Salud y medicina
Un lunar que cambia
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Qué es un lunar
Un lunar (o nevus melanocítico, en términos médicos) es una mancha anormal de células pigmentadas en la piel, y son muy frecuentes. Estas células se llaman melanocitos. Muchas personas nacen con algunos lunares y desarrollan otros a lo largo de su vida.
Qué causa los lunares
La mayoría de lunares son simplemente resultado de una proliferación inofensiva de células pigmentadas en la capa más profunda de la piel. Algunos de estos lunares, llamados nevus melanocíticos congénitos, suelen estar presentes desde el nacimiento. Pero la mayoría se desarrollan espontáneamente o son causados por la exposición a la luz del sol. Tienden, por tanto, a aparecer en las áreas de piel más expuestas al sol.
La mayoría de estos lunares aparecen durante los primeros 20 años de vida, aunque pueden seguir desarrollándose en los 20 años siguientes. No obstante, muchos de ellos desaparecen con la edad.
Por qué preocupan los lunares
El principal problema de los lunares, que es el que genera la preocupación, es la degeneración de un pequeño número de ellos a una enfermedad llamada melanoma maligno, que es un tipo de cáncer de piel. En esta forma de cáncer, que puede ser fatal, el diagnóstico y tratamiento precoz mejoran enormemente el pronóstico. En las primeras fases el tratamiento es la escisión quirúrgica (es decir, se extrae el tumor con un margen de piel a su alrededor).
Quién está en situación de riesgo
La presencia de lunares es habitual, y ello no implica que exista malignización en un futuro. Cuanto mayor número de nevus tiene una persona, mayor es el riesgo de melanoma, sobre todo si estos lunares están sometidos a exposición solar importante o traumas continuos (por ejemplo: afeitado si se encuentra en zona de la barba, roce en zona del cinturón o pie, etc.).
El riesgo aumenta si existe historia familiar de melanoma maligno. En caso de múltiples nevus y/o historia familiar de melanoma debe tener una mayor prevención frente a la exposición solar.
Cuáles son los síntomas
Los síntomas más habituales son:
- El lunar produce picor y/o dolor
- Aumento de tamaño o aspecto irregular, especialmente en los bordes
- Cambio de color, especialmente si el lunar se oscurece o tiene diferentes colores
- Hemorragia espontánea, o sea que sangra inopinadamente
- Lesiones pigmentarias satélites (manchas alrededor del nevus sospechoso).
Las características que pueden hacer pensar en melanoma son un conjunto de síntomas conocidos por el ABCDE del melanoma:
- A: asimetría, o sea que el lunar no es simétrico
- B: bordes irregulares; el lunar no es redondo u ovalado
- C: color; el color del lunar no es uniforme, es color poco habitual, es diferente del color del resto de los lunares del paciente
- D: diámetro por lo general mayor de 6 milímetros
- E: evolución; un lunar nuevo en un paciente de más de 30 años o un lunar que cambia.
Cómo se diagnostica
A pesar de que la mayoría de cambios de dimensión, forma y color de los lunares se debe a un aumento benigno del número de células pigmentadas, cualquier lunar que aparezca anormal debe examinarse. Probablemente el médico solicitará información sobre los últimos cambios del lunar junto con el historial familiar para evaluar el riesgo que presenta el paciente.
Si sólo encuentra cambios leves, normalmente el médico sólo recomendará una vigilancia exhaustiva, incluso con fotos para comparar la evolución.
Otros tipos de lunares
Existen otros tipos de lunares como son los displásicos, los azules y el halo nevi:
Síndrome del lunar displásico
Algunos lunares grandes tienen un contorno irregular y un borde difuso (lunares displásicos) Estos lunares tienen un riesgo mayor de ser malignos. Tienden a presentarse en familias con historial de múltiples nevus y melanoma maligno. Los pacientes con estos lunares deben ser examinados regularmente y en muchas ocasiones comparar las fotografías clínicas.
Halo nevi
En algunas ocasiones la piel que rodea a un lunar se aclara y el lunar central palidece. A veces incluso desaparece por completo el nevus. La mayor parte de los halo nevi son benignos. Pero algunas personas pueden tener un mayor riesgo de desarrollar una afección cutánea: vitíligo, que son áreas de la piel en que falta la pigmentación, apareciendo más clara que la piel circundante. Los pacientes con melanoma maligno raras veces desarrollan halo nevi.
Nevus azul
Este lunar adquiere un color azul por la profundidad a la que se encuentra el pigmento (en la capa más profunda de la piel o hipodermis). Es muy común en algunos niños indios pero pocas veces tiene importancia. Sin embargo es importante consultar al dermatólogo para diferenciarlo del melanoma.
Melanoma juvenil (nevus Spitz)
En el nevus Spitz, las células pigmentadas forman un tumor benigno, que suele ser de color marrón rosáceo. Esta enfermedad aparece en niños, normalmente en la cara. Las células que se observan al microscopio son similares a las células malignas del melanoma, pero el comportamiento es benigno, y la evolución después del tratamiento satisfactoria.
Algunos buenos consejos
- Evita en lo posible la exposición innecesaria a la luz solar, especialmente durante las dos horas antes y después de mediodía, cuando los rayos del sol son más fuertes; evita también las quemaduras solares
- Cúbrete ante la luz del sol y aplícate una pantalla solar sobre la piel expuesta
- Observa regularmente tus lunares, y acude al médico para que los examine. Recuerda que hay zonas que uno mismo no puede verse por encontrarse en zonas del cuerpo poco accesibles (espalda, cuero cabelludo)
Los lunares en plantas de pies o con pelo no son malignos, pero también precisan de una revisión periódica.
Bibliografía: