Salud y medicina
Tengo un bulto en un pecho
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Quizá hayas dejado pasar demasiado tiempo desde la última autoexploración de las mamas, o desde la última mamografía, pero el caso es que te has notado un bulto en un pecho y te has asustado, porque… bueno, siempre tendemos a asociar bulto en el pecho a un tumor. Y la mayoría de las veces no es para nada maligno, con lo que no debes preocuparte.
Los bultos, o nódulos, en el pecho pueden ser de aspecto y naturaleza muy variada:
- Firme, sin protuberancias y de forma más o menos redonda
- Se mueve por debajo de la piel
- Una zona rara, no demasiado delimitada de la mama
- Una zona de la mama que ha cambiado de color o que tiene pequeños hoyuelos
- Un cambio en la forma de la mama
- Puede incluso ir asociado a una secreción anómala por el pezón, o a una retracción del propio pezón.
La mayoría de las veces es la propia mujer, de forma accidental en una exploración rutinaria o porque le ha generado alguna molestia. En otros casos, son un hallazgo en un reconocimiento médico o en una exploración rutinarios.
Y aunque es lógica tu preocupación, lo cierto es que la mayoría de los casos son de naturaleza benigna. Pero eso sí, tienes que hacértelo ver cuanto antes.
Por qué se producen
Dada la variedad de posibilidades, las causas son igualmente diversas:
- Quistes mamarios. Son bolsas de líquido que se forman en el interior de la mama, de tamaño muy variable. Al tacto, normalmente se detecta el líquido, pero pueden igualmente mantenerse firmes. Suele ir asociados a ciclo menstrual, de modo que se forman o crecen o desaparecen con el ciclo.
- Mamas fibroquísticas. Son cambios en el tejido, con bultos que hacen pensar en una cuerda y que fluctúan con el ciclo menstrual. Suelen desaparecer acabar la menstruación.
- Lipoma. Es una acumulación de grasa en una zona de la mama. Son blandos al tacto y generalmente sin importancia.
- Fibroadenomas. Son tumores no cancerosos, o sea benignos y es el tumor más frecuente en las mamas. Se puede presentar a cualquier edad, pero son más habituales en mujeres de entre 20 y 40 años. Al llegar la menopausia suelen desaparecer.
- Infecciones, que son acumulaciones de líquido infectado en el tejido mamario (abscesos). Suelen ser dolorosos y producen cambios en la piel de la mama.
- Cáncer de mama.
Cómo se diagnostica
Si te notas un bulto, debes acudir cuanto antes al médico, como ya dijimos. El médico de familia podrá gestionar el problema, al menos en sus fases iniciales en los siguientes casos:
- Mujeres jóvenes con bultos o nódulos dolorosos en mayor o menor grado que no tengan lesiones palpables
- Mujeres menores de 50 años que presenten una secreción por el pezón pero sin otros problemas asociados
El médico elaborará tu historia clínica; te preguntará por factores de riesgo, antecedentes familiares, medicamentos, tu historial ginecológico y obstétrico, las causas de la consulta y tu contexto personal.
De ahí pasará al examen físico del nódulo mamario: número, localización, tamaño, forma, consistencia, delimitación movilidad, posible asociación con el ciclo menstrual, los ganglios linfáticos de la axila y los de las clavículas y cuello, y, en general, cualquier factor que proporcione alguna pista sobre la naturaleza de la lesión.
El médico de familia derivará a la paciente al especialista en los casos siguientes:
- Todas las mujeres que presenten una tumoración palpable
- Las mayores de 50 que presenten secreción sanguinolenta por el pezón. Si se tarta de una mujer joven, si la secreción es persistente o problemática.
- Dolor de mamas que no haya respondido a un tratamiento analgésico
- Retracción o deformación del pezón
- Cambios en la aréola (la zona de coloración oscura que rodea al pezón)
- Antecedentes familiares de cáncer de mama.
El especialista acometerá la realización de pruebas que permitan diagnosticar con precisión y podrá pedir pruebas como:
- Ecografía
- Mamografía
- Punción con una aguja para obtener una muestra del tejido
- Biopsia, que analizará dicha muestra para comprobar su benignidad o malignidad
Cómo se tratan
El tratamiento dependerá de los resultados de los estudios a que se someterá el nódulo. Podrá ir desde medicamentos -como antibióticos si se detecta un absceso mamario o medicamentos hormonales en caso de enfermedad quística de la mama- hasta procedimientos quirúrgicos, que pueden consistir en la extirpación del tumor, aun conservando la mama, o la extirpación de toda la mama, en caso de un cáncer cuya extensión y naturaleza la recomiende.
Bibliografía: