Salud y medicina
Rubéola: todo lo que debes saber
Índice de contenidos
Qué es la rubéola
La rubéola es una enfermedad producida por un virus y se manifiesta con unos síntomas parecidos a los del sarampión (sarpullido de color rojo). Es contagiosa, pero en menor medida que el sarampión o la varicela.
Al revés de lo que ocurre con el sarampión, que normalmente aparece en la primera infancia, el contagio suele producirse a edad más tardía: el 10%-20% de los jóvenes de 20 a 25 años no ha tenido la enfermedad. De hecho, mucha gente pasa una forma tan leve de rubéola, que no llega a diagnosticarse. Actualmente muy pocos niños se contagian de rubéola, ya que la mayoría están vacunados (vacuna trivalente).
Cómo se contrae la rubéola
La rubéola se disemina por “gotitas”. Es decir, a partir del aliento de una persona infectada se expelen gotas microscópicas que se desplazan por el aire y alcanzan a una persona sana. Las gotas que contienen el virus se depositan en la boca, la garganta y la nariz, desde donde se diseminan al resto del organismo.
El periodo de contagio suele durar desde una semana antes del comienzo de la erupción, hasta una semana después de que desaparezca, siendo máximo el riesgo cuando la erupción es más intensa.
Qué síntomas produce
Los síntomas son bastante tenues, sobre todo en los niños. Por regla general aparecen dos o tres semanas después del contagio y duran entre uno y cinco días:
- Fiebre de más de 38ºC
- Congestión de las vías respiratorias; goteo nasal
- Dolor de cabeza
- Comezón y enrojecimiento en los ojos
- Inflamación de los ganglios del cuello y detrás de las orejas
- Una erupción de diminutas manchas rosadas, que suele aparecer detrás de las orejas y desde donde se extiende a todo el cuerpo. La erupción cambia constantemente (casi de hora en hora) y desaparece a los dos o tres días, sin tratamiento alguno
- Dolor en las articulaciones; se dan casos de mujeres (sobre todo jóvenes) con problemas de artritis en los dedos, las muñecas y las rodillas, que dura alrededor de un mes
Cómo se trata la rubéola
La rubéola, en tanto que enfermedad vírica, no requiere ningún tratamiento especial (exceptuando, quizás, algunos días de reposo en cama). Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la enfermedad es infecciosa, y que puede contagiar con mucha facilidad a quienes viven con el enfermo.
Sólo se padece una vez rubéola, ya que confiere inmunidad de por vida en el 99% de los casos. Debido a los riesgos que conlleva contraer la enfermedad durante el embarazo (ver más adelante), es una ventaja para las niñas adquirir la inmunidad antes de la pubertad.
Qué riesgo se asocia a la rubéola
La rubéola es una enfermedad benigna, pero teratogénica, es decir, conlleva un riesgo muy alto para las mujeres embarazadas de producir lesiones en el feto (rubéola congénita). En algunos casos los riesgos son tan altos que se recomienda el aborto. Las lesiones más frecuentes son:
- Retrasos en el crecimiento
- Cataratas
- Sordera
- Problemas de desarrollo de varios órganos, incluyendo el corazón (defectos congénitos)
- Problemas de desarrollo mental y del aprendizaje
El riesgo es tan alto que hasta el 90% de los niños cuyas madres contrajeron la rubéola en los tres primeros meses del embarazo tienen rubéola congénita.
Afortunadamente, esto ya es excepcional, puesto que la mayoría de las mujeres están vacunadas contra la rubéola.
Vacuna: la trivalente
Todas las niñas se deben vacunar contra la rubéola para prevenir problemas en un eventual embarazo. Actualmente se administra la vacuna trivalente (sarampión, rubéola y parotiditis) que protege contra la rubéola, a todos los niños de 12 a 15 meses, y una segunda dosis a los 3 años.
No es posible asegurar haber pasado o no la rubéola, ya que mucha gente ni siquiera se da cuenta de la enfermedad. Se recomienda a las chicas que se vacunan que eviten quedarse embarazadas en los tres meses siguientes a la inyección.
Si tienes dudas sobre si has pasado o no la enfermedad, un análisis de los anticuerpos sanguíneos te proporcionará la respuesta. Si fuera necesario, tu médico te administrará la vacuna.
¿Existe alguna complicación asociada?
La rubéola no suele producir complicaciones ni problemas, excepto en el caso ya citado de las mujeres embarazadas, en las que puede afectar gravemente al feto. En algunos casos el riesgo es tan grave que se recomienda el aborto.
La actual ley del aborto reconoce la libertad de la mujer frente al aborto, y las mujeres pueden interrumpir el embarazo hasta la semana 14. En caso de patología fetal o por salud física o mental de la madre, la actual ley mantiene la libertad para abortar hasta la semana 22.
La ley, aprobada en febrero de 2023, permite a las chicas de 16 o más años abortar sin permiso de los padres.
Bibliografía:
Ministerio de Sanidad – Áreas – Interrupciones voluntarias del embarazo