Salud y medicina
¿Sabía que la piel tiene mucha memoria?
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La piel tiene mucha memoria y no olvida el exceso de sol que ha tomado. La piel pasa factura. El sol es fuente de salud, pero hay que tener mucho cuidado con las radiaciones. A causa de las radiaciones envejece con más rapidez y, lo que es más preocupante, podemos desarrollar un cáncer de piel. El melanoma es, de hecho, el tumor que más está creciendo en los países desarrollados.
Un incremento anual del 7% en el diagnóstico de melanomas obliga a pensar sobre la necesidad de seguir los consejos de los dermatólogos, que cada año nos recuerdan la importancia de protegernos adecuadamente del sol y también que las personas con antecedentes familiares se hagan revisiones periódicas.
A pesar de que ahora somos más conscientes de los peligros del sol que hace solamente una década, no se ha de bajar la guardia y se deben evitar las quemaduras solares protegiéndose con cremas, camisetas, gorras y gafas, poniendo un énfasis especial en la población infantil, ya que es en esta etapa de la vida cuando la piel memoriza las agresiones a las que ha sido sometida.
Los daños que el sol produce en el ADN de la piel son acumulativos e irreversibles. Además de protegerse con ropa adecuada y con fotoprotectores, se ha de tener presente que debajo de una sombrilla se recibe aproximadamente un 15% de la radiación solar, que a medio metro bajo el agua llega un 40% de la radiación ultravioleta y que un día nublado se filtra un 5% a través de las nubes.
Fotoprotectores 20 minutos antes
Los fotoprotectores son productos cosméticos que contienen en su formulación unos ingredientes denominados filtros solares, es decir, productos capaces de dejar pasar una determinada radiación soler e impedir que pase la radiación UVB y UVA que son las que pueden perjudicar la piel.
La cantidad de filtro de un cosmético es variable, pero queda determinada por el FPS (Factor de Protección Solar), y expresada en un número que indica el tiempo que podemos estar al sol protegidos antes de sufrir un eritema (quemadura solar).
Muchas veces no somos conscientes de la importancia de esta protección en la creencia de que utilizándolos no nos pondremos morenos. Si lo que nos preocupa es estar morenos debemos exponernos progresivamente al sol y evitar siempre el eritema o rojez, que es la quemadura solar, que no nos da más color sino que perjudica la piel provocando una situación de riesgo ante el sol. Cada vez estamos más concienciados sobre la conveniencia de utilizar fotoprotectores antes de ir a la playa o a la piscina, pero aún hay mucho que hacer.
Debemos utilizarlos correctamente y siempre, no sólo al principio de las vacaciones, y de forma correcta, lo que significa aplicarlos un rato antes de exponernos al sol (20 minutos) sobre la piel seca para facilitar su absorción y en cantidad abundante por todo el cuerpo. Sin olvidar las orejas, los pies y la nuca. Deberemos repetir la aplicación si estamos mucho rato al sol.
El ABC del cáncer de piel
- El 90% de los casos de cáncer de piel se deben a la exposición al sol, por lo que es vital protegerse bien e incluir la visita anual al dermatólogo.
- Hay que observar los lunares que todos tenemos en el cuerpo y tener en cuenta el ABCDE: Asimetría, Borde irregular, cambio de tonalidades de Color, Diámetro superior a 6 mm y Evolución en cuanto al aumento de tamaño, cambio de coloración o picor.
- El 75% de los melanomas aparecen sobre la piel sana y sólo el 25% lo hace sobre un lunar previo, por eso hay que estar muy pendiente de los que salen nuevos.
- Un tercio de los españoles pertenece a los fototipos 1 y 2, los más peligrosos de los 6 fototipos (siendo el 1 el de los albinos y el 6 el de las personas de raza negra)