Salud y medicina
Sudoración Excesiva: ¿Cuándo preocuparse y qué hacer?
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La sudoración es un proceso natural del cuerpo humano que tiene como finalidad regular la temperatura corporal y eliminar las toxinas que se van acumulando. Sin embargo, cuando este proceso se vuelve excesivo, pasa a convertirse en una preocupación. Al fenómeno de sudoración excesiva se le conoce como hiperhidrosis, y dado que puede afectar significativamente a la calidad de vida de quienes la padecen, en este artículo te contamos por qué se suda tanto y cómo puede tratarse.
¿Por qué se suda tanto?
La sudoración es una respuesta fisiológica que está controlada por el sistema nervioso autónomo. En diferentes situaciones, como cuando se realiza una actividad física, hace mucho calor o estamos estresados, la temperatura del cuerpo aumenta.
Las responsables son las glándulas sudoríparas, que se activan para liberar líquido a través de los poros de la piel. Este líquido está compuesto principalmente por agua y sales, y al evaporarse en la superficie de la piel, el calor se disipa y el cuerpo se enfría. Este es el proceso normal del cuerpo, pero a veces, esta sudoración es demasiado elevada.
Causas de la sudoración excesiva
Si te preguntas por qué se suda tanto, debes saber que hay varias causas y que estas son variadas. Las más frecuentes son las que te dejamos a continuación:
– Hiperactividad del sistema nervioso autónomo. En algunas personas, el sistema nervioso autónomo puede estar sobreactivado. Es decir, que hay una estimulación excesiva de las glándulas sudoríparas y están constantemente produciendo sudor.
– Factores genéticos. La predisposición genética juega un papel importante en la sudoración excesiva. Si uno o los dos progenitores sufren de hiperhidrosis, es más probable que su descendencia también cuente con la misma problemática.
– Trastornos médicos. Algunas condiciones médicas, como la diabetes, la menopausia, el hipertiroidismo y la obesidad, pueden estar asociadas a la producción excesiva de sudor.
– Medicamentos. Ciertos medicamentos, como los antidepresivos, los medicamentos para bajar la presión arterial y algunos tratamientos hormonales, pueden tener como efecto secundario el aumento de la sudoración.
– Factores emocionales. Algunas personas sufren episodios temporales de sudoración excesiva cuando están estresadas, con ansiedad o tensión emocional.
Cuándo la sudoración excesiva es un problema
Si bien, como hemos visto, la sudoración es un proceso normal en situaciones específicas, como durante el ejercicio o en climas cálidos, incluso se puede ver elevada por las causas mencionadas. Sin embargo, cuando se convierte en excesiva de manera regular, pasa a ser un problema porque interfiere en las actividades diarias y en las relaciones sociales. Algunas señales de que la sudoración se puede estar convirtiendo en patológica son las siguientes:
– Manchas de sudor visibles. Estas aparecen durante el ejercicio o en días de mucho calor, pero se trata de que sean visibles cuando no se da ninguna de estas condiciones. Este fenómeno puede resultar embarazoso y repercute negativamente en la autoestima.
– Dificultad para realizar actividades cotidianas. Cuando se suda en exceso de forma incontrolada, se dificultan tareas habituales hoy en día, como escribir en un teclado o sujetar el teléfono o un bolígrafo.
– Impacto en las relaciones sociales. Las personas que sufren de hiperhidrosis pueden evitar situaciones sociales o tener dificultades para establecer relaciones interpersonales, debido a la incomodidad causada por la sudoración excesiva.
Remedios caseros para la sudoración excesiva
En primer lugar, se debe acudir a un médico para determinar por qué se suda tanto. En función de cuál sea la causa, se podrá dar una solución personalizada. No obstante, dado que no existe una solución concreta para resolver la sudoración excesiva, existen varios remedios caseros que pueden ayudar a controlarla:
– Higiene adecuada. Mantener una buena higiene personal, como ducharse a diario y usar desodorante, puede ayudar a reducir el olor asociado con el sudor.
– Ropa que transpire. Usar ropa ligera y de materiales transpirables, preferiblemente de algodón, puede ayudar a mantener el cuerpo fresco y reducir así la producción de sudor.
– Evitar alimentos y bebidas desencadenantes. Las comidas picantes, las bebidas con cafeína y el alcohol pueden producir un aumento de sudor en algunas personas. Tratar de evitar estos desencadenantes puede ayudar a controlar la hiperhidrosis.
– Técnicas de relajación. En cuanto a los factores emocionales, como el estrés y la ansiedad, aprender a gestionarlos puede aliviar también la producción de sudor si estas son las causas. Por ejemplo, practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda.
Tratamientos médicos para la sudoración excesiva
Si los consejos anteriores no son eficaces para controlar el exceso de sudor, existen varios tratamientos médicos disponibles. Son los siguientes:
– Antitranspirantes. Los antitranspirantes de venta libre que contienen cloruro de aluminio pueden ayudar a reducir la sudoración, ya que su acción es la de bloquear temporalmente los conductos de las glándulas sudoríparas.
– Terapia con iontoforesis. Este tratamiento utiliza corrientes eléctricas suaves para bloquear temporalmente las glándulas sudoríparas y reducir la sudoración en las manos, los pies y las axilas.
– Toxina botulínica. Las inyecciones de toxina botulínica, más conocida como Botox, pueden ayudar a bloquear las señales nerviosas que estimulan la sudoración excesiva.
– Cirugía. En casos graves de hiperhidrosis, se puede considerar la cirugía para extirpar o destruir las glándulas sudoríparas.