Salud y medicina

Tipos de dolor de cabeza: Identifica tu dolor y encuentra alivio

Por Revista Interès Mutu - 13/09/23

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Las cefaleas son una molestia habitual que afecta en mayor o menor medida a la población al completo. Los tipos de dolor de cabeza son tantos que siempre podemos ser susceptibles de experimentarlos. No obstante, identificar cuál es la causa exacta es lo que nos permitirá poder ponerle remedio para recuperar el bienestar y evitar que vuelva a aparecer. En este artículo, te contamos cuáles son los tipos más habituales y cómo puedes tratarlos.

Dolor de cabeza tensional

Como su nombre indica, este dolor de cabeza se debe a la tensión acumulada. Produce una molestia intensa que se concentra en las sienes; es decir, a ambos lados de la frente, y detrás de la cabeza, por lo que la sensación es la de una presión general alrededor de aquella.

Además de por situaciones de estrés, se puede producir por contracciones musculares en el cuello como consecuencia de una mala postura, de ahí que también se puedan presentar molestias en el cuello o en los hombros. De hecho, es frecuente que sea una contractura de los músculos de las cervicales los que causan el dolor en la cabeza. También puede haber aversión a la luz o al ruido, pero nunca los dos juntos. Se recomienda realizar estiramientos o poner en práctica técnicas de relajación.

Migraña

La migraña es otro de los tipos de dolor de cabeza más frecuentes. Aquí sí se presenta la aversión a la luz y el ruido de manera conjunta, y este suele ser uno de los síntomas que más facilita su diagnóstico. En estas, el dolor se da en forma de pinchazos o latidos en un solo lado de la cabeza, y puede verse acompañado de alteraciones en la vista o en el habla, náuseas y hormigueo en las manos.

Su duración puede ir desde unas horas hasta varios ideas y, de ser muy intensa, llega a ser invalidante. La causa se debe a estrechamientos y ensanchamientos de una arteria en la cabeza, que se originan por factores hormonales o por genética, principalmente. Por su intensidad, el tratamiento consiste en analgésicos y medicamentos que pueden ser preventivos o para aliviar el dolor, según sean las causas y el perfil de quien las padece.

Cefalea en racimos

La cefalea en racismos es aquella cuyas molestias parten de la frente hasta rodear un ojo y el lateral de la cabeza. Junto al dolor, puede haber lagrimeo, inflamación del párpado y goteo nasal. Aparece sobre todo de noche, pero la causa no está clara, aunque parece ser que se debe a descargas repentinas de hormonas, como la histamina o la serotonina.

Estas hacen que los vasos sanguíneos experimenten una dilatación súbita, que causa dolor. Aunque este es muy intenso, las crisis tienden a ser de corta duración. La parte negativa de esta rapidez es que se dificulta la evaluación y el tratamiento. Cuando no desaparecen de inmediato, también se recetan analgésicos, tratamientos con hormonas u oxígeno, entre otros. Se recomienda evitar el alcohol y los cigarrillos, ya que pueden incrementar las molestias.

Dolor de cabeza sinusal

A diferencia del resto de tipos de dolores de cabeza, este suele deberse a una infección en las vías respiratorias superiores, en concreto en los senos paranasales, y se le conoce como sinusitis. La cefalea en este caso sería la consecuencia de la propia congestión nasal.

La sintomatología es la presión tanto en la frente como en las mejillas y alrededor de los dos ojos, que empeora al inclinarse hacia delante o al tumbarse. También se puede experimentar un latido en la cabeza. Todos estos síntomas son comunes con la migraña, de ahí que a veces se confundan ambos dolores y no se receten los medicamentos adecuados.

Para distinguir el dolor sinusal de la migraña, hay que saber que esta última suele acompañarse de náuseas o vómitos y de un aumento del dolor con la luz brillante o el ruido. Mientas que en la anterior, hay mucosidad espesa y sin color y se suele perder parte del sentido del olfato.

Dolor de cabeza por estrés

El dolor de cabeza por estrés entra dentro del tensional, ya que se produce por la acumulación de tensión ante diferentes acontecimientos. La diferencia está en que en este caso, la causa está bien identificada y es la presión por hacer más de lo que realmente somos capaces y de lo que nos permiten las 24 horas que tiene un día.

Se puede identificar fácilmente porque aparece después del detonante. Por ejemplo, una reunión o un encuentro tenso, un atasco de tráfico o una fecha de entrega a la que se llega tarde. La parte positiva es que puede controlarse con técnicas de relajación, con la hidratación y con el uso de analgésicos sencillos.

Si presentas alguno de estos tipos de dolores de cabeza de manera recurrente, acarrean síntomas de mayor gravedad o no desaparecen con la medicación tradicional, se recomienda consultar con un médico para realizar las pruebas pertinentes que permitan un diagnóstico correcto.