úrico elevado tendrán ataques de gota.

Se trata en dos aspectos diferentes:

  • Control del ataque agudo de gota, que se efectúa con antiinflamatorios no esteroideos (pero no aspitina, ni salicilatos). También se utiliza la colchicina, que reduce el número e intensidad de los ataques.
  • Control de los niveles elevados de ácido úrico, con medicamentos que ayudan a eliminarlo. Este tratamiento puede ser prolongado, incluso de por vida, como una diabetes.

Es fundamental cambiar el régimen de alimentación, adelgazar, beber mucha agua y suprimir el alcohol.

Lupus

El lupus eritomatoso sistémico es una enfermedad autoinmune, en la que el sistema inmunitario del paciente ataca por error el tejido sano. Esta afectación puede aparecer en prácticamente cualquier parte del cuerpo: la piel, los riñones, el cerebro y otros órganos o las articulaciones. Los síntomas más frecuentes afectan a la piel (el 90% de los pacientes) y la enfermedad cursa con brotes o ataques de duración e intensidad variable.

Al tratarse de una enfermedad autoinmune, no tiene cura, aunque hay fármacos que ayuden a regular el sistema inmunitario y detener la inflamación. Recientemente se han puesto en marcha investigaciones con tratamientos biológicos prometedores.

Polimialgia reumática

Es una enfermedad reumática que produce dolor en las zonas escapulares (o sea, en los hombros) y en las zonas pelvianas, es decir, en las caderas. Al dolor va unida una rigidez que puede resultar parcialmente incapacitante. La polimialgia reumática afecta fundamentalmente a personas mayores de 65 años (muy raramente en personas de menor edad) y los síntomas suelen ser peores por la mañana, al levantarse, y tras períodos de reposo.

Si afecta a los hombros, los pacientes tienen dificultad para levantar los brazos y, si afecta a las caderas, se pueden ver incapacitados para levantarse de una silla sin ayuda de los brazos. En el 15/30% de los casos puede ir asociada a un trastorno llamado arteritis de células gigantes, que es un trastorno que produce la inflamación de las arterias fundamentalmente del cuero cabelludo, los brazos y el cuello. La inflamación estrecha las arterias, lo que impide que la sangre fluya con normalidad.

Se trata fundamentalmente con corticoides y su pronóstico es favorable en la mayoría de los casos.

Pruebas asociadas

No hay una prueba determinante para este tipo de enfermedades, y la sospecha del especialista determinará cuál o cuáles debe realizarse el paciente. Generalmente, se llevan a cabo análisis de sangre y orina, así como pruebas de imagen según criterio del médico, desde rayos-X a escáneres o TAC.

Bibliografía:

https://rheumatology.org/que-es-un-reumatologo
https://www.hscor.com/es/cartera-servicios/reumatologia