Salud y medicina

Todo sobre el lupus: Síntomas, diagnóstico y tipos

Qué es el lupus

El lupus es una enfermedad de las llamadas autoinmunitarias, que son “errores” que comete el sistema autoinmune del cuerpo cuando ataca a los tejidos y órganos propios. En el caso del lupus, los órganos afectados son muy variables de un paciente a otro.

Suele afectar a la piel, los riñones, los pulmones, las articulaciones, el sistema nervioso, las células sanguíneas, el cerebro, el corazón y los pulmones y provoca inflamación y daño.

Habitualmente tiene diferentes niveles de intensidad en el tiempo, alternando periodos de exacerbación con otros de remisión.

Por qué se produce

En realidad no se sabe por qué se produce el lupus, como pasa con las enfermedades del sistema inmunitario, y se considera una enfermedad crónica. Es posible que sea una combinación de factores genéticos (con lo que puede tener antecedentes familiares) y también factores hormonales, pues es claramente más frecuente en las mujeres.

Los pacientes con predisposición genética podrían ver desencadenarse la enfermedad al tener contacto con factores como:

  • El sol, que podría provocar lesiones en la piel
  • Medicamentos, como algunos utilizados contra la hipertensión o antibióticos. Aunque generalmente los síntomas desparecen al suspender la toma del medicamento, hay casos en que perduran después de la suspensión
  • Una infección, que podría desencadenar un brote de lupus.

Tipos de lupus

El lupus más habitual es el lupus eritomatoso sistémico. Hay otros tipos menos frecuentes:

  • El lupus cutáneo, que afecta a la piel, en particular cuando se expone al sol
  • El lupus producido por medicamentos, que es similar al eritomatoso sistémico, y es una reacción fulminante a determinados fármacos. Generalmente, los síntomas desaparecen cuendo se suspende la administración del fármaco
  • Lupus neonatal, que se presenta cuando la madre con lupus eritomatoso sistémico transmite al lactante anticuerpos de la enfermedad.

Síntomas del lupus eritomatoso sistémico

Los síntomas son muy variables y diversos. Pueden presentarse de repente o generarse paulatinamente, así como ser leves o intensos, y temporales o permanentes. Muchas veces cursan por brotes, o sea episodios de mayor intensidad.

En función del tejido u órgano afectado por la enfermedad, los síntomas serán muy variables, pero los más comunes son:

  • Cansancio
  • Fiebre
  • Hinchazón y dolor de las articulaciones
  • Los dedos de los pies y de las manos se vuelven azules, o blancos, cuando se exponen al frío
  • Dolor en el pecho, con falta de aire
  • Dolor de cabeza, memoria alterada
  • Ojos secos
  • Lesiones en la piel que empeoran cuando les da el sol
  • Una erupción, generalmente en la cara (en las mejillas y la nariz, formando como una mariposa) o en cualquier parte del cuerpo.

Diagnóstico

Es difícil llegar a un correcto diagnóstico del lupus. El médico se basará fundamentalmente en la historia clínica del paciente, la anamnesis (o sea lo que cuente en la entrevista), la exploración física y en los diferentes análisis que podría pedir.

El análisis de sangre podría mostrar alteraciones por disminución en los recuentos de leucocitos, linfocitos y plaquetas.

La práctica totalidad de los pacientes tiene anticuerpos antinucleares, pero hay otros anticuerpos más específicos como los anti-DNA o antiSm (Smith), anticuerpos anti-Ro, anti-La, anti-RNP y otros, que igualmente serían detectados en un análisis de sangre específico.

Tratamiento

No existe cura del lupus y el tratamiento, siempre instaurado por el médico, va dirigido a controlar los síntomas. Varía en gran medida de un paciente a otro e incluye por lo general:

  • Antiinflamatorios: Ayudan a combatir la inflamación de las articulaciones y otros síntomas como dolores musculares
  • Corticoesteriodes. Constituyen el tratamiento de elección del lupus. Prácticamente todos los síntomas del lupus responden a ellos
  • Inmunosupresores, como las azatioprina y la ciclofosfamida, que se emplean en complicaciones importantes, sobre todo las que afectan a los riñones
  • Antipalúdicos, contra la artritis y algunas lesiones cutáneas

Posibles complicaciones del lupus

Algunas pueden ser graves y a continuación exponemos las más frecuentes, aunque en realidad pueden afectar a cualquier parte del cuerpo:

  • El cerebro y el Sistema Nervioso Central. Pueden provocar mareos, problemas de visión, e incluso ictus o convulsiones. También pueden generar problemas de memoria
  • La sangre. Puede provocar anemias y mayores riesgos de hemorragias y coagulación
  • El corazón. Puede causar la inflamación del corazón, aumentando el riesgo de problemas cardiovasculares
  • Los pulmones. Puede provocar inflamación de la pleura (el recubrimiento de la cavidad torácica, sangrado en los pulmones o neomonía.

También aumenta el riesgo de infecciones (por debilitación del sistema inmunitario), muerte del tejido óseo (como consecuencia de falta de riego por problemas circulatorios) y complicaciones del embarazo por hipertensión.

Pronóstico. Vivir con lupus

Como norma general, una vez controlada la enfermedad, los pacientes pueden llevar una vida normal. Los consejos que te de tu médico serán fundamentales y con seguridad te hablará de caminar a diario (o montar el bicicleta, o nadar), de modo que prevengas la debilidad muscular.

En principio, lo ideal es:

  • No estar mucho tiempo al sol
  • Seguir una dieta rica en frutas y verdura, además de granos integrales
  • Controlar el estrés
  • Tomarse tiempo para la tranquilidad y el descanso.

Bibliografía:

https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/lupus/pruebas-y-diagnostico
https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-de-los-tejidos-musculoesquel%C3%A9tico-y-conectivo/enfermedades-reum%C3%A1ticas-autoinmumunitarias/lupus-eritematoso-sist%C3%A9mico