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¿Tu hijo ronca? Lee aquí lo que debes saber sobre los ronquidos infantiles

El sueño infantil

Es muy frecuente que los niños presenten alteraciones respiratorias durante el sueño (entre el 4 y el 10%). Las anomalías van desde los ronquidos, la respiración trabajosa y agitada, hasta la presencia de apneas, que son pausas momentáneas en la respiración. Estas pausas son de duración variable, desde unos pocos segundos hasta 15 o 20 segundos (o más) y pueden ser angustiosas para quien las presencia.

Estas alteraciones, al igual que en los adultos, se deben a un aumento de la resistencias en las vías aéreas superiores durante el sueño, y determinan un espectro de anomalías -ronquidos, síndrome de elevación de la resistencias de las vías aéreas y síndrome de apneas en el sueño- todas ellas englobadas en lo que llamamos SAOS, o Síndrome de Alteraciones Obstructivas del Sueño.

Cuáles son los síntomas del SAOS

Hay síntomas reveladores tanto durante el día como por la noche, durante el sueño.

Síntomas diurnos

  • El niño presenta somnolencia durante el día. Es un síntoma raro en niños, más propio de los adultos
  • Su conducta se altera: timidez excesiva, aislamiento social, hiperactividad, agresividad, dificultad para mantenerse concentrados, “no responden cuando se les pregunta”, etc.
  • Presenta alteraciones del desarrollo psicomotor: deficiente rendimiento escolar, distracciones frecuentes (“episodios en blanco”), etc.
  • Retrasos en el crecimiento, incluso aunque estén dentro de los percentiles, sobre todo si están en los percentiles bajos
  • En los casos más graves, el niño puede presentar una importante tendencia a la fatiga, disnea de esfuerzo (falta de aire durante el esfuerzo) e incluso insuficiencia cardiaca
  • Las alteraciones respiratorias durante el sueño también pueden influir sobre el desarrollo de ciertas estructuras. Así, puede haber problemas de mala oclusión dentaria, por alteraciones en el desarrollo del maxilar inferior y “pectus excavatum” (hundimiento o depresión de la parte inferior del esternón) por el continuo aumento del esfuerzo respiratorio durante el sueño. Esto es importante, porque algunos tratamientos de ortodoncia, dirigidos a corregir la mala oclusión, empeoran los trastornos respiratorios durante el sueño, creando círculos viciosos.

Síntomas nocturnos

  • El ronquido es el más común. No siempre los padres son conscientes de que su hijo ronca (duermen en otra habitación, etc.). A veces, la serie de ronquidos es interrumpida por pausas (apneas), pero dado que en los niños suelen tener estas alteraciones durante la fase REM del sueño (REM son las siglas de Rapid Eye Movement o movimiento rápido del ojo, que describe una fase del sueño cercana a la vigilia, es decir no muy profunda; en esa fase es en la que se producen los sueños), pueden pasar desapercibidas
  • Respira con dificultad, como si “luchase” para respirar, incluso con retracción de las costillas
  • Sueño inquieto, con continuos movimientos y despertares sobresaltados
  • Tendencia a dormir en posiciones atípicas: sentado, abrazado a la almohada, con el cuello hiperextendido, etc.
  • Sudoración profusa durante el sueño.

Factores de riesgo

Existen una serie de situaciones que predisponen a las alteraciones respiratorias durante el sueño en los niños, que deben alertar tanto a los padres como a los pediatras:

¿Cómo se diagnostica el SAOS en los niños?

Si sospechas que tu hijo puede tener un problema de SAOS, la medida preliminar es consultar con el pediatra, a quien la relación de síntomas puede proporcionar pistas claras. En tal caso, el médico lo referirá a una unidad del sueño para confirmar el diagnóstico y evaluar la gravedad del trastorno. Aunque la polisomnografia completa nocturna, que es el nombre del estudio que se realizará, tiene algunas limitaciones en los niños, es la exploración más utilizada.

La grabación en vídeo durante el sueño, si es prolongada (más de cuatro horas) puede ser muy útil, tanto en el domicilio del niño como en el laboratorio del sueño.

¿Cómo se trata el SAOS en los niños?

Si el niño es obeso o tiene un claro sobrepeso, lo primero es corregir ese exceso.

En los niños con hipertrofia de las adenoides (o vegetaciones) o las amígdalas y SAOS, el tratamiento de elección es la intervención quirúrgica para extirparlas. Con todo, a veces el problema no se resuelve completamente, y son necesarias nuevas intervenciones en el área, como la uvulopalatofaringoplastia (o UPPP, que es la extirpación parcial de la úvula y parte del paladar blando) la tonsilectomia lingual (resección de la amígdala lingual, situada en la parte posterior de la lengua), o una intervención quirúrgica en el maxilar superior o el inferior. En casos verdaderamente difíciles, la traqueotomía permanente puede llegar a ser la mejor opción.

En casos leves, o cuando la obstrucción nasal sea el factor que se considera más importante, se pueden conseguir marcadas mejorías eliminando la descongestión nasal o con corticoides locales. Por supuesto, debe ser el médico quien indique el tratamiento.

En niños de cualquier edad, incluyendo bebés, también se puede utilizar los procedimientos CPAP o BiPAP, que mediante una bomba de presión conectada a una mascarilla, somete las vías aéreas a cierta presión. La CPAP (Continuous Positive Airway Pressure o presión positiva continua en la vía aérea) transmite una presión continua, mientras que en el BiPAP (Bi-level Positive Airway Pressure o presión positiva a dos niveles en las vías aéreas) la presión no es continua, sino que oscila con el ciclo respiratorio, de forma que es más alta con la inspiración y disminuye durante la espiración. Aunque la fase de adaptación es más delicada que en los adultos, la CPAP por lo general, es bien tolerada y efectiva en los niños.

Bibliografía:

https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/pediatric-sleep-apnea/symptoms-causes/syc-20376196
https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-sindrome-apnea-obstructiva-del-sueno–13130886